Francia, una sola voz con dos bocas

Los franceses pudieron admirar ayer la imagen ideal de la cohabitaci¨®n: el primer ministro Jacques Chirac sentado a la derecha del presidente Frangois Mitterrand, asistiendo en Tokio, en aparente armon¨ªa, a la inauguraci¨®n oficial de la cumbre de los siete pa¨ªses m¨¢s industrializados de Occidente. "Francia habla con una sola voz, pero con dos bocas", aseguran los funcionarios galos.Para llegar ah¨ª ha habido, sin embargo, que solucionar complicados problemas,de protocolo y establecer acuerdos de caballeros, escrupulosamente respetados por los dos dirigentes franceses.

Las cumbres est¨¢n pensadas para que exista un ¨²nico representante por cada pa¨ªs, pero en esta ocasi¨®n ha habido que hacer una excepci¨®n porque Chirac anunci¨®, poco despu¨¦s de ganar las elecciones legislativas, el pasado mes de marzo, que acompa?ar¨ªa al presidente Mitterrand.

La iniciativa puede terminar volvi¨¦ndose contra el primer ministro que, por mucho que haga, est¨¢ obligado a moverse en un segundo plano, dejando los focos para el presidente. Jacques Chirac tuvo que retrasar su llegada a Tokio porque en las primeras reuniones, informales, no estaba prevista su presencia.

El primer ministro no ha intervenido, pues, en las discusiones ni en la preparaci¨®n de los comunicados sobre el terrorismo y la seguridad nuclear.

Sus portavoces se han apresurado a explicar que los dos textos le fueron sometidos nada m¨¢s bajar del avi¨®n y que Chirac dio su aprobaci¨®n, pero resulta obvio que no estaba en su mano modificarlos. "Lo importante es ofrecer a los otros grandes pa¨ªses del mundo la imagen de una Francia un¨ªda", explican los portavoces franceses.

Los sherpas de Jacques Chirac aseguran, por su parte, que el primer ministro est¨¢ interesado, sobre todo, en las discusiones econ¨®micas y monetarias y que la postura francesa en estos dos aspectos es traducci¨®n fiel de la propia pol¨ªtica liberal del Gobierno de Par¨ªs.

A la hora de las entrevistas bilaterales, que a veces tienen m¨¢s importancia que las sesiones plenarias, Mitterrand y Chirac han llegado a un acuerdo de caballeros: el primer ministro visitar¨¢ a todos los dirigentes con quienes Mitterrand ya ha hablado. Al resto, ir¨¢n juntos.