Los asistentes a la 'cumbre' se necesitan por su "doble ¨¦xito"

R. V., Los dirigentes de los siete pa¨ªses m¨¢s industrializados de Occidente -EEUU, Canad¨¢, Francia, RFA, Reino Unido, Jap¨®n e Italia- y el presidente de la Comisi¨®n Europea, Jacques Delors, se felicitaron ayer por el "doble ¨¦xito" pol¨ªtico y econ¨®mico de la cumbre de Tokio y coincidieron en calificarla como una de las m¨¢s efectivas y optimistas de las 12 celebradas hasta ahora, tanto por el clima de cooperaci¨®n como por, la unanimidad mostrada en las declaraciones conjuntas. En su comunicado final, la cumbre de Tokio hizo un llamamiento para que se produzca una segunda reuni¨®n, este mismo a?o, entre el presidente norteamericano, Ronald Reagan, y el dirigente sovi¨¦tico, Mijail Gorbachov.

La cumbre aprob¨® ya en su segunda jornada, el pasado lunes, declaraciones pol¨ªticas de condena a Libia por presuntas acciones terroristas, de cr¨ªtica a la URSS por carencia de informaci¨®n sobre el accidente de la central nuclear de Chernobil y una reafirmaci¨®n de principios pol¨ªticos, entre los que destaca la necesidad de proseguir el di¨¢logo y las negociaciones de desarme entre el Este y el Oeste.La insistencia de los siete en urgir a la URSS y a Estados Unidos "para que se celebre un segundo encuentro Reagan-Gorbachov, antes de fin de a?o", como puntualiz¨® el portavoz de la cumbre, el primer ministro japon¨¦s Yasuhiro Nakasone, marc¨® el evidente deseo de los l¨ªderes participantes para que, no haya ruptura entre Washington y Mosc¨², tras la aplicaci¨®n por parte de Reagan de medidas duras contra Libia. Entre ellas, el bombardeo de Tr¨ªpoli y Bengasi del pasado 15 de abril. Estas acciones fueron impl¨ªcitamente aprobadas por todos los participantes, en su declaraci¨®n contra el terrorismo, que cita a Libia por sus conexiones con las acciones violentas.

Para el presidente de Estados Unidos, que calific¨® la reuni¨®n de "gran ¨¦xito para todos", la cumbre de Tokio marca una confirmaci¨®n de su liderazgo internacional sobre el resto de l¨ªderes de pa¨ªses aliados, a pesar de las diferencias iniciales que marc¨® la acci¨®n militar de Washington sobre Libia. Acci¨®n que, seg¨²n fuentes de la cadena de televisi¨®n norteamericana CBS, Reagan tal vez contin¨²e, utilizando incluso misiles de crucero. Esta informaci¨®n fue desmentida ayer en Tokio por el portavoz de la Casa Blanca, Larry Speakes.

Para la primera ministra brit¨¢nica, Margaret Thatcher, firme defensora en Tokio de la l¨ªnea dura de Reagan, el comunicado de condena al terrorismo y las medidas para combatirlo suponen tambi¨¦n una confirmaci¨®n de su postura, y justifican en cierto modo ante el resto de los pa¨ªses de la Comunidad Europea la decisi¨®n brit¨¢nica de autorizar a EE UU el uso de las bases norteamericanas en el Reino Unido en su acci¨®n b¨¦lica contra Libia.

La 'cumbre' m¨¢s acertada

Margaret Thatcher dijo que hab¨ªa asistido a la cumbre m¨¢s acertada de todas las que ha conocido.

El presidente franc¨¦s, Fran?ois Mitterrand, asistido con la presencia del primer ministro, Jacques Chirac, regresa a Par¨ªs -al igual que el primer ministro italiano, Bettino Craxi, a Roma, o que el canciller de la RFA, Helmut Kohl, a Bonn- con la imagen de haber aceptado, sin excesiva matizaci¨®n, el texto contra el terrorismo que redact¨® inicialmente Estados Unidos.

Para el primer ministro de Jap¨®n, el liberal Yasuhiro Nakasone, los resultados de la cumbre corren el peligro de ser analizados en medios pol¨ªticos japoneses como un ¨¦xito atenuado.

En primer lugar, porque Jap¨®n fue uno de los ¨²ltimos pa¨ªses en reaccionar en relaci¨®n con el ataque norteamericano a Libia, en un visible intento de no mezclarse en la pol¨¦mica y perjudicar la imagen de Jap¨®n en el bloque de pa¨ªses¨¢rabes.

En segundo lugar, porque si los resultados de la cumbre no se tradujesen en una r¨¢pida parada de la ca¨ªda del d¨®lar ante el yen, Nakasone podr¨ªa ver mermada su imagen, en un momento en que Jap¨®n se prepara para celebrar unas eventuales elecciones anticipadas.