Waldheim pierde apoyo en el pueblo austriaco tras las noticias sobre su pasado nazi
Un triste sarcasmo son ya hoy en Austria, un mes antes de las elecciones presidenciales, los carteles que piden el voto para el candidato democristiano del Partido Popular (OEVP). Kurt Waldheim, un hombre en el que el mundo conf¨ªa, reza uno de los lemas principales de esa propaganda, que muestra el rostro sonriente o l¨²cidamente circunspecto del ex secretario general de las Naciones Unidas. Desde que, el pasado mes, el diario norteamericano The New York Times y el semanario austriaco Profil publicaron graves acusaciones contra Waldheim por su supuesta implicaci¨®n en cr¨ªmenes de guerra en Yugoslavia y Grecia durante la ocupaci¨®n nacionalsocialista, son tambi¨¦n muchos m¨¢s los que desconf¨ªan de este hombre aqu¨ª, en su patria austriaca.
A falta de nuevas revelaciones contra Waldheim, anunciadas para esta semana por el Congreso Nacional Jud¨ªo (WJC) -y sin que se hayan presentado pruebas de que el ex secretario general de la ONU participara efectivamente en la represi¨®n de los partisanos yugoslavos o incluso en las deportaciones de los jud¨ªos griegos hacia el campo de exterminio de Auschwitz-, el caso Waldheim ha dividido ya profundamente a la sociedad austriaca. Tambi¨¦n ha causado un grave da?o a la imagen exterior de este peque?o pa¨ªs, hasta hace pocos a?os envidiado por su estabilidad pol¨ªtica, su paz social y el prestigio de sus Gobiernos.El esc¨¢ndalo sobre el pasado de Waldheim es el ¨²ltimo eslab¨®n de un largo deterioro del ambiente pol¨ªtico austriaco, que comenz¨® con la retirada de Bruno Kreisky, que durante 13 a?os como canciller socialista hab¨ªa logrado imponer su estilo personal y su gran categor¨ªa como estadista en la vida p¨²blica austriaca. Pese a los llamamientos a la moderaci¨®n del a¨²n presidente de la Rep¨²blica, Rudolph Kirchschlaeger, la tensi¨®n entre los dos grandes partidos austriacos, el Partido Socialista de Austria (SPO) y el democristiano Partido Popular Austriaco (OEVP), ha ido escalando durante los d¨ªas de Pascua.
Los democristianos acusan al SPO de haber orquestado la campa?a contra Waldheim utilizando para ello a sectores jud¨ªos en EE UU siempre dispuestos a seguir indicios que acusan a alguien de cr¨ªmenes de guerra. Seg¨²n el partido que presenta la candidatura de Waldheim, la campa?a para desprestigiarle ha sido preparada con conocimiento del actual canciller, Fred Sinowatz.
En Austria existe, sin embargo, la impresi¨®n de que Waldheim es, sea o no culpable de las graves acusaciones que se le hacen, en parte responsable del enfrentamiento social que se fragua aqu¨ª en tomo a su persona, por haber ocultado parte de su biograf¨ªa entre 1942 y 1945. Desde que surgieron las primeras revelaciones en su contra, Waldheim lo ha negado todo hasta que poco a poco le iban demostrando hechos hasta entonces refutados.
Son muchos los que no pueden sustraerse a la idea de que Waldheim actu¨® por oportunismo al integrarse en una organizaci¨®n nacionalsocialista de caballer¨ªa, para no cerrarse puertas en su profesi¨®n como jurista, y de que por oportunismo tambi¨¦n, omiti¨® esos datos en su biograf¨ªa de posguerra.
Pero tambi¨¦n es cierto que en este pa¨ªs, donde la omisi¨®n del pasado nacionalsocialista y la presentaci¨®n de Austria como la primera v¨ªctima del III Reich se convirti¨® tras la guerra en axioma para la reconstrucci¨®n nacional, la postura de Waldheim encuentra comprensi¨®n en muchos sectores.
Esta solidaridad con Waldheim. ha provocado en los ¨²ltimos d¨ªas una reacci¨®n patri¨®tica que algunos sectores pol¨ªticos de izquierda consideran muy peligrosa. Tambi¨¦n existe gran preocupaci¨®n en medios jud¨ªos austriacos de que el antisemitismo latente en el pa¨ªs disfrute de una resurrecci¨®n, como reacci¨®n contra "las organizaciones jud¨ªas internacionales que quieren decirnos a qui¨¦nes debemos votar", cosa que ya se oye decir en Viena.
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