Petr¨®leo y electricidad
Hay cuestiones tan introducidas en la vida cotidiana que han perdido inter¨¦s para estimular nuestra capacidad de reflexi¨®n sobre sus fundamentos m¨¢s profundos. Estoy convencido de que a finales del siglo pasado y despu¨¦s, todav¨ªa durante muchos a?s, los ciudadanos estrujar¨ªan sus mentes interrog¨¢ndose sobre el fen¨®meno de la electricidad, su transmisi¨®n por cable y su capacidad para mantener incandescente un m¨ªnimo filamento que disipara las tinieblas de la noche o de los cuartos oscuros. Los semblantes de aquellos ciudadanos se llenar¨ªan de satisfacci¨®n cuando al accionar un interruptor la luz se hac¨ªa. Hoy, la luz el¨¦ctrica es un fen¨®meno incorporado al modo cotidiano de vivir y s¨®lo acierta a llenarnos de frustraci¨®n cuando se funden los plomos o el interruptor no funciona. Yo creo que esto pasa porque ya no reflexionamos suficientemente sobre los fascinantes fundamentos f¨ªsicos y t¨¦cnicos de la electricidad. El misterio ha sido desvelado por el progreso, como muchos otros, y ha acabado por perder su capacidad de est¨ªmulo intelectual.Sin embargo, lo que parecen hechos establecidos y del entendimiento com¨²n a veces no lo son tanto. Y menos cuando los indicios impalpables del futuro se convierten en turbulencias en el presente o cuando perdemos la capacidad de predecir porque existe la incertidumbre.
Todo esto viene a cuento del petr¨®leo y la electricidad. La electricidad es una energ¨ªa producto de la transformaci¨®n de la energ¨ªa calor¨ªfica y mec¨¢nica que los combustibles t¨¦rmicos y los aprovechamientos hidroel¨¦ctricos y e¨®licos son capaces de producir. Es, por consiguiente, un denominador com¨²n de energ¨ªas primarias. Este es un aspecto que todo el mundo conoce y entiende; pero hoy es oportuna cierta reflexi¨®n en torno a este tema, en momentos en que los cambios de los precios del petr¨®leo pueden llegar a transformar cualitativamente los precios relativos de las fuentes primarias de energ¨ªa para el sector el¨¦ctrico.
Inestabilidad de precios
De hecho, una de las caracter¨ªsticas que podr¨ªan resumir la vida econ¨®mica de los ¨²ltimos tiempos es la inestabilidad de la estructura de precios de los productos energ¨¦ticos. Al ser ¨¦stos un componente b¨¢sico en la elaboraci¨®n de los dem¨¢s productos, sus reiteradas modificaciones imponen movimientos de adaptaci¨®n que normalmente acarrean costes elevados. Parece l¨®gico, en este contexto, que se incentive la b¨²squeda de tecnolog¨ªas con alto grado de flexibilidad en la utilizaci¨®n de energ¨ªas primarias.Prestemos atenci¨®n al mecanismo de generaci¨®n de energ¨ªa el¨¦ctrica. Como apuntaba, la electricidad puede obtenerse a partir de elementos tan distintos como el agua, el viento, el carb¨®n, el fuel o el uranio. Es m¨¢s, si se dispone de instalaciones adecuadas, la elecci¨®n entre una u otra fuente puede tomarse con s¨®lo unas horas de antelaci¨®n. Esta capacidad de s¨ªntesis permite utilizar, en cada momento, la fuente de menor coste.
Veamos los datos: tomando como referencia el precio oficial del Arabia ligero, el precio del barril, tras la espectacular subida en 1973, pas¨® de 13,7 d¨®lares en 1978 a 30 d¨®lares en 1980 y 34 d¨®lares en 1981, para descender a 29 d¨®lares en 1983.
En t¨¦rminos reales, este proceso supuso el alza del precio medio del barril desde nueve d¨®lares de 1973 en el per¨ªodo 1974-1978 a 17 d¨®lares de 1973 en el per¨ªodo 1980 1984.
Por su parte, la estructura de la energ¨ªa el¨¦ctrica de origen t¨¦rmico generada en nuestro pa¨ªs ha sido la siguiente:
La capacidad de adaptaci¨®n del sistema el¨¦ctrico a los cambios relativos de los precios de los combustibles t¨¦rmicos ha sido bastante espectacular. Esta capacidad ha determinado finalmente un notable porcentaje de la capacidad de adaptaci¨®n del pa¨ªs a la crisis energ¨¦tica disminuyendo, seguramente, los efectos negativos de la inercia de la pol¨ªtica econ¨®mica, que hasta 1977 no inicia pol¨ªticas de ajuste.
Sin embargo, la capacidad de adaptaci¨®n del sector el¨¦ctrico, que es, en definitiva, la capacidad de generar energ¨ªa con el combustible de menor precio por unidad t¨¦rmica, implica en cierta medida sobre dimensionamiento. Para que exista capacidad de elecci¨®n, tienen que existir alternativas, y ¨¦stas conllevan la existencia de instalaciones de combustibles diversificados con una potencia superior a las necesidades. El sobre dimensionamiento supone sobre costes de financiaci¨®n pero tambi¨¦n permite la elecci¨®n de alternativas de menor coste viable. No conozco que -est¨¦ realizado el ejercicio de comparaci¨®n -cuantitativa entre ambos efectos contrapuestos, pero tal vea sea ¨¦sta una primera reflexi¨®n cuyo balance tendr¨ªa inter¨¦s hacer.
La nacionalizaci¨®n de la red
La gesti¨®n eficiente de la generaci¨®n y el transporte de electricidad exige por su parte una adecuada organizaci¨®n institucional que canalice la adopci¨®n de decisiones desde la ¨®ptica de los costes variables globales del pa¨ªs. Este instrumento fue creado mediante la nacionalizaci¨®n en 1985 de la Red de Alta Tensi¨®n y la definici¨®n como servicio p¨²blico de la explotaci¨®n unificada del sistema el¨¦ctrico nacional. Simult¨¢neamente se constituyeron Red El¨¦ctrica de Espa?a como empresa estatal gestora del servicio p¨²blico y la delegaci¨®n del Gobierno en la Explotaci¨®n de Sistema El¨¦ctrico, como organismo mediante el cual la Administraci¨®n ejercer¨¢ funciones de control, seguimiento e inspecci¨®n de la explotaci¨®n.No se puede especular sobre qu¨¦ hubiera pasado en 1985 con el consumo de combustible si Red El¨¦ctrica no hubiera sido creada en el primer mes de ese a?o, aunque tampoco puede contradecirse la idea de que en este sector una gesti¨®n centralizada tiene menos tendencia a consumir fuel que una gesti¨®n descentralizada. Obvio es, sin embargo, que si en 1985 el consumo de fuel en centrales el¨¦ctricas disminuy¨® a la mitad del consumido en 1984, en el primer trimestre de 1986 ha disminuido a un tercio del consumido en el mismo per¨ªodo de 1985. Modificaciones en los precios relativos de las energ¨ªas primarias o razones econ¨®micas globales del pa¨ªs permitir¨ªan un cambio radical en la estructura de consumo de combustibles en la generaci¨®n de electricidad. El instrumento para una r¨¢pida respuesta de adaptaci¨®n existe porque existen ¨®rganos p¨²blicos que centralizan las decisiones y porque las instalaciones en su conjunto contienen todav¨ªa gran flexibilidad para cambiar la estructura del consumo energ¨¦tico primario.
Francia inici¨® hace ya algunos a?os una agresiva pol¨ªtica de generaci¨®n nuclear con objeto de reducir costes el¨¦ctricos. Ello pasaba por una cierta integraci¨®n vertical del sector de bienes de equipo nucleares en la organizaci¨®n empresarial el¨¦ctrica francesa (¨²nica y p¨²blica en Francia) y por una intensa campa?a comercial de penetraci¨®n el¨¦ctrica en la industria y las econom¨ªas dom¨¦sticas que absorbiera los fuertes incrementos de potencia previstos. Esta pol¨ªtica es, sin duda, arriesgada, o al menos no est¨¢ exenta de pol¨¦mica. Sin embargo, su componente todo el¨¦ctrico se conjugar¨ªa adecuadamente, en Espa?a, con una pol¨ªtica de independencia energ¨¦tica. Hay ah¨ª, pues, una experiencia que podr¨ªa sernos ¨²til en la l¨ªnea de las reflexiones que hoy, con una nueva crisis del petr¨®leo (aunque en este caso sea inversa), debemos hacer.
Las reflexiones
Tres reflexiones propongo, por consiguiente, aunque tan s¨®lo sea a t¨ªtulo, de puro ejercicio intelectual, que siempre ser¨¢ gratificante, incluso, si esas reflexiones nos acabaran llevando a descartar las ideas que las estimulan:1. Mantener una capacidad instalada suficiente para elegir alternativas de cobertura de la demanda de potencia y energ¨ªa. Ello ayudar¨ªa a estabilizar la econom¨ªa frente al impacto de futuras crisis energ¨¦ticas.
2. Desarrollar una pol¨ªtica de todo el¨¦ctrico. Aumentar la penetraci¨®n de la energ¨ªa el¨¦ctrica en el consumo energ¨¦tico del pa¨ªs est¨¢ justificado por el car¨¢cter de s¨ªntesis de energ¨ªas primarias que contiene la energ¨ªa el¨¦ctrica, y con ello, el aumento de capacidad del pa¨ªs para adaptarse a los cambios relativos de precios energ¨¦ticos.
3. Consolidar una gesti¨®n unificada que permitir¨¢ explotar de manera ¨®ptima los recursos de transformaci¨®n energ¨¦tica de las fuentes primarias de energ¨ªa.
Estas ser¨ªan algunas reflexiones sobre el sector el¨¦ctrico que la inestabilidad de los precios del petr¨®leo ha tenido la virtud de estimular, una vez m¨¢s, aunque el misterio est¨¦, desde hace tiempo, como tantos otros, desvelado.
Jorge Fabra Utray es delegado del Gobierno en la Explotaci¨®n del Sistema El¨¦ctrico.
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