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Estupefacta est¨¢ la izquierda espa?ola ante el fracaso negociador de los dos partidos comunistas catalanes y hay temblores de contagio. Dif¨ªcil de explicar en 39 l¨ªneas una vieja historia de ensimismamiento e irracionalidad, de tribalismos y personalismos sabiamente complementados para defender el privilegio de administrar la miseria. Una cierta sensaci¨®n de n¨¢usea metaf¨ªsica le sube al izquierdista del fondo de la v¨ªscera del metabolismo ideol¨®gico.La mediocridad produce esa n¨¢usea angustiada que no lleva al v¨®mito sino al miedo. Miedo al vac¨ªo de credibilidad y verg¨¹enza ajena. Vaya mezcla. Vaya c¨¢liz.

Han contado con los dedos en un momento hist¨®rico en que volv¨ªan a salir cuentas millonarias. La generosidad estaba en la calle, pero se ha quedado impotente ante las puertas blindadas del bunker donde los guardianes de sus propias sillas o ?deas permanecer¨¢n encerrados con un solo juguete hasta que la muerte o la l¨®gica nos separe.

Menos mal que los dirigentes de la izquierda del resto del Estado son m¨¢s primarios que los dirigentes catalanes, no "se lo piensan" tanto y han llegado a la unidad por la l¨ªnea recta, que sigue siendo la distancia m¨¢s corta entre dos puntos. A remolque de la unidad conseguida en el resto del Estado, y a rega?adientes algunos, se ha negociado con los dientes apretados y el beso en la nuca.

En fin. Peor est¨¢bamos en 1939 y al fin y al cabo, como dice Julio Iglesias, siempre hay por qui¨¦n vivir, por qui¨¦n luchar y a qui¨¦n amar. Est¨¢ a punto de llegar el largo y c¨¢lido verano. Tenemos una de las mejores selecciones nacionales de f¨²tbol de nuestra historia. Estad¨ªsticamente me quedan unos 30 a?os de esperanza de vida. Kathleen Turner existe. Rafael Alberti defiende a sus 80 a?os el don de la ebriedad, sea de amor, poes¨ªa, vino o pol¨ªtica... Me voy a Huelva a premiar, poetas y a tomarme una raci¨®n de huevas de choco con mayonesa o de at¨²n mechado a la manera de Isla. Cristina. Y que se mueran los feos y los gilipoyas.