Saturno Lois
Una de las razones que, sin duda, han condicionado mi desmesurada afici¨®n y casi debilidad por la Prensa, ha sido su vertiente de defensora de causas que, estando m¨¢s o meno ocultas y olvidadas del conocimiento general del ciudadanb medio, sirvieron a lo largo de la historia para recuperar personajes y comportamientos que, de otra forma, se hubiesen visto abocadas al mayor de los olvidos y ostracismos sociales.Fue de manera casual como supe de la muerte de uno de los grandes artistas que ha dado la prol¨ªfica tierra gallega: Saturno Lois. Este nombre, que a la mayor¨ªa de los lectores no les dir¨¢ absolutamente nada, era para los que tuvimos la gran suerte de compartir su amistad, adem¨¢s de un interminable libro de la mejor historia del siglo XX espa?ol, uno de los pintores m¨¢s desgarrados y a la vez atrayentes que uno puede imaginar. Sin embargo, la peripecia personal de este solter¨®n empedernido y asm¨¢tico le llevar¨ªa, en los tr¨¢gicos d¨ªas de julio de 1936, a enfrentarse con una situaci¨®n que no le permiti¨® ser nunca m¨¢s lo que hab¨ªa sido y, lo que es mucho m¨¢s dram¨¢tico, poder ser lo que, en justo merecimiento, ten¨ªa que haber llegado a ser.
Lo cierto es que ese largo exilio interior en su Lugo natal acabar¨ªa de por vida con casi todas las inquietudes, tanto personales como art¨ªsticas, llev¨¢ndole a una renuncia voluntaria de cualquier tipo de prebenda o protagonismo p¨²blico, aunque no al abandono de la pintura, en la que encontr¨® refugio toda la fuerza inconmensurable de una presencia fisica m¨¢s bien d¨¦bil y enfermiza. En esa l¨ªnea de conducta,basta el ¨²ltimo momento de su vida se neg¨® con rotundidad rayana en la tozudez -su exagerado sentido-de la intimidad le imped¨ªa aceptar cualquier tipo de ofrecimiento para dar a conocer su obra- al homenaje con el que sus m¨¢s allegados trataron de recompensar toda su trayectoria vital.
S¨®lo me queda, como obligaci¨®n de amigo y exigencia de aficionado a la pintura, pedir al diario EL PA?S que rinda, como acostumbra a hacerlo en ocasiones similares, el homenaje que se merece a Saturno Lois.
Para ello sugiero que mientras su atento y sensible corresponsal en Lugo, Ernesto S. Pombo, podr¨ªa descubrir aspectos interesantes de la vida del artista en aquella ciudad, el jefe de las p¨¢ginas, de Arte, F. Calvo Serraller, diese cabida en las mismas a una cr¨ªtica de la importante obra que, aunque de dificil localizaci¨®n, dej¨® en manos de muchos particulares. Mi Escuela de psiquiatr¨ªa podr¨ªa ser incluida en la antol¨®g¨ªca que, a no dudarlo, se merece. Mientras tanto, descanse en paz el maestro que se nos fue.-
Capit¨¢n de la Guardia Civil.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.