De los salones de Moctezuma a las playas de Tr¨ªpoli
EL PA?S, El ataque norteamericano contra Tr¨ªpoli y Bengasi en lamadrugada del martes pasado no es el prirrier enfrentamiento e¨¢tre Estados Unidos y el pueblo libio. Ya en 1801 hubo otro choque, que se irecoge en el himno de llos marines (De los salones de Moctezuma / a las playas de Tripoli, / lucharemos en las batallas de nuestro pa¨ªs, /por tierra, aire y mar).
Lo que hoy es Libia ha sido desde siempre un territorio sujeto a las invasiones y el control, con frecuencia violento, de los grandes poderes imperiales de cada ¨¦poca.
Las tribus ber¨¦beres que poblaban inicialmente esas tierras fueron dominadas, primero por el Imperio Bizantino y, desde el a?o 643, por los ¨¢rabes. De esta larga dominaci¨®n, que dur¨®,ocho siglos, proviene la actual confesi¨®n Inusulmana de la poblaci¨®n. En los siglos XV y XVI, el territorio de la actual Libia estuvo bajo el dominio de los piratas berberiscos de Argel y T¨²nez, lo que acarre¨® nuevas incursiones de las potencias mar¨ªtimas. Entre ellas, hubo varias expediciones enviadas por Fernando el Cat¨®lico y Carlos V. M¨¢s tarde, Libia fue ocupada por los turcos y form¨® parte del Imperio Otomano hasta 1711, cuando el jeque Ahmet Karamanli se proclam¨® bey y puso en pr¨¢ctica tina cierta autonom¨ªa, aunque bajodependencia turca.
La guerra de los cuatro a?os
Casi un siglo m¨¢s tarde, en 1801, se produjo el primer enfrentamiento con la flota norteamericar¨ªa, en una guerra que iba a durar cuatro a?os. El bey impon¨ªa pesados tributos a los barcos mercantes que circulaban por el Mediterr¨¢neo, que Estados Unidos, al igual que otros pa¨ªses, acept¨® pagar para evitar los ataques de los piratas berberiscos.
Con la expansi¨®n del comercio norteamericano, el bey, confiando en la enorme distancia a que se encontraba Estados Unidos, decidi¨® el 10 de junio de 1801 aumentar los tributos, declarar la guerra a ese pa¨ªs y lanzar sus barcos corsarios contra los buques estadounidenses.
"En este contexto de paz general con que hemos sido bendecidos hay que se?alar una ¨²nica exeepci¨®n, Tr¨ªpoli, el menos favorecido de los Estados berberiscos", dec¨ªa el presidente Jefferson en su rriensaje al Congreso, en diciembre de 1801, para explicar el, inicio de la denominada Guerra Tripolitana.
Jefferson orden¨® ese a?o una primera exped ici¨®n de castigo, pero la fuerza militar se se vio obligada a retirarse. En 1803, una, segunda expedici¨®n, bajo el mando del comodoro John Peble, concluy¨® con la captura del buque insignia de la flota estadounidense, el Philadelphia, en la bah¨ªa de Tr¨ªpoli.
Finalmente, en 1805, el teniente de nav¨ªo Stephen Decatur, al frente de los marines, apoyados por voluntarios italianos, consigui¨® desembarcar en Tr¨ªpoli, mientrais un ej¨¦rcito de aventureros cruzaba el desierto desde Alejandr¨ªa (Egipto) para invadir el puerto de Derna, al este del golfo de Sirte.
El 4 de junio de 1805 el bey firm¨¢ba la paz y renunciliaba a cobrar tributos a los mercantes norteamencanos, aunque cobr¨® un rescate de 60.000 d¨®lares por la liberaci¨®n de los tripulantes del Philadelphia.
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