Detenido el "zar del narcotr¨¢fico" del norte de M¨¦xico

La polic¨ªa mexicana acaba. de detener a Gilberto Ontiveros Lucero, alias el Gre?as, de 34 a?os, que hab¨ªa amasado una fortuna de 50.000 millones de pesos (unos 14.000 millones de pesetas), presuntamente con el tr¨¢fico de drogas. El pasado mes de marzo, Ontiveros organiz¨® en un pueblo del Estado de Chihuahua una carrera de caballos en la que perdi¨® un mill¨®n de d¨®lares (unos 140 millones de pesetas).

El Gre?as viv¨ªa en Chihuahua en completa impunidad, hasta el extremo que el 9 de marzo organiz¨® en el pueblo de Buenaventura, de 20.000 habitantes, una carrera entre un pura sangre de su propiedad y otro de un hacendado local Armando Ortiz. La apuesta fue un mill¨®n de d¨®lares, seg¨²n relata con todo detalle el ¨²ltimo n¨²mero de la revista Proceso.Aunque su alias, el Gre?as, podr¨ªa inducir a creer que se trata de un delincuente de poco calibre, Ontiveros estaba considerado como el zar del narcotr¨¢fico en la zona de la frontera norte. Era un personaje misterioso que, en su mansi¨®n de Ciudad Ju¨¢rez, guardaba un Rolls Royce y ten¨ªa un front¨®n, mientras en su jard¨ªn se paseaba una tigresa con el nombre de Viviana.

Seg¨²n declar¨® Guillermo Calder¨®n, comandante: de la polic¨ªa judicial federal, el Gre?as es propietario del antiguo bunker que ten¨ªa el sha del Ir¨¢n en Cuernavaca y de varios hoteles repartidos por todo el pa¨ªs. En Chihuahua, el Gre?as se desplazaba en un Mercedes con tel¨¦fono e iba rodeado de guaruras (guardaespaldas).

El que estaba considerado como su lugarteniente, Rafael Aguilar Gujardo, hab¨ªa sido comandante y coordinador regional en Ciudad Ju¨¢rez de la Direcci¨®n Federal de Seguridad, la polic¨ªa pol¨ªtica que fue disuelta. Aguilar fue quien estableci¨® los contactos para la carrera de caballos en Buenaventura, el pasado 9 de marzo. La carrera se celebr¨® en presencia de polic¨ªas y autoridades locales, que incluso llegaron a gastar 600.000 pesos (tinas 225.000 pesetas) para acondicionar una rudimentaria pista (le tierra en la que llegaron a aterrizar hasta 10 avionetas de los asistentes a lo que Proceso califica de narcocarrera de caballos.

'Obras sociales'

Seg¨²n las pautas de conducta habituales en algunos narcotraficantes, para la carrera se hab¨ªan preparado 10.000 entradas, que se vend¨ªan ;al precio de 1.500 pesos (unas 400 pesetas). El producto de la venta se destinaba a ayudar a la financiaci¨®n de una escuela privada local. El m¨¢s famoso de los narcotraficantes mexicanos, Rafael Caro Quntero, de 32 a?os, actualmente encarcelado, tambi¨¦n se hab¨ªa distinguido por sus obras sociales al dotar de escuelas, electricidad y hospitales a localidades rurales abandonadas por el Gobierno.La carrera entre el caballo alaz¨¢n de Ortiz y el de el Gre?as se resolvi¨® el pasado 9 de marzo por s¨®lo una. cabeza. Gan¨® el alaz¨¢n de Ortiz, y el Gre?as entreg¨® un mill¨®n de d¨®lares en fajos de billetes, en presencia de todos.

El Gre?as pidi¨® la revancha, que no parece que haya podido celebrarse, porque ahora se encuentra entre rejas. Como Caro Quintero, que se hundi¨® al implicarse en la muerte del agente de: la polic¨ªa antinarc¨®ticos norteamericana (DEA) Enrique Camarena.

El Gre?as parece haber cometido un error similar: atentar contra un ciudadano del imperio, el fot¨®grafo norteamericano Al Guti¨¦rrez, que trabajaba para el Harold Post, un diario de El Paso, en el Estado norteamericano de Texas.

Guti¨¦rrez acudi¨® a la residencia de el Gre?as con la intenci¨®n de pedir una autorizaci¨®n para fotografiar un hotel propiedad del presunto narcotraficante. Seg¨²n explic¨® el fot¨®grafo, el Gre?as le puso un Colt 45 en la sien y luego lo entreg¨® a sus secuaces, que le golpearon y torturaron durante 10 horas. El peri¨®dico del fot¨®grafo hab¨ªa presentado d¨ªas antes a el Gre?as como el capo del narcotr¨¢fico.

El pasado 24 de abril el peri¨®dico public¨® el relato del fot¨®grafo, y el gobernador del Estado de Tejas acudi¨® a la redacci¨®n. En una conferencia de prensa, el editor del Herald Post declar¨®: "No sabemos qu¨¦ m¨¢s pueden hacer Ontiveros y sus secuaces. Esto demuestra que el tr¨¢fico de drogas ha llegado a un punto incre¨ªble para los dos pa¨ªses".

A trav¨¦s del fot¨®grafo torturado y abandonado en un paraje solitario, Ontiveros hizo llegar una amenaza de muerte contra un reportero del mismo diario, autor de los art¨ªculos que le implicaban en el narcotr¨¢fico. Levantar la mano contra un ciudadano estadounidense parece haber motivado la intervenci¨®n de la justicia mexicana contra el Gre?as.

Estados Unidos acusa con frecuencia a M¨¦xico de tolerancia con los narcotraficantes.