Ser o no ser en el congreso de abril
El congreso de la Federaci¨®n del Metal de UGT, clausurado ayer en Barcelona, ha abierto uno de los debates m¨¢s ricos de la familia socialista: el papel que los sindicatos han de jugar en una sociedad cambiante en la que, muchas veces, los intereses de las organizaciones obreras y de sus partidos hermanos -m¨¢s cuando ¨¦stos se encuentran en el poder- se entrecruzan.El debate que se plantea a partir de este momento presenta serias dificultades posiblemente haya de requerir un tiempo de reflexi¨®n. Porque, en apariencia, no se trata de renunciar a principios fundamentales, ni tampoco ninguna de las dos opciones que han aparecido en. el sindicato a partir de la reuni¨®n de Barcelona significan cambios profundos en la ideol og¨ªa socialista.
Sin embargo, s¨ª plantea la aparici¨®n de discrepancias relacionadas con la pr¨¢ctica sindical y sobre todo con el papel de las centrales de clase. Esta misma cuesti¨®n est¨¢ apareciendo en los movimientos sindicales europeos, y ayer Redondo recordaba que es un debate que no debe asustar porque no s¨®lo se produce en la UGT y deb¨ªa abordarse con serenidad y sosiego.
Antonio Puerta dibuja un sindicalismo que no invade competencias pol¨ªticas y que limita voluntariamente su ¨¢mbito de actuaci¨®n. Propugna lo que ¨¦l mismo define como profesionalizaci¨®n, en un deseo de facilitar las tareas respectivas de sindicatos y partidos. Pero mantiene el concepto de sindicato de clase, la necesidad de que los sindicatos asuman la defensa de los intereses de los trabajadores y su importancia como instituci¨®n social. Las resoluciones aprobadas ayer por la Federaci¨®n del Metal mantienen estos principios.
Nicol¨¢s Redondo ampl¨ªa, sin embargo, el papel de las organizaciones obreras al conjunto de la sociedad y la necesidad de involucrar al sindicato en ¨¢mbitos aparentemente muy apartados de lo laboral. Redondo viene a decir que todo es pol¨ªtica y el sindicato no puede ni debe hurtarse a esta realidad porque corre el riesgo de separarse de las preocupaciones de la sociedad espa?ola. En la tarea sindical de Redondo entra la participaci¨®n de UGT en los movimientos por la paz, en la educaci¨®n, en la ecolog¨ªa, en los problemas de la mujer, de los ni?os y de los ancianos.
Preferencias del PSOE
Esta filosof¨ªa no es evidentemente compartida por el PSOE, que prefiere una central m¨¢s entregada a cuestiones laborales que le permita desarrollar con las m¨ªnimas interferencias su propia pol¨ªtica. En Barcelona estas alternativas no han hecho m¨¢s que insinuarse, en parte, por la misma ambig¨¹edad con que han sido planteadas. Pero, sin duda, la politizaci¨®n o despolitizaci¨®n impregnar¨¢ los trabajos del congreso confederal de abril. UGT se enfrenta ahora a una cuesti¨®n clave para su futuro y sobre todo para sus relaciones con el partido socialista. Tradicionalmente, en la ejecutiva de UGT ha habido una representaci¨®n de la ejecutiva del partido. Y no hay que olvidar que por encima de las resoluciones es la pr¨¢ctica sindical que imprimen los ¨®rganos de direcci¨®n lo que mejor define la filosof¨ªa de una organizaci¨®n. En consecuencia, de la composici¨®n de la ejecutiva que- salga en abril depender¨¢ qu¨¦ opci¨®n sindical sale triunfante.
La Federaci¨®n del Metal -y algunos de sus miembros ya lo han insinuado- no van a aceptar una direcci¨®n totalmente alineada con la idea que Redondo representa, y quieren que en ella se recoja la pluralidad. Habr¨¢ que esperar a saber si la filosoria que ¨¦l defiende llevar¨¢ o no a que en la pr¨®xima ejecutiva est¨¦ claramente representado el PSOE.
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