El odio a los 'gringos' se extiende por Honduras

La miseria de algunos ni?os abandonados, los abusos -deshonestos cometidos por soldados norteamericanos, las denuncias de algunas maestras y sacerdotes y el aprovechamiento pol¨ªtico del caso por algunos grup¨²sculos pol¨ªticos han desencadenado en Honduras una ola de antinorteamericanismo sin precedentes en el pa¨ªs. La Embajada de Estados Unidos en Tegucigalpa y portavoces de las fuerzas armadas hondure?as creen ver detr¨¢s de todo una campa?a de desinformaci¨®n "orquestada por el r¨¦gimen sandinista".

JOS? COMAS ENVIADO ESPECIAL El soci¨®logo V¨ªctor Meza, director del Centro de Documentaci¨®n de I-londuras, comenta ir¨®nicamente en su despacho que "ha sido necesario que venga el SIDA para convertir en patriotas a los diputados hondure?os". El Parlamento de Honduras acaba de rechazar la moci¨®n del diputado democristiano Efra¨ªn D¨ªaz, que ped¨ªa la creaci¨®n de una comisi¨®n para investigar la presencia de los antisandinistas en territorio hondure?o. Los padres de la patria han preferido seguir la pol¨ªtica de esconder la cabeza en la arena e ignorar lo que es un secreto a voces: la violaci¨®n de la soberan¨ªa nacional hondure?a con la presencia de los contra.

Las denuncias de que en la ciudad de Comayagua, en las proximidades de la base norteamericana de Palmerola, se han localizado varios casos de SIDA entre prostitutas de la localidad y de que soldados norteamericanos utilizaron a ni?os para diversos actos de perversi¨®n sexual provoc¨® clamor en Honduras. Alg¨²n diputado lleg¨® hasta pronunciarse categ¨®ricamente a favor de que se expulse a los gringos.

A unos 100 kil¨®metros de la capital, una joven maestra de Comayagua advirti¨® que idgunos ni?os se dorm¨ªan en clase, y averigu¨® que el motivo era que por las noches se iban con los gringos. Uno de sus alumnos le relat¨®, en una conversaci¨®n grabada, las perversiones a que le somet¨ªan algunos soldados norteamericanos de la cercana base de Palinerola.

La caridad de EE UU

La grabaci¨®n de la maestra se pas¨¦ en Tegucigalpa ante un grupo de personas reunidas en un seminario para discutir sobre la identidad nacional, una ola de indignaci¨®n recorri¨® las p¨¢ginas de la Prensa hondure?a. Se trata de algo sin precedentes en la historia reciente de un pa¨ªs que se sostiene a duras penas a base de la caridad de Estados Unidos, que ha convertido Honduras en, una especie de portaviones y base para los ataques.contra Nicaragua.

Las denuncias sobre abusos a los ni?os de Comayagua fueron acompa?adas de publicaciones sobre la presencia del SIDA en la localidad. Se habla de varias prostitutas que presuntamente fueron contaminadas por soldados norteamericanos.

El vicepresidente del Congreso Liberal, Jorge Maradiaga, del mismo partido que el. presidente de Honduras, Jos¨¦ Azcona, pidi¨® "una investigaci¨®n exhaustiva para establecer los extremos de la denuncia y, si ello es as¨ª, que se haga caer sobre los culpables el peso de la ley si es necesario y que esta gente se vaya del pa¨ªs, pues hay que tomar una decisi¨®n dr¨¢stica. Hay que ejercer un acto de so beran¨ªa". Seg¨²n Maradiaga, ning¨²n hondure?o bien nacido puede seguir soportando estos actos.

En un duro editorial titulado 'La verg¨¹enza nacional y los mucha, chos de Reagan', el diario de orientaci¨®n liberal El Tiempo escri bi¨® que "a cambio de unos pocos d¨®lares, que posiblemente servir¨¢n para quitar el hambre por un d¨ªa a familias humildes sumidas en la ignorancia y la miseria, los soldados sumen en la abyecci¨®n y el desenfreno a menores de edad que, adem¨¢s, son as¨ª iniciados en otros vicios fatales y, de remate, enfermados con males ven¨¦reos".

La Embajada de Estados Unidos en Tegucigalpa reaccion¨® con inquietud ante la campa?a. El primer secretario, Arthur Skop, declar¨® al enviado especial de EL PA?S: "Nos preocupan much¨ªsimo las informaciones sin base, falsas, tantas acusaciones sin prueba, que tienen un efecto negativo sobre la opini¨®n p¨²blica, que es muy positiva respecto a la cooperaci¨®n militar con Estados Unidos". Skop asegura: "No tienen ning¨²n indicio, y no tratamos de esconder nada. Si hay una base, queremos investigarlo". El diplom¨¢tico se pregunta por qu¨¦ las personas que conocen los casos de abusos sexuales con ni?os no acudieron a la polic¨ªa y a los jueces para denunciarlos. En la base de Palmerola, a escasos kil¨®metros de Comayagua, est¨¢n estacionados normalmente de 1.000 a 1.200 soldados norteamericanos. Durante las maniobras, la cifra llega hasta 4.500. La presencia militar de EE UU en Comayagua es evidente. Soldados en uniforme y de pa¨ªsapo, veh¨ªculos militares por la calle, al lado de la catedral. Bajo un sol implacable van dos soldados norteamericanos de uniforme con unas sand¨ªas bajo el brazo. Detr¨¢s, a tres metros, siguen dos ni?os hondure?os,

El comandante de la polic¨ªa de Palmerola, mayor Alfiredo Luque, lleva s¨®lo dos meses en el puesto. El militar explica que los primeros d¨ªas recorri¨® de paisano las calles de la ciudad, hasta los rincones m¨¢s s¨®rdidos, para hacerse una imagen de la situaci¨®n. Reconoce el mayor que vio ni?os en los prost¨ªbulos y orden¨® una campa?a de recogida de esos menores. "Los arrestamos para hacer llegar a sus padres, pero ninguno se acerc¨®", dice el militar, que denuncia la "irresponsabilidad paterna", pero asegura que a ¨¦l no se le present¨® n¨ªnguna denuncia.

Miedo

La maestra Berta Rubi, subdirectora de una escuela, es de las pocas personas que se atreven a hablar en Comayagua. Otras colegas suyas dicen que tienen miedo a perder el trabajo o a que les corten la lengua. Berta Rubi dice: "El a?o pasado encontr¨¦ problemas con ni?os, que se quedaban dormidos en clase. Yo los dejaba dormir, y cuando se despertaban les preguntaba y me dec¨ªan que andaban con los norteamericanos. Ellos me dec¨ªan que les buscaban putas y los acompa?aban a los prost¨ªbulos; eran ni?os de siete, ocho y nueve a?os. Yo les ped¨ªa que vinieran a verme con sus padres, pero nunca lo hac¨ªan. Aqy¨ª todo el mundo tiene miedo."

La maestra, que tambi¨¦n teme que le "corten la lengua por hablar", se indigna de que el embajador norteamericano les haya acusado.de comunistas "por difundir esas informaciones". La mujer es activista del Partido Liberal, que gobierna Honduras, y participa en el movimiento de Cursillos de Cristiandad.de la parroquia. Se hizo famosa por las declaraciones que hizo a la Prensa sobre cuatro ni?os que encontr¨® dormidos en un mont¨®n de basura. Asegura la maestra que uno de los ni?os ten¨ªa llagas alrededor de la boca, que ella atribuye a que hab¨ªa contra¨ªdo una enfermedad ven¨¦rea. Otro ni?o ten¨ªa la cabeza llena de restos de semen.