Destruido un sat¨¦lite esp¨ªa al estallar el cohete que lo lanzaba
Estados Unidos perdi¨® el viernes un important¨ªsimo sat¨¦lite esp¨ªa al hacer explosi¨®n un misil Tit¨¢n que lo transportaba al espacio. El accidente ocurri¨® cuando el cohete alcanzaba una altura de 90 metros, en la base a¨¦rea de Vandenberg, situada a 160 kil¨®metros al norte de Los ?ngeles (California). Unas 60 personas resultaron con heridas de escasa consideraci¨®n, la mayor¨ªa con irritaci¨®n en los ojos y en la piel por el gas t¨®xico desprendido. La explosi¨®n destruy¨® la rampa de lanzamiento de la base y los restos de piezas destruidas se esparcieron por los alrededores, provocando peque?os incendios en la maleza del terreno.
El accidente es un serio rev¨¦s para el programa espacial militar de Estados Unidos, que se encontraba ya en dificultades para colocar sus sat¨¦lites en el espacio desde la explosi¨®n del Challenger el pasado mes de febrero. El programa de sat¨¦lites militares depend¨ªa actualmente de los misiles para situar en ¨®rbita los sat¨¦lites, desde el accidente del Challenger y la consiguiente paralizaci¨®n del programa de transbordadores espaciales, hasta que concluya la investigaci¨®n sobre los motivos del tr¨¢gico accidente.Aunque portavoces militares se limitaron a decir ¨²nicamente que el misil Tit¨¢n llevaba una carga militar secreta cuando estall¨®, cient¨ªficos independientes, expertos en seguimiento del programa espacial dijeron que el Tit¨¢n transportaba al espacio un sat¨¦lite KH-11 de reconocimiento fotogr¨¢fico valorado en 800 millones de d¨®lares (116.000 millones de pesetas), utilizado para controlar los movimientos de misiles, de tropas y otras actividades sovi¨¦ticas.
El sat¨¦lite ultrasecreto KH-11, seg¨²n los expertos, es capaz de leer desde el espacio la matr¨ªcula de un coche. Su precisi¨®n fotogr¨¢fica se cree que ha jugado un papel militar norteamericana contra Libia, facilitando con total precisi¨®n la situaci¨®n terrestre de instalaciones militares, armamento y tropas.
Una nube t¨®xica de color naranja y blanca se dispers¨¦ poco despu¨¦s del accidente en direcci¨®n al Pac¨ªfico. Los escolares de la cercana poblaci¨®n de Lompoc se quedaron en sus casas, y el tr¨¢fico por carretera y ferrocarril qued¨® paralizado para evitar el peligro potencial que representaba la nube t¨®xica y los restos mec¨¢nicos del misil a los 28.000 residentes de la zona. El accidente se produjo a las 10.45, hora local (21.45, hora peninsular).
Seg¨²n los expertos, este accidente supone que solamente que de operando en ¨®rbita un sat¨¦lite KH-11, cuya vida operativa se estima que no durar¨¢ m¨¢s de un a?o y medio. La explosi¨®n del cohete Tit¨¢n 34-D, el m¨¢s avanzado del actual programa espacial militar norteamericano, fue el tercer rev¨¦s en ocho meses que sufre el programa de sat¨¦lites militares de EE UU. El pasado mes de agosto, un misil Tit¨¢n estall¨® a los pocos segundos del despegue y el sat¨¦lite esp¨ªa KH-11 que portaba fue destruido. En septiembre de 1980, otro misil Tit¨¢n estall¨® en un silo de almacenamiento en la base de Damasco (Arkansas), dejando una estela de humo t¨®xico sobre la zona.
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