'La marquesa de Santa Cruz'

De su editorial El retorno de 'La marquesa' (12 de abril de 1986): "?Vale La marquesa de Santa Cruz los 880 millones de pesetas que se pagar¨¢n seg¨²n el acuerdo anunciado?". Parece ser que no cabe la menor duda al respecto, pero habr¨ªa que matizar la pregunta en cierto sentido: ?Vale la pena que el Estado gaste tal cantidad con el objetivo de repatriar la obra de Goya? Esta segunda parte de la cuesti¨®n es mucho m¨¢s discutible. Por lo visto, lo que est¨¢ en juego es la "credibilidad internacional del Estado en su papel de protector del patrimonio", y esto es de suma trascendencia. Para un pa¨ªs agobiado por el acuciante porblema del paro, es m¨¢s importante recuperar el prestigio internacional que tratar de satisfacer las m¨¢s elementales necesidades de sus ciudadanos. Donde no se ha sido capaz de fomentar de una manera eficaz la inversi¨®n privada, se da la paradoja de conseguir, en un abrir y cerrar de ojos, la aportaci¨®n de una gran suma de fondos p¨²blicos con el fin de llevar a cabo tan loable empresa. ?Qu¨¦ pensar¨¢n acerca de este tema una buena parte de los espa?oles, al menos aquellos tocados por la varita m¨¢gica del desempleo? ?Les parecer¨¢n, como a don Alfonso Guerra, irrisorios los millones gastados en La marquesa? ?No tendr¨¢n la impresi¨®n, al menos remota, de que tal lord ingl¨¦s se lo lleva muerto? A fin de cuentas, les queda la alternativa de llevar a sus hijos, gratuitamente, al Museo del Prado, por aquello de que "no s¨®lo de pan vive el hombre". Esto no es demagogia, es simplemente ¨¦tica en un Estado que se cataloga a s¨ª mismo como social y democr¨¢tico. Acabamos de dar una lecci¨®n al mundo civilizado y en especial a los ingleses. Hemos salvado el honor patrio y a m¨ª, particularmente, lo de Gibraltar ya no me importa.-