El segundo triunfo de Kelly en la Vuelta fue pol¨¦mico
JUAN MORALa decimotercera etapa de la Vuelta Ciclista a Espa?a acab¨® a, empujones. El equipo Kas hab¨ªa trabajado para que el irland¨¦s Sean Kelly se anotara su segundo triunfo al sprint, pero a ¨¦ste le faltaron fuerzas para abrirse, cogi¨® la calle de en medio y desplaz¨® a Ruiz Cabestany y a Lagu¨ªa. Hubo pol¨¦mica, pero no reclamaciones. Al cabo, se considera normal que alguien busque como pueda la victoria. ?lvaro Pino y el escoc¨¦s Robert Millar hab¨ªan intentado antes llegar en solitario a trav¨¦s de carreteras de monta?a in¨¦ditas cuya peligrosidad se vio aumentada por la niebla, pero fueron neutralizados.
Las llegadas al sprint est¨¢n siendo, habituales en las ¨²ltimas etapas de la Vuelta. Hay gran control entre los corredores y, aunque se producen cortes en el pelot¨®n, los mejores est¨¢n llegando agrupados. Esto da posibilidad a que los m¨¢s r¨¢pidos vayan ganando. Kelly, vencedor el pasado viernes en Palencia, ya hab¨ªa advertido que, como se encuentra a distancia considerable del l¨ªder, a 3.33 minutos, su objetivo es acumular triunfos parciales.La ambici¨®n de Kelly se puso ayer de manifiesto. Hab¨ªa sido una etapa dura, de gran trabajo para abortar las escapadas y de tensi¨®n, ya que los descensos hab¨ªan resultado temerarios. De nuevo iba a producirse una llegada al sprint y Kelly ten¨ªa oportunidad de adjudicarse otro triunfo. Sus compa?eros de equipo se lo prepararon durante cinco kil¨®metros. ?l remont¨® posiciones en el ¨²ltimo. Los 1.000 metros finales eran complicados porque hab¨ªa curvas Ni un peque?o tobog¨¢n. La colocaci¨®n no era f¨¢cil y Kelly se encontr¨¦, con las fuerzas justas a la vista de la pancarta de la meta. En vez de abrirse para superar a los que le preced¨ªan, aprovech¨® que Cabestany amag¨® hacia la derecha -¨¦l tambi¨¦n quer¨ªa ganar- piara avanzar en l¨ªnea recta. Sin embargo, no ten¨ªa a¨²n el paseo franco. Desplaz¨® hombro contra hombro a Cabestany y, a continuaci¨®n, estir¨® un brazo para empujar a Lagu¨ªa, que iba delante. Lagu¨ªa, desplazado, mir¨® qu¨¦ pasaba y lo que pas¨® fue que Kelly rebas¨® a todos por el camino m¨¢s corto.
Kelly se disculpaba por su acci¨®n diciendo que lo que hab¨ªa hecho era normal en llegadas apretadas: "Los rivales no dejan paso y molestan a los que venimos desde antes preparando el sprint". Cabestany no compart¨ªa esta opini¨®n: "Yo iba a disputar el triunfo y, peor eso, me fui hacia la derecha, pero casi acab¨¦ en las vallas cuando Kelly me desplaz¨®". Por su parte, Lagu¨ªa reconoci¨® que no ten¨ªa posibilidades de ganar: "Sin embargo, no por eso nadie me puede apartar de un empuj¨®n. Lo que hizo Kelly es una infracci¨®n".
La jornada hab¨ªa sido dura porque la etapa, corta, de 148 kil¨®metros, ten¨ªa cinco puertos y algunos equipos intentaron explotar las caracter¨ªsticas del rer corrido para provocar cortes en el pelot¨®n con la confianza de eliminar corredores que todav¨ªa cuentan para la victoria absoluta. Era la primera vez que la Vuelta pasaba por esas carreteras. Pedro Delgado, cuando se enter¨® de ello, las recorri¨® en coche y se qued¨® asustado. La etapa hab¨ªa que tom¨¢rsela muy en serio. Quienes mejor se conoc¨ªan el trazado eran los componentes del Seat-Orbea, que en ocasiones se entrenan por all¨ª. El control que hubo en la cabeza les impidi¨® aprovecharse de ello.
Se hab¨ªa salido de Segovia y, tras unas escapiadas de escasa relevancia, lleg¨® el momento fuerte en la ascensi¨®n de La Paradilla. El Pegaso-Systeme U despleg¨® a los suyos hacia adelante y Pino y Millar se lo tomaron tan en serio que se escaparon con otros cuantos. Al cabo, se quedaron ellos solos, junto con el colombiano Parra, porque el franc¨¦s Madiot se sali¨® de la carretera.
Por detr¨¢s, a escasa diferencia, iban los restantes corredores, interesados en que Pino y Millar no les sacaran m¨¢s ventaja en la clasificaci¨®n general. Ten¨ªan 30 kil¨®metros cuesta abajo para intentar neutralizarlos. La empresa no result¨® dif¨ªcil, aunque no estuvo exenta de riesgo. Cabestany, Gast¨®n y el franc¨¦s Fignon acabaron tambi¨¦n en una curva fuera de la carretera. A cinco kil¨®metros de la llegada se produjo la fusi¨®n.
El desgaste, no obstante, fue grande. Desde El Escorial hasta el alto de los Leones fueron 28 kil¨®metros por lo que hace poco tiempo hab¨ªa sido una pista forestal. La carretera estrecha, con gravilla y, a veces, nula visibilidad por la niebla, constitu¨ªa una, trampa para los corredores. Y en medio, dos puertos, el de Abantos y el de La Mina, de continuos toboganes, falsos llanos y curvas escondidas por la adversidad climatol¨®gica. All¨ª fue donde Pino y Millar demostraron ser, por el momento, los aut¨¦nticos l¨ªderes de la Vuelta.
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