El cine, una pasi¨®n
Al igual que Sartre, Andr¨¦ Gide, Malraux o Lev¨ª-Strauss, Genet am¨® el cine y le rindi¨® el tributo que s¨®lo desde el apasionamiento curioso cabe hacerle: incurri¨® en ¨¦l y utiliz¨® sus armas de expresi¨®n genuina.A parte de dos guiones no realizados y el influjo ejercido sobre la en su d¨ªa escandalosa pel¨ªcula de Papatakis, Los abismos, inspirada en la historia de las hermanas Papin que dio antes pie a Las criadas, Genet realiz¨® en 1950 Un chant d'amour, una pel¨ªcula de media hora de duraci¨®n rodada en 35 mil¨ªmetros y blanco y negro, que es a mi juicio una de las obras m¨¢s hermosas y esenciales de la historia del cine. Aunque durante muchos a?os un aura de misterio envolvi¨® a esta pel¨ªcula secreta, se sabe hoy a ciencia cierta que fue Genet quien escribi¨®, dirigi¨® y supervis¨® despu¨¦s escrupulosamente el montaje de la pel¨ªcula. La extremada cautela y el anonimato contribuyeron a difundir por Par¨ªs a finales de los a?os cincuenta la especie de que Un chant d'amour era, en realidad, obra de Cocteau, quien, al negarlo despu¨¦s categ¨®ricamente, a?adi¨® elogios al filme, que, dijo, "habla sin la menor coacci¨®n una lengua visual".
Es su riqueza de soluciones visuales, de hallazgos puramente filmicos (la cinta es muda) lo que convierte Un canto de amor en una extensi¨®n del mundo genetiano al terreno perceptivo y ling¨¹¨ªstico propio del cine. Semejante argumentalmente en cierta medida a su novela Milagro de la rosa y a la pieza teatral Severa vigilancia, (pero no, sin embargo, al largo poema de igual t¨ªtulo), Un canto de amor cuenta sincopadamente, en im¨¢genes de un despojamiento sublime, los amores imposibles de dos reclusos en una "c¨¢rcel de arnor" s¨®rdida y a la vez idealizada, en la que el ojo celoso, inquisidor y al fin criminal del guardian sigue y mima los encuentros y desazones de los enamorados. M¨¢s all¨¢ del car¨¢cter ins¨®litamente expl¨ªcito de sus im¨¢genes er¨®ticas homosexuales, Un canto de amor es una profunda reflexi¨®n sobre la naturaleza violadora, depredadora de la mirada cinematogr¨¢fica.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.