Laurie Anderson: "Estados Unidos es un campo de prisioneros"

Laurie Anderson, una de las mujeres m¨¢s significativas de la vanguardia contempor¨¢nea, cuyo objetivo "es plantear las conexiones entre todo g¨¦nero de arte", por fin ha venido a Espa?a. El pasado viernes actu¨®, inaugurando la 8? Muestra Internacional de Teatro de Valladolid, donde acudieron autocares con p¨²blico de toda Espa?a. Ayer se present¨® en Madrid, en el Palacio de Congresos y Exposiciones. Compositora, c¨®mica, cantante, int¨¦rprete, inventora de historias, gags, sue?os, Laurie opina que EE UU es un campo de prisioneros. No es una cantante, contra lo que piensan muchos, ni una performer -int¨¦rprete de actuaciones en vivo-, ni es una creadora de ambientes: es la magia personificada.

Si nace un cuarto de hora m¨¢s tarde sale payaso. Esta mujer, cerca de los 40 a?os, no ha perdido su aspecto de ni?a, traviesa que est¨¢ a punto de partirse de risa por su ¨²ltima diablura. Laurie Anderson posee las facciones id¨®neas para dedicarse al mundo de lo c¨®mico en cualquiera de sus facetas. Sus espect¨¢culos, performances como ella quiere que sean denominados, est¨¢n te?idos de humor.Ella se considera incluida en el humor tradicional americano: "Ya sabes, Bugs Bunny, Daffy Duck, Porky, Correcaminos... Las obras tradicionales inventan personajes, los cambian y predican su final. Yo me siento m¨¢s pr¨®xirna a la actitud de la comedia, no s¨®lo porque creo que la risa es muy poderosa; tambi¨¦n porque la comedia se desarrolla en la ¨¦poca presente...".

El mundo de Laurie Anderson no es s¨®lo el del humor, sino tambi¨¦n el de la iron¨ªa. Es el, mundo de los sue?os, de la enso?aci¨®n en la que vive durante el d¨ªa: "Es una nostalgia de las ganas de dormir. Es curioso, estoy en Europa y este continente para m¨ª es como un sue?o, lo mismo que la historia".

Anderson es una renacentista contempor¨¢nea y vanguardista que antes de venir a Espa?a por primera vez ha desarrollado su carrera art¨ªstica en la pintura, escultura, composici¨®n, fotograf¨ªa, cine, canci¨®n e interpretaci¨®n. Tras estudiar historia del arte, se doctor¨® en arte contempor¨¢neo y trabaj¨® como profesora de escultura asiria y egipcia, donde terminaba inventando historias sin escr¨²pulos sobre los faraones y casi le cuesta el puesto de trabajo.

Hoy se encuentra en el camino de la ¨®pera contempor¨¢nea: "La ¨®pera no s¨®lo es el bell canto; lo que hago se puede llamar ¨®pera, aunque lo que hab¨¦is visto en Espa?a es m¨¢s un concierto, ya que tan s¨®lo son una selecci¨®n de canciones sin ning¨²n hilo narrativo entre ellas. La historia son historias muy fuertes y muy densas. Lo que fundamentalmente tomo de la ¨®pera es el tratamiento de la voz, con esos cambios de tono. Pero yo lo consigo, no con aprendizaje o entrenamiento, sino con las m¨¢ quinas. Lo hago sin saber cantar"

Su voz es muy suave, casi inexistente. Reci¨¦n amanecida casi, no puede ni hablar: "La pomposidad de las ¨®peras la consigo con el viol¨ªn. A esos solos casi exhibicionistas les doy un tratamiento de espectacularidad, como si estuvie ra con una orquesta".

A pleno rendimiento

En los espect¨¢culos de la Anderson la t¨¦cnica m¨¢s avanzada est¨¢ puesta a pleno rendimiento al servicio del performance: "Estoy interesada en la tecnolog¨ªa, principalmente como experimento. Puedes grabar cada sonido digitalmente y registrarlo en un sintetizador. Por eso me gusta experimentar con palabras, silbidos, voz de p¨¢jaros".Laurie tambi¨¦n fue cr¨ªtica de arte para diversos medios especializados: "Me gustaba conocer artistas, averiguar sus intereses y su raz¨®n para dedicar su vida al arte". No obstante, se siente incapaz de analizar su propio trabajo. "Es muy peligroso tratar de averiguar qu¨¦ quiere la gente. Ello significar¨ªa que entonces yo me perder¨ªa". El fen¨®meno EE UU es algo por lo que Laurie Anderson se siente atra¨ªda. Con la ayuda del departamento de promoci¨®n de artes americanas llev¨® a cabo un proyecto denominado United States. Por aquel entonces (1982) comentaba que la idea era hacer un retrato del pa¨ªs, que divid¨ªa arbitrariamente en cuatro partes: transportes, pol¨ªtica, dinero y amor.

Y la l¨ªnea argumental tan s¨®lo era una pregunta sobre la utop¨ªa de Am¨¦rica. Hoy nos habla de esa utop¨ªa: "EE UU es un campo de prisioneros. En los comienzos era un campo de prisioneros brit¨¢nico. A menudo este pa¨ªs es un campo de prisioneros colonialista, tanto religioso como pol¨ªtico o humano. La utop¨ªa es una idea muy nueva, muy fresca. Ahora en EE UU todas las pel¨ªculas tienen un final feliz. Y adem¨¢s tenemos un presidente extraordinariamente viejo. Hemos creado una historia a partir de la nada, pero de forma muy infantil".