Ram¨®n Lillo reconoce que no rectific¨® la informaci¨®n por la que demand¨® a EL PA?S

El subcomisario de polic¨ªa Ram¨®n Lillo manifest¨® ayer ante el titular del Juzgado de Primera Instancia n¨²mero 4 de Madrid, Jes¨²s Nicol¨¢s Garc¨ªa de Paredes, que nunca utiliz¨® el seud¨®nimo de Lilo, con el que EL PA?S tampoco le identific¨®. En la confesi¨®n del polic¨ªa, en relaci¨®n con la demanda por derecho al honor presentada por ¨¦l mismo contra el director de EL PA?S, Juan Luis Cebri¨¢n, y el presidente de PRISA, Jes¨²s de Polanco, Lillo reconoci¨® que no hab¨ªa utilizado el derecho de rectificar la informaci¨®n publicada el 24 de agosto de 1985.

Tras declarar impertinentes dos de las nueve preguntas formuladas por la defensa de EL PA?S, el magistrado Garc¨ªa de Paredes plante¨® las restantes al confesante, quien dijo ocupar el cargo de jefe de la secci¨®n de investigaci¨®n policial de la Audiencia Nacional y utilizar en su actividad cinematogr¨¢fica el seud¨®nimo de Ray Nolan. Sobre otros datos publicados por EL PA?S en la informaci¨®n que origin¨® su demanda, Lillo manifest¨® que tuvo noticia de la agenda en la que figuraba su nombre y su seud¨®nimo a trav¨¦s del peri¨®dico, a partir de cuyo momento realiz¨® gestiones para averiguar la realidad de su existencia.

En busca de la agenda

Entre esas gestiones, Lillo se?al¨® la que hizo ante el Comisario General de Informaci¨®n, Jes¨²s Mart¨ªnez Torres, quien le manifest¨® desconocer la existencia de la agenda. A iniciativa del abogado de EL PA?S y tras exhibir a Ram¨®n Lillo una fotocopia aportada por dicha defensa, el magistrado le pregunt¨® si la fotocopia de la agenda fue recibida en la direcci¨®n general de la Polic¨ªa o en otro organismo policial. Lillo contest¨® que lo ignoraba, si bien hizo referencia a que hab¨ªa oido que se encontraba en poder de la Interpol.Sobre el no ejercicio del derecho de rectificaci¨®n respecto a la informaci¨®n publicada el 24 de agosto de 1985, Lillo afirm¨® que no dio importancia a lo publicado por nuestro peri¨®dico hasta que tuvo conocimiento de que la mesa de Herri Batasuna, en un comunicado sobre los Grupos Antiterroristas de Liberaci¨®n (GAL), dijo que tras el apellido Lillo se encontraba un alto polic¨ªa.

Asegur¨® que en lugar de ejercitar el derecho de rectificaci¨®n, trat¨® de llegar a un acuerdo con el peri¨®dico. A petici¨®n del abogado de EL PA?S reconoci¨® que tales intentos se produjeron despu¨¦s de la presentaci¨®n de la demanda.

Previamente, declar¨® el director de EL PA?S, Juan Luis Cebri¨¢n. El presidente de PRISA, Jes¨²s de Polanco, no pudo hacerlo por encontrarse ausente. Seis de las preguntas formuladas por la defensa de Lillo fueron declaradas impertinentes por el magistrado.

En respuesta a las que fueron formuladas por el magistrado, Juan Luis Cebri¨¢n neg¨® que conociera la existencia de una pretendida nota de rectificaci¨®n propuesta por el redactor Carlos Y¨¢rnoz a trav¨¦s de la asesor¨ªa jur¨ªdica del peri¨®dico. El jefe de esta asesor¨ªa, Diego C¨®rdoba, puntualiz¨® que tampoco ¨¦l ten¨ªa noticia de la existencia de dicha nota.