Turqu¨ªa, una democracia con muchos peros
Los pol¨ªticos turcos, con gran pudor, s¨®lo se refieren al golpe militar de 1980 por su fecha. Con oriental prudencia, lo llaman el 12 de septiembre. Excepto unos 5.000 presos, 400 pol¨ªticos profesionales privados de sus derechos c¨ªvicos y m¨¢s de 500 condenados a cadena perpetua, el pa¨ªs ha asimilado sin gran trauma aquella ma?ana de verano en la que los carros de combate salieron de paseo. En seis decenios, Turqu¨ªa se ha acostumbrado a la libertad condicionada que promulg¨® en 1923 Mustaf¨¢ Kemal Ataturk, el hombre que ech¨® al sult¨¢n y llev¨® el laicismo y la occidentalizaci¨®n al que ahora es el ¨²nico pa¨ªs musulm¨¢n de la OTAN y un observatorio gigantesco y permanente sobre la Uni¨®n Sovi¨¦tica.
Como una especie de despotismo ilustrado, la tutela militar ataturkista fue en 1923 un chorro liberador contra la tiran¨ªa otomana, pero tambi¨¦n un latigazo de laicismo y occidentalizaci¨®n contra la mayor¨ªa de una, poblaci¨®n. Se prohibi¨® el velo femenino, el fez masculino y, en 1928, hasta el alfabeto ar¨¢bigo. A veces, los militares bajan la guardia y los pol¨ªticos se les encabritan. De los seis presidentes de la Rep¨²blica turca, s¨®lo uno, Celal Bayar, fue civil.Tras yugular en 1980 una democracia de cuatro partidos ya casi desangrada por balas terroristas de derecha e izquierda, con un saldo de m¨¢s de ocho muertos diarios, el general Kenan Avren dio el visto bueno, previa aprobaci¨®n de una Constituci¨®n con tantas limitaciones como libertades, a tres nuevas formaciones pol¨ªticas que el 6 de noviembre de 1983, celebraron elecciones condicionadas. De las dos formaciones de derechas y una de izquierdas autorizadas, gan¨® el conservador Partido de la Madre Patria, deTurgut Ozal.
Si existiera un Opus De? isl¨¢mico, el tecn¨®crata Ozal militar¨ªa en ¨¦l. Es el primer jefe de Gobierno de la Turqu¨ªa laica que mand¨® en una ocasi¨®n detener a la hora del rezo la caravana de Mercedes negros en la que viajaba por el pa¨ªs.
A Dios rogando...
A Dios orando y con el mazo dando, los pa¨ªses ¨¢rabes se han convertido en el principal socio comercial de Turqu¨ªa, y la guerra Irak-Ir¨¢n, en su mayor negocio. Irak saca su petr¨®leo por un oleoducto turco y va a construir otro. Tambi¨¦n Teher¨¢n proyecta tener su oleoducto turco. Ir¨¢n ha alquilado ¨²ltimamente 2.000 camiones turcos para su transporte con Europa. Est¨¢ prohibido el tr¨¢nsito de armas con destino a cualquiera de las dos partes beligerantes, pero la considerable industria armament¨ªstica turca quiere cooperar con la iraqu¨ª.
No por marcar cierto regreso al islam, en contra de los principios ataturkianos, descuida Ozal la vocaci¨®n europe¨ªsta de Turqu¨ªa. Hace dos meses, su Gobierno inici¨® una ofensiva para el ingreso en la Comunidad Europea, con la que Ankara tiene un tratado de asociaci¨®n que data de 1963.
Los mismos pol¨ªticos que no se atreven a llamar golpe al golpe aseguran con muchos peros que en Turqu¨ªa hay democracia. "Puedo asegurarle que Turqu¨ªa es hoy un pa¨ªs democr¨¢tico, lo que hay que reformar es la dimensi¨®n, los l¨ªmites, y la profundidad de esa democracia", declaraba a EL PA?S Aydin Gurkan, presidente del Partido Socialdem¨®crata Popular.
Cuando gane las elecciones, dice Gurkan, su partido introducir¨¢ 60 modificaciones a otras tantas leyes imperfectas. "Modificaremos desde la ley sindical hasta, la de universidades, lo relativo a los derechos del hombre y la supremac¨ªa de la ley, para situar a Turqu¨ªa al nivel de los pa¨ªses europeos", dice.
Recientes sondeos de opini¨®n conceden al Partido Socialdem¨®crata Popular un 36% de los votos, contra un 34% para la derecha del Partido de la Madre Patria, actualmente en el poder. Pero la izquierda socialdem¨®crata tiene la conciencia turbada por los reproches de oportunismo que le lanza su l¨ªder hist¨®rico, Bulent Ecevit, todav¨ªa privado de sus derechos c¨ªvicos por seis a?os m¨¢s. Ecevit acusa a Guskan de haberse alzado con sus masas con permiso de los generales que prohibieron el Partido Republicano Popular de Ecevit, fundado por Ataturk. En su lugar, propiciaron la formaci¨®n de un partido de izquierda moderada a cargo de Erdal Inonu -hijo del que fuera presidente y compa?ero de Ataturk Ismet Inonu- que, posteriormente, se ali¨® con el grupo de Gurkan.
La Internacional Socialista no reconoce m¨¢s que a Ecevit. Los nuevos socialdem¨®cratas quieren obtener el apoyo de la internacional. A este fin, Gurkan piensa visitar a Felipe Gonz¨¢lez dentro de unas semanas. Entretanto, la esposa de Ecevit, Rahsan, ha fundado el Partido de Izquierda Democr¨¢tica. Si el apellido Ecevit logra aglutinar el 8% de votos que le conceden las encuestas, los socializantes de Gurkan e Inomi podr¨ªan perder las elecciones de 1988.
Tambi¨¦n la derecha tradicional est¨¢ dividida entre colaboracionistas de Turgut Ozal, que fue cerebro econ¨®mico de Suleim¨¢n Demirel cuando este fue primer ministro, antes del golpe, y el Partido de la Recta V¨ªa, que sigue honrando a Demirel, privado tambi¨¦n de sus derechos civiles, pero que dirige esta formaci¨®n desde la sombra. A finales de febrero sus dirigentes organizaron a su l¨ªder moral una sonada fiesta en uno de los hoteles m¨¢s c¨¦ntricos de Ankara.
A la puerta del hotel donde Demirel recibi¨® en obligado silencio el homenaje de sus simpatizantes, la masa coreaba: "Suleim¨¢n el magn¨ªfico". La polic¨ªa se limit¨® a dirigir el tr¨¢fico. Tambi¨¦n el l¨ªder isl¨¢mico Necmetin Erbakan est¨¢ privado de sus derechos pol¨ªticos. Ha camuflado a sus seguidores tras las siglas del Partido de la Prosperidad. Son isl¨¢micos a su manera.
En Turqu¨ªa, pa¨ªs de 53 millones de habitantes, cabe Espa?a y media y el paro es del 20%, sin contar el desempleo encubierto campesino. Su producto nacional bruto fue el a?o 1983 de 51.000 millones de d¨®lares, contra 186.000 millones en Espa?a. La renta per c¨¢pita era aquel a?o de 1.074 d¨®lares, contra casi 5.000 en Espa?a. El Gobierno de Turgut Ozal prosigue una pol¨ªtica monetarista, con sueldos frecuentes de 15.000 pesetas al mes y un nivel muy bajo de prestaciones. El sindicato de izquierdas, Disk, y las agrupaciones laborales de extrema derecha fueron prohibidas tras el golpe. S¨®lo funcionan los sindicatos progubernamentales Turkis, que el 22 de febrero movilizaron en Esmirna a 50.000 personas contra el Gobierno cuando ¨¦ste m¨¢s lo necesitaba, para dar muestras de libertad sindical de cara a Europa y el Mercado Com¨²n.
Derechos humanos
Bajo la ley marcial o el estado de emergencia s¨®lo siguen hoy las ocho provincias orientales en las que opera la guerrilla kurda. Se han reforzado, en cambio, los poderes de la polic¨ªa. El Gobierno dice que ha emprendido la lucha contra la crueldad que siempre rein¨® en las c¨¢rceles turcas y ha sometido en febrero un informe confidencial sobre la tortura ante la comisi¨®n de derechos humanos del Consejo de Europa.
La Prensa asegura haber sido reconocido corno libre por el Instituto Internacional de Prensa, pero hace poco fueron condenados a seis a?os de prisi¨®n Ercumet Ozkan, director de la revista Iktibas y el periodista Mehmet Coban. Pedir la legalizaci¨®n de los comunistas ser¨¢ durante a?os cosa de locos o de ut¨®picos.
Vino tinto en botellas de cola
En algunos restaurantes de tercera categor¨ªa donde hasta hace tres a?os se pod¨ªa beber todo el vino que se pagara, hoy se toma tinto disfrazado en botellas de cola. Se est¨¢ preparando una ley que proh¨ªba el alcohol en 200 metros a la redonda de las mezquitas, muy abundantes en Turqu¨ªa. El islam vuelve y a la mayor¨ªa de los turcos eso no les molesta porque es lo suyo. Vuelve a remolque de los capitales saud¨ªes, pero si los ?mames exageran, los militares podr¨ªan frenarlos en seco.Durante siglos, el ciudadano culto del imperio otomano vivi¨® una situaci¨®n de esquizofrenia ling¨¹¨ªstica: escrib¨ªa de ciencia en ¨¢rabe; de amor y poes¨ªa, en persa, y hablaba, en casa, turco. Mustaf¨¢ Kemal Ataturk leg¨® a su muerte, en 1938, toda su fortuna personal a un instituto encargado de purificar el turco de la enorme influencia ¨¢rabe y persa. Las autoridades militares han sustituido esa fundaci¨®n por un organismo estatal de menos celo. Mientras tanto, la lengua santa, el ¨¢rabe, fue impuesta como obligatoria en las escuelas en 1982.
Ali Riza Demircan, el imam sex¨®logo, vendi¨® el a?o pasado cientos de miles de ejemplares de su obra La vida sexual en el islam. Este manual del buen amor musulm¨¢n fue prohibido, pero sigue revendi¨¦ndose como pan caliente. Ali Riza define el islam como relaci¨®n personal del hombre con Dios y no cree en la instituci¨®n del califato, que Jomeini querr¨ªa encarnar tras haber sido abolida por Ataturk el a?o 1924.
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