Espectacular reacci¨®n canaria con tres goles en cuatro minutos

, Hac¨ªa muchos a?os en el Estadio Insular que no se escuchaba una ovaci¨®n tan clamorosa y prolongada como la que son¨® anoche. La Uni¨®n Deportiva Las Palinas marc¨® tres goles en cuatro minutos y levant¨® el partido al Real Madrid en el ¨²ltimo cuarto de hora del encuentro. La afici¨®n del equipo amarillo, que suele ser siempre bastante voluble, pas¨® de cantar el consabido "as¨ª, as¨ª, as¨ª gana el Madrid", despu¨¦s del primer gol de Cholo, que empataba a uno el partido, a vociferar otro eslogan que rezaba "as¨ª, as¨ª, as¨ª pierde el Madrid". Para el p¨²blico que llen¨® a rebosar los grader¨ªos, lo que ocurri¨® anoche en el Insular fue un milagro. Cuando Butrague?o marc¨® el 1-3 de penalti (m. 76), ya nadie daba un solo duro por el equipo canario, ni tan siquiera hab¨ªa alguien capaz de apostar por el empate.

A partir del tercer gol del Madrid, pareci¨® que las esperanzas de obtener un resultado positivo ante el diezmado campe¨®n se hab¨ªan desvanecido. Las Palmas se mostr¨® muy nerviosa durante toda la primera mitad, si bien es verdad que las mayores ocasiones de peligro siempre fueron creadas por el once titular de Ruiz Caballero. La Uni¨®n Deportiva lleg¨® muchas veces con peligro al ¨¢rea de Agust¨ªn, aunque siempre lo hizo de forma muy deslavazada. Koke Contreras, Narciso, Santis y Saavedra, dispusieron de m¨²ltiples ocasiones que desaprovecharon. Sin embargo, la oportunidad m¨¢s clara la tuvo el Madrid a los siete minutos de iniciado el encuentro, cuando Mart¨ªn V¨¢zquez estrell¨® un bal¨®n en el larguero, con el meta P¨¦rez totalmente batido.

La Uni¨®n Deportiva Las Palmas pon¨ªa el coraje y el nervio -sobre todo el nerviosismo-, mientras que el equipo madridista mostraba con hechuras su experiencia y su tranquilidad, m¨¢s pensando en el partido del pr¨®ximo mi¨¦rcoles, contra el Inter de Mil¨¢n, que en el posible r¨¦cord de puntutaci¨®n.

El entrenador del Inter, Mario Corso, estuvo en el Estadio Insular para espiar a un Real Madrid que no fue tal, puesto que m¨¢s de la mitad del once titular estuvo formado por jugadores que habitualrriente no visten la camiseta blanca cada jornada. El canario Luis Molowny no estuvo en el banquillo, porque se march¨® a Italia a inspeccionar por los hoteles de Mil¨¢n, ya que no hab¨ªa partidos de Liga italiana.