El Parlamento irland¨¦s debate la convocatoria de un refer¨¦ndum sobre el divorcio
El Dail (Parlamento) de Dubl¨ªn concluye esta noche tres d¨ªas de debates sobre uno de los temas m¨¢s pol¨¦micos planteados en Irlanda desde su independencia: la celebraci¨®n de un refer¨¦ndum sobre el divorcio a finales de junio. La Constituci¨®n irlandesa, en su actual redacci¨®n, no permite la disoluci¨®n del matrimonio, por lo cual deber¨¢ ser sometida a consulta popular la modificaci¨®n del texto que permita la adopci¨®n de una ley del divorcio.
Todos los observadores pol¨ªticos esperan que los diputados den luz verde para la celebraci¨®n del refer¨¦ndum, en el que se juega su futuro pol¨ªtico el actual primer ministro, doctor Garret FitzGerald, l¨ªder de una coalici¨®n de su propio partido, el Fine Gael, y el Laborista. Concretamente, el Gobierno pedir¨¢ al pueblo irland¨¦s que decida sobre la supresi¨®n de un p¨¢rrafo de la Constituci¨®n irlandesa que impide la introducci¨®n de cualquier medida legislativa a favor del divorcio en el Parlamento. La secci¨®n 41.3.2 de la Constituci¨®n. irlandesa dice textualmente: "Ninguna ley que permita la disoluci¨®n del matrimonio ser¨¢ aprobada". Juntamente con Malta, Irlanda es el ¨²nico pa¨ªs europeo donde el divorcio es ilegal.La decisi¨®n del Gobierno de solicitar al Dail la celebraci¨®n del refer¨¦ndum ha sorprendido a los observadores, dado el baj¨ªsimo nivel de aceptaci¨®n popular del Gabinete de FitzGerald. El actual primer ministro est¨¢ sometido constantemente a ataques por parte del l¨ªder del parti do de la oposici¨®n, Fianna Fail Charles Haughey, como consecuencia del acuerdo anglo-irland¨¦s firmado con Londres y de la grave situaci¨®n econ¨®mica por la que atraviesa Irlanda, y poco apuestan por su continuidad en el poder despu¨¦s de las pr¨®ximas elecciones generales.
Pero ha sido precisamente el acuerdo anglo-irland¨¦s y el deseo de demostrar a los protestantes de Irlanda del Norte que en una eventual uni¨®n futura con el Sur podr¨¢n conservar su personalidad y sus tradiciones el factor que ha decidido a FitzGerald a llevar a cabo la celebraci¨®n del refer¨¦ndum, junto con una ligera mayor¨ªa a favor del divorci¨®, expresada en las encuestas.
Campa?a sonada
La campa?a sobre el refer¨¦ndum promete ser una de las m¨¢s sonadas desde que la Rep¨²blica de Irlanda obtuvo su independencia del Reino Unido en 1921. El doctor FitzGerald tendr¨¢ que hacer frente a una formidable oposici¨®n, en la que, como se ha de mostrado en los debates de a C¨¢mara Baja que comenzaron el pasado mi¨¦rcoles, el Fianna Fail de Charles Haughey se ha aliado t¨¢citamente con la poderosa jerarqu¨ªa cat¨®lica del pa¨ªs.Los obispos cat¨®licos publicaron un documento titulado Matrimonio familia y divorcio, co¨ªncidi¨¦ndo justamente con el inicio del debate, y en el que se muestran totalmente opuestos a la enmienda constitucional que sugiere el Gobierno, por considerarla "desestabilizadora de la familial.
Por si este frente com¨²n Iglesia cat¨®lica-Fianna Fail no fuera bastante, FitzGerald no cuenta en este tema con el apoyo total de su partido, donde el influyente ministro de Educaci¨®n, Paddy Cooney, y otros diputados son conocidos antidivorcistas. Cooney acaba de declarar: "No pienso precisamente ir de puerta en puerta pidiendo un voto favorable en el refer¨¦ndum".
Con todas estas limitaciones, una votaci¨®n favorable a la enmienda constitucional constituir¨ªa un tremendo triunfo personal para FitzGerald, aunque, en opini¨®n de los observadores, no ser¨ªa suficiente para ganar las pr¨®ximas generales, a unos a?os vista. En la actualidad, el n¨²mero de matrimonios separados en Irlanda oscila entre 30.000 y 70.000, seg¨²n la cifra facilitada por el Divorce Action Group o la recientemente formada Anti-Divorce Campaign.
La enmienda constitucional que pretende introducir el Gobierno es m¨ªnima. El divorcio s¨®lo podr¨ªa ser concedido por un tribunal especial familiar tras una separaci¨®n de la pareja de cinco a?os, siempre que no hubiera "esperanza razonable de reconciliaci¨®n" y despu¨¦s de tener en cuenta a los hijos. A pesar de estas limitaciones, la batalla y las divisiones ser¨¢n profundas en un pa¨ªs de total mayor¨ªa cat¨®lica donde el catolicismo se considera, por razones hist¨®ricas, parte del alma nacional.
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