Los beneficios de bancos y cajas de ahorro ascendieron a 307.000 millones de pesetas en 1985
Los bancos y cajas de ahorro obtuvieron en 1985 unos beneficios totales antes de impuestos de 307.000 millones de pesetas -191.000 millones, los bancos, y 116.000, las cajas de ahorro-, seg¨²n los datos facilitados por el Banco de Espa?a, que representan un fuerte crecimiento de los alcanzados por los bancos y un estancamiento por parte de las cajas de ahorro respecto a los de un a?o antes. La aplicaci¨®n de la llamada ley de activos financieros, que supuso un fuerte empuje a la reducci¨®n de los costes financieros, ha sido la palanca a la que las entidades se sumaron para lograr mantener su rentabididad.
Los beneficios de bancos y cajas de ahorro en valores absolutos han sido los m¨¢s elevados conseguidos nunca por estas entidades. La mejor¨ªa se ha notado en 1985 porque los bancos en crisis, que hasta entonces hab¨ªan presentado resultados negativos en su conjunto, obtuvieren beneficios con los que amortizar parte de las p¨¦rdidas de a?os anteriores. Otra de las caracter¨ªsticas del ejercicio pasado, seg¨²n los resultados publicados en el Bolet¨ªn Econ¨®mico del Banco de Espa?a, es la tendencia de las cajas a acercanse, en todos los renglones, a los bancos. La reducci¨®n general de dotaciones a provisiones para morosos y fallidos es otra de las normas generales. Todo ello sin perjuicio de que cada entidad en particular haya actuado, voluntaria o forzadamente, de forma individual.El an¨¢lisis que el Banco de Espa?a hace de las cuentas de resultados de las entidades financieras muestra diferencias sustanciales con los efectuados en a?os anteriores y se?ala los posibles puntos sobre los que la autoridad monetaria, en su papel de supervisor bancario, puede incidir en a?os venideros.
El primero de ellos y m¨¢s significativo, es sin duda el acercamiento entre bancos y cajas de ahorro a la hora de obtener rentabilidad. El estrechamiento del margen financiero en ambos tipos de entidades es similar, y, lo que puede preocupar m¨¢s, los tipos de inter¨¦s efectivamente aplicados por los cajas est¨¢n ya muy cerca a los de los bancos.
Hasta ahora las cajas tomaban los dep¨®sitos a tipos de inter¨¦s m¨¢s bajos en media de lo que lo hac¨ªan los bancos, al tiempo que prestaban dinero tambi¨¦n a costes m¨¢s reducidos. Durante 1985 la diferencia en ambos casos se ha reducido. Los bancos, espoleados por la baja demanda de cr¨¦dito y por su acercamiento hacia los particulares, han reducido sus tipos de inter¨¦s de operaciones de pr¨¦stamos y cr¨¦ditos en mayor proporci¨®n de lo que lo hicieron las cajas de ahorro. Pero tambi¨¦n, y esto es lo m¨¢s significativo, los costes medios del pasivo de la banca se han aproximado mucho a los de las cajas de ahorro. En la pr¨¢ctica ahora casi no existen ya diferencias, lo que reforzar¨¢ las posiciones de las cajas de ahorro que quieren libertad de expansi¨®n territorial para poder competir en igualdad de condiciones con los bancos.
Recursos caros
La pol¨ªtica de expansi¨®n de las cajas les ha forzado a seguir captando recursos ajenos casi a cualquier precio, bas¨¢ndose en que los costes medios segu¨ªan siendo inferiores a los de la banca. Pero la entrada en vigor de la ley de activos financieros oblig¨® a los bancos a replantearse su pol¨ªtica de crecimiento de pasivo a ultranza y, sobre todo, les permiti¨® rebajas considerables de sus costes financieros que de otra forma no habr¨ªan acometido de forma tan global.El temor a la nueva fiscalidad permiti¨® que los bancos renovaran, a su vencimiento o anticipadamente, buena parte de los dep¨®sitos m¨¢s caros que manten¨ªan en sus cuentas de pasivo. La nueva ley coincidi¨® con la baja de tipos de inter¨¦s y de ello se aprovecharon los bancos. Unos, emitiendo nuevos pagar¨¦s sin retenci¨®n fiscal a tipos m¨¢s bajos; otros, iniciando una pol¨ªtica de conversi¨®n de dep¨®sitos en pagar¨¦s del Tesoro -con menor remuneraci¨®n y una sustancial comisi¨®n para las entidades- a t¨¦rmino o con pacto de recompra.
En cualquier caso, y salvo excepciones que deber¨¢n notarse en el ejercicio de 1986, los costes financieros de los bancos se redujeron de forma importante. Ello ha salvado a m¨¢s de uno sus cuentas de resultados, y al resto les ha permitido presentar unas cuentas con unos incrementos de beneficios espectaculares.
Controlar las provisiones
El informe del Banco de Espa?a resalta las menores provisiones para morosos y fallidos efectuadas por las entidades financieras en su conjunto se?alando que la mejora de las empresas ha permitido reducir su dependencia financiera frente a bancos y cajas de ahorro.Pero al tiempo destaca dos ep¨ªgrafes en los que las dotaciones realizadas se consideran claramente insuficientes. Estos dos ep¨ªgrafes coinciden con los puntos sobre los que los supervisores del Banco de Espa?a han hecho m¨¢s hincapi¨¦ a lo largo de 1985. Se trata de las dotaciones a fondos de pensiones y la cobertura del riesgo-pa¨ªs.
En ambos casos el informe del Banco de Espa?a es taxativo. Hay que hacer un esfuerzo mayor y se se?ala que "los fondos de cobertura riesgo-pa¨ªs siguen siendo escasos y que los fondos de pensiones constituidos a¨²n son, asimismo, insuficientes para hacer frente a los compromisos adquiridos, por lo que en ambos casos es necesario seguir dot¨¢ndolos gradualmente".
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