Blanco para francotiradores

Los cascos blancos franceses, encargados de hacer el inventario de las continuas violaciones del alto el fuego acordado por los contendientes libaneses, estaban a media ma?ana de ayer concentrados en su cuartel general de la Residence des Pins, en Beirut. No es un lugar agradable, pero a ellos les debi¨® parecer maravilloso en comparaci¨®n con las posiciones previas de los dos ¨²ltimos a?os. Los cascos blancos eran blanco f¨¢cil para los francotiradores beirut¨ªes.

La Residence des Pins est¨¢ situada en plena l¨ªnea verde, que divide la zona cristiana y la musulmana. En sus tiempos fue un palacete que albergaba a los embajadores de Francia; hoy todo es desolaci¨®n a su alrededor, y en sus mismos muros est¨¢ la huella de los balazos.

Tras abandonar recientemente uno de sus puntos de observaci¨®n, en las monta?as pr¨®ximas a la capital, los cascos blancos s¨®lo controIaban tres, dos de ellos los m¨¢s altos rascacielos de Beirut: la torre Murr y la torre Rizk, situadas en los bordes de la l¨ªnea verde. El primero, en el lado musulm¨¢n; el otro, en el cristiano. El tercer lugar de observaci¨®n era otro edificio situado en las proximidades del palacio presidencial de Baabda, donde vive asediado el presidente Am¨ªn Gemayel.

Los cascos blancos llegaron a Beirut en un momento cr¨ªtico, cuando acababa de retirarse la fuerza multinacional (EE UU, Francia Italia y el Reino Unido) tras los atentados contra los marines norteamericanos y los paracaidistas franceses.