La gran crisis de Am¨¦rica Latina
As¨ª las cosas, ni pol¨ªticos ni economistas pueden asegurar que el futuro, a corto y mediano plazo, ser¨¢ mejor y no peor en Am¨¦rica Latina. Y como en la dial¨¦ctica de la historia, donde hay m¨¢s contradicciones y antagonismos se desplazan los acontecimientos, las tensiones sociales y pol¨ªticas derivadas de las contradicciones en presencia, cabe suponer que en los pa¨ªses latinoamericanos tendr¨¢ la historia uno de sus grandes teatros en los finales y comienzos de los siglos XX y XXI, respectivamente.Entre las grandes contradicciones existentes en Am¨¦rica Latina cabe subrayar el hecho de que lo que aumenta (la poblaci¨®n anual, un 2,7%,) disminuye el nivel de vida por habitante, debido a un cierto malthusianismo econ¨®mico. As¨ª, por ejemplo, en 1985 el crecimiento del producto interno bruto (PIB) latinoamericano por habitante (excluyendo a Brasil y Cuba) fue negativo: - 1,5%, con tasas negativas m¨¢s elevadas, en 1982 y 1983. Todo indicar¨ªa, pues, que los a?os por venir no ser¨¢n mejores que los a?os pasados, al rev¨¦s de lo que pensaba el poeta: "Que todo tiempo pasado siempre fue mejor", verdad en el caso de Am¨¦rica Latina luego de la II Guerra Mundial, en que se registraron fugaces per¨ªodos de prosperidad, agotados por la crisis latinoamericana de los setenta y los ochenta.
Dentro de un Clima depresivo, despu¨¦s de la crisis de la energ¨ªa que comenz¨® en 1973, tres grandes males sufre Am¨¦rica Latina: el continuo aumento de la deuda externa, la inflaci¨®n monetaria y la desocupaci¨®n urbana y rural. En cuanto a la deuda p¨²blica externa, ¨¦sta alcanz¨® en 1985 360.000 millones de d¨®lares, cuyos pesados intereses sustraen anualmente el 36% del valor de las exportaciones ole bienes y servicios. El desempleo urbano, manipulando las estad¨ªsticas de parados, asciende en algunas ciudades latinoamericarias a m¨¢s del 20% del total de la poblaci¨®n activa. Y la inflaci¨®n de los precios al consumidor alcanz¨® como promedio un 328,3% en Latinoam¨¦rica, pero en Bolivia ascendi¨® hasta el 11.291%, 463% en Argentina, 217% en Brasil, 250% en M¨¦xico y 168% en Per¨².
Al contrario, los precios de exportaci¨®n de bienes latinoamericanos -que se estiman en d¨®lares- no subieron, sino que bajaron tendencialmente desde 1982 a 1985, habiendo experimentado una depreciaci¨®n de - 16,6% durante ese per¨ªodo considerado. Hay, pues, as¨ª inflaci¨®n creciente en los prec?os intemos y a su vez, contradictoriamente, defiaci¨®n en los precios de exportaci¨®n, porque Am¨¦rica Latina importa a precios caros y exporta a precios baratos, cre¨¢ndose de esta manera una relaci¨®n desfavorable de intercambiopara ella, un comercio exterior leonino que hace perder en d¨®lares todo lo que va creciendo su deuda p¨²blica externa, losa financiera insoportable que aplasta a los pa¨ªses latinoamericanos.
As¨ª, en 1985 Am¨¦rica Latina experiment¨® un super¨¢vit en la balanza comercial de bienes por valor de 34.3 10 millones de d¨®lares a base de restringir al m¨ªnimo las importaciones esenciales, pero tuvo que entregarlos para amortizar intereses de su deuda p¨²blica externa: 35.090 millones de d¨®lares en concepto de los mismos y de utilidades de las ganancias de las inversiones directas extranjeras, principalmente nortoiamericanas.
Los ingresos netos de capitales extranjeros en Am¨¦rica Latina, que fueron de hasta 37.300 millones de d¨®lares en 1981, se redujeron a 4.700 millones de d¨®lares en 1985, siendo as¨ª ¨¦sta exportadora neta de capitales por 30.400 millones de d¨®lares negativos. De este modo, los capitales que dan con una mano los pa¨ªses industrializados salen, con creces, devueltos con la otra mano en Am¨¦rica Latina, d¨¢ndose el caso peregrino que esta regi¨®n que necesita capital de los pa¨ªses ricos es exportadora neta hacia ellos, debido a que se la expolia con una relaci¨®n de intercambio desfavorable y a que los pesados intereses de la deuda externa espuman todo el super¨¢vit del comercio exterior.
El petr¨®leo mexicano
Si pasamos de la situaci¨®n general economica latinoamericana a la particular de un pa¨ªs como M¨¦xico, con una deuda externa p¨²blica de m¨¢s de 90.000 millones de d¨®lares a repartir entre 75 millones de habitantes, vemos que cada mexicano debe soportar una deuda externa por habitante muy pr¨®xima al PIB per c¨¢pita. Por otra parte, la baja de los precios del petr¨®leo mexicano hasta un nivel de 17 d¨®lares por barril le irrogar¨ªa una p¨¦rdida de 6.240 millones de d¨®lares, equivalente al 23,1 % de sus ingresos por exportaciones; pero si el barril de petr¨®leo descendiera hasta 10 d¨®lares, M¨¦xico perder¨ªa un 42%. de sus ingresos de divisas. ?C¨®mo podr¨ªa as¨ª seguir pagando su deuda p¨²blica externa, que s¨®lo en concepto de intereses y sin contar sus amortizaciones exigi¨® a M¨¦xico desembolsar en 1985 unos 9.660 millones de d¨®lares? ?De qu¨¦ le servir¨ªa entonces a los mexicanos que la banca internacional les preste en 1986 unos 6.500 millones de d¨®lares para seguir pagando intereses de su deuda externa, y no para extinguirla, si se les quita por baja de sus precios de exportaci¨®n y alza de los de importaci¨®n m¨¢s de lo que se les da para seguir empobreci¨¦ndolos?
Como la deuda externa latinoamericana no se resuelve satisfactoriamente para los pa¨ªses latinoamericanos, cada a?o que pasa est¨¢n m¨¢s endeudados con su aumento, y si no pueden pagar ni sus amortizaciones, resultar¨ªa que un d¨ªa u otro habr¨¢ que suspender los pagos de su servicio a los Gobiernos y bancos acreedores.
Al llegar a este punto cr¨ªtico cabe la siguiente pregunta: ?qui¨¦n depende de qui¨¦n entre deudores y acreedores? Pues los grandes bancos norteamericanos son acreedores contra M¨¦xico por valor de 19.944 millones de d¨®lares, por 22.634 millones contra Brasil, por 8.246 millones contra Argentina, por 10.336 millones contra Venezuela, por no citar otros pa¨ªses. Si estos bancos extranjeros dejan de percibir los intereses por sus pr¨¦stamos a Am¨¦rica Latina, ?no se correr¨ªa un gran riesgo de crisis financiera en cadena muy similar a la de 1929? He ah¨ª la bomba de retardo de la deuda p¨²blica externa latinoamericana, que si no se la desactiva, mejorando la relaci¨®n de intercambio y bajando los intereses prudencialmente, puede estallar en cualquier momento... As¨ª pues, ?qui¨¦n depende de qui¨¦n en este problema financiero: los pa¨ªses pobres de los pa¨ªses ricos o viceversa?
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