Fuerte resistencia de nueve familias de Chamber¨ª al desalojo de sus casas desahuciadas

Las nueve familias que habitan parte del inmueble del n¨²mero 5 de la calle del General ?lvarez de Castro, en el distrito de Chamber¨ª, fueron desalojadas ayer de sus casas oponiendo una fuerte resistencia, hasta el punto de que los funcionarios tuvieron que descerrajar las puertas de dos viviendas en las que se hab¨ªan atrincherado. La concejala del distrito, Pilar Fern¨¢ndez, reconoci¨® que los ¨²nicos beneficiados son los propietarios del inmueble, pero afirm¨®: "El edificio est¨¢ en ruina inminente, y los vecinos, en peligro. Hab¨ªa que desalojar".

A las doce de la ma?ana, una mujer joven, Isabel S¨¢nchez, vecina del inmueble, afirmaba: "No nos iremos por nuestra propia voluntad. Nos quedaremos aqu¨ª hasta que nos echen". En esos momentos, mediod¨ªa, los enseres y muebles de varias de las casas estaban ya cargados en un cami¨®n de mudanzas municipal.En el interior del edificio, Mar¨ªa del Carmen Moreno, una mujer mayor, no pod¨ªa contener las l¨¢grimas y contaba su drama personal entre sollozos: "Mi marido y yo llevamos viviendo aqu¨ª 11 a?os, alquilados; pero hace seis meses que comprarnos uno de los pisos bajos al propietario, por 600.000 pesetas. Nosotros sab¨ªamos que el edificio estaba bastante mal, pero no ten¨ªamos idea de que fueran a desalojarlo por ruina total. El propietario nos ha enga?ado. Ahora estamos en la calle y tenemos que pagar a la caja de ahorros las 25.416 pesetas del cr¨¦dito que pedimos. Mi marido tiene una pensi¨®n de 32.000 pesetas mensuales".

Los alquileres que pagaban hasta ayer los vecinos del inmueble oscilaban entre las 10.000 pesetas mensuales para los inquilinos m¨¢s recientes hasta las 400 pesetas de los m¨¢s antiguos.

En el segundo piso y en la buhardilla, cuatro personas se hab¨ªan atrincherado en sus casas. A trav¨¦s de las ventanas acusaban a los funcionarios municipales de dejarlas en la calle sin preocuparse de lo que les pasar¨ªa posteriormente. Despu¨¦s de casi dos horas de tiras y aflojas, los funcionarios cumplieron la orden de desalojo por ruina inminente, dictada por la Gerencia Municipal de Urbanismo: las puertas fueron descerrajadas a base de golpes de martillo y destornillador, y los escasos muebles del interior, trasladados al cami¨®n.

A pocos centenares de metros del lugar del desalojo, en la plaza de Chamber¨ª, la concejala del distrito, la socialista Pilar Fern¨¢ndez, era informada peri¨®dicamente de las incidencias del desahucio. "La Junta Municipal no puede aportar soluciones definitivas en casos como ¨¦ste. No tenemos pisos que ofrecer a los vecinos. Podemos ofrecerles el pago de una pensi¨®n por un tiempo prudencial o incluso, a los vecinos m¨¢s j¨®venes, subvencionarles la entrada para alquilar otro piso, pero no podemos hacer mucho m¨¢s", dijo.

"Los ¨²nicos beneficiados de todo esto", a?adi¨® la concejala, "son los propietarios del inmueble, que han eludido sus responsabilidades de efectuar las obras de consolidaci¨®n necesarias. El Ayuntamiento ya realiz¨® obras menores de consolidaci¨®n del edificio hace tres a?os, en sustituci¨®n de los propietarios, pero tampoco tenemos medios para arreglar todos los edificios con problemas de ruinas del casco urbano". "Hasta ahora, las medidas de presi¨®n con las que contamos", afirm¨® Pilar Hern¨¢ndez, "para evitar estas situaciones son las de poner sanciones a los propietarios, pero est¨¢ claro que eso no basta".