La nueva doctrina americana de intervenci¨®n

Aunque el encuentro en la cumbre de Ginebra entre el presidente Reagan y Gorbachov parece haber reducido las tensiones Este-Oeste, no ha tenido ninguna incidencia sobre las tensiones Norte-Sur. Se puede incluso decir que la nueva pol¨ªtica encaminada a mejorar las relaciones con Mosc¨² se ve acompa?ada de un endurecimiento hacia los movimientos y reg¨ªmenes revolucionarios del Tercer Mundo. Aunque se abstiene de hacer intervenciones militares directas, Estados Unidos ha aprobado acciones militares clandestinas contra un buen n¨²mero de estos. A¨²n m¨¢s inquietante, el Departamento de Defensa ha definido una nueva estrategia de confrontaci¨®n militar para los conflictos regionales del Tercer Mundo: la "estrategia de conflictos de baja intensidad". (...)Seg¨²n el cuadro del esquema de los conflictos del Pent¨¢gono, la evaluaci¨®n en la escala de violencia va desde los conflictos cl¨¢sicos de baja, mediana y alta intensidad hasta los conflictos nucleares, en principio limitados territorialmente, hasta llegar a la guerra nuclear intercontinental. El conflicto de baja intensidad se corresponde con una de las divisiones de este esquema, y se extiende desde el terrorismo y la violencia civil hasta la guerrilla, as¨ª como a las escaramuzas fronterizas y a todas las otras formas de enfrentamiento en las que no se llega al enfrentamiento directo entre Estados. Hoy en d¨ªa los conflictos de Afganist¨¢n, Angola, Camboya, L¨ªbano, Filipinas y de Am¨¦rica Central entran dentro de esta categor¨ªa. (...)

Concebida de este modo por los responsables de la Administraci¨®n, la doctrina de los conflictos de baja intensidad engloba tres tipos de operaciones militares: la contraguerrilla cl¨¢sica, la defensa activa contra el terrorismo y el mantenimiento de las guerrillas anticomunistas en el Tercer Mundo. El primer tipo fue inicialmente puesto en funcionamiento en Vietnam y reactivado posteriormente por el presidente Carter en 1980 cuando Estados Unidos asumi¨® la direcci¨®n y la responsabilidad de la lucha contra la guerrilla en El Salvador; las otras dos son, en gran medida, innovaciones de la Presidencia Reagan.

La contraguerrilla cl¨¢sica es el tipo de operaciones llevadas a cabo por Estados Unidos durante la primera fase del conflicto vietnamita: combina acciones militares y operaciones pol¨ªticas, econ¨®micas y psicol¨®gicas, para intentar neutralizar el apoyo de los campesinos a los combatientes revolucionarios. (...)

La defensa activa contra el terrorismo es la respuesta de la Administraci¨®n Reagan a lo que considera un incremento de la actividad terrorista en el Tercer Mundo. En sus or¨ªgenes, el terrorismo era considerado como una forma no militar de combate y no llegaba al umbral de conflicto de baja intensidad. Tras la destrucci¨®n del acuartelamiento de los Marines en Beirut se redefini¨® al terrorismo como una amenaza militar contra Estados Unidos, y necesitaba, por tanto, para ser neutralizado, una r¨¦plica militar. Esta postura se ha hecho p¨²blica en numerosas declaraciones de altos responsables de la Administraci¨®n y ha sido incorporada en la decisi¨®n de seguridad nacional n¨²mero 138 aprobada por Reagan el 3 de abril de 1984.(...)

La pol¨ªtica de apoyo activo a las insurrecciones anticomunistas en el Tercer Mundo es la respuesta favorita de la Administraci¨®n al expansionismo sovi¨¦tico. Descrita como la Doctrina Reagan, implica que Estados Unidos tendr¨ªa que pasar a la ofensiva y actuar concretamente en el derrocamiento de los reg¨ªmenes prosovi¨¦ticos. (...)

En virtud de este principio es por lo que la Administraci¨®n ayuda a la contra antisandinista, as¨ª como a las fuerzas antigubernamentales en Afganist¨¢n, Angola, Camboya y en cualquier otro pa¨ªs del Tercer Mundo dirigido por un r¨¦gimen aliado de la Uni¨®n Sovi¨¦tica.

31 de marzo