Christian Boyer
Pintor y escen¨®grafo, alejado de la actividad pol¨ªtica de su familia
Christian Boyer es el m¨¢s joven de una familia de cuatro hermanos. El mayor, Miguel Boyer, ex ministro de Econom¨ªa, le lleva 15 a?os. ?l tiene 31 y se dedica a pintar y a montar escenograf¨ªas como la de La reina del Nilo, obra teatral que ha recibido cr¨ªticas muy duras, a excepci¨®n, precisamente, de los decorados. Christian Boyer naci¨® en Ir¨²n (Guip¨²zcoa) porque era verano y su familia estaba all¨ª de vacaciones. Se cri¨® contemplando Sorollas, haciendo incursiones metaf¨ªsicas en la biblioteca familiar y aplic¨¢ndose en materias art¨ªsticas en el Liceo Franc¨¦s. Dice que su ¨²nico vicio es pasarlo bien y vivir tranquilo.
Su bisabuelo por l¨ªnea materna, Am¨®s Salvador, era un riojano que lleg¨® varias veces a ministro por el partido liberal de Sagasta, de quien era sobrino. Ten¨ªa como secretario a su hijo, Miguel Salvador, que tambi¨¦n se dedic¨® a la pol¨ªtica y a quien le gustaba relacionarse con los artistas. Conoci¨® a Diaguilev, el impulsor de los ballets rusos, y el compositor Manuel de Falla tocaba el piano en reuniones que organizaba en su residencia de Madrid.Christian Boyer pertenece a una familia de rancia tradici¨®n liberal, y ese abuelo al que no conoci¨® pero del que tiene muchas referencias -m¨¢s culturales que pol¨ªticas- fue condenado a muerte tras la victoria de Franco. Conmutada la pena, muri¨® en la c¨¢rcel de una enfermedad de pulm¨®n.
El padre de los Boyer se dedic¨® a la ingenier¨ªa. Los hijos tuvieron una educaci¨®n biling¨¹e, y Christian Boyer comenz¨® en el Liceo a preocuparse por el dibujo. Estudiante luego de arquitectura, abandon¨® la carrera en el primer curso porque, seg¨²n explica, "apenas se ofrec¨ªa un concepto human¨ªstico de las asignaturas que me parece fundamental".
Su primera exposici¨®n de pintura la realiz¨® a los 17 a?os y los cuadros mezclaban el expresionismo y el cubismo. Desde entonces ha montado otras seis muestras y la obra m¨¢s cara que ha vendido sobrepasaba las 200.000 pesetas.
Christian Boyer se reconoce como un "visual". El hecho de pintar le sirve para justificarse un poco de su tendencia al mutismo: "La pintura se explica por s¨ª misma cuando alguien la mira", dice. Unas gafas gruesas acent¨²an ese aire de seriedad que lo acompa?a incluso cuando habla, como ahora, mientras come bombones. Contesta con frases breves y en las respuestas se descubre una fuerte independencia que ¨¦l considera un rasgo familiar.
Su hermano mayor, Miguel, ha sido ministro de Econom¨ªa; el segundo, Agust¨ªn, es decorador y cre¨® los fondos de varias escenas de Cleopatra y de 55 d¨ªas en Pek¨ªn, cuando muchas grandes producciones del cine se realizaban en Madrid, en los estudios Samuel Brionston; el tercero, Nicol¨¢s, es economista.
Con todos ellos afirma tener una relaci¨®n muy normal, y a veces se re¨²nen. "Hacemos cosas muy distintas, pero nos respetamos", dice. A su hermano Miguel lo considera "una persona estupenda" y le molesta la publicidad que se da de su vida privada, "ese nivel de correveidiles y de alimentaci¨®n a base de noticias falsas que es, sobre todo, una pesadez".
Cercano a muchas actividades de la movida -la revista Madrid me Mata expuso varias obras suyas en un puesto de la feria de arte Arco 85-, Christian Boyer se recupera ahora del desgaste que le ha producido el largo proceso de montar una obra complicada como es La reina del Nilo. Est¨¢ dibujando los recuerdos que se trajo de un viaje a Egipto realizado el a?o pasado y que quiere repetir. Ellos ser¨¢n el tema de su pr¨®xima exposici¨®n.
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