Una gestor¨ªa, acusada de quedarse con el dinero de clientes a quienes tramitaba los pagos
La gestor¨ªa P¨¦rez Carbonell, de Valencia, ha sido acusada de apropiarse Indebidamente de pagos por valor de al menos 70 millones de pesetas que sus clientes le hab¨ªan entregado con el fin de que les gestionase las liquidaciones de diferentes tasas, impuestos y tributos. La denuncia ha sido presentada por una decena de afectados, quienes indican que este hecho afecta a cientos de personas y empresas del barrio de Benicalap. Peque?os empresarios aut¨®nomos pueden perder as¨ª su pensi¨®n de jubilaci¨®n, y hay empresas que oficialmente no han pagado impuestos desde 1981. La gestor¨ªa acusa a su vez a los empleados de haberse apropiado del dinero.
En Benicalap, una populosa barriada obrera, no es raro encontrar personas afectadas por estos hechos. Durante a?os, vecinos del barrio han entregado a Ana P¨¦rez Carbonell cientos de miles de pesetas para que atendiera en su nombre diveros pagos: desde licencias de apertura hasta impuesto sobre la renta y cuotas de la Seguridad Social. Un muestreo entre los perjudicados y un somero an¨¢lisis de la documentaci¨®n que obra en su poder indica que una parte considerable de las decenas de millones facturados desde 1978 no ha sido liquidada a los organismos recaudadores, seg¨²n los datos extra¨ªdos de un libro en el que Ana P¨¦rez anotaba las deudas con sus clientes, ahora en poder del Juzgado.Los querellantes -ocho o diez por ahora- actuaron cuando fueron requeridos para efectuar diversos pagos que ya cre¨ªan liquidados hace a?os. Seguramente aumentar¨¢n en los pr¨®ximos d¨ªas a poco que vayan llegando nuevos requerimientos del Ministerio de Hacienda u otros organismos. De los datos, referidos a finales de 1984, se desprende que en aquella fecha la gestor¨ªa no hab¨ªa liquidado m¨¢s de 70 millones de pesetas que previamente le hab¨ªan sido entregados por un n¨²mero de contribuyentes que oscila entre los 600 y 800. No consta si desde entonces estas cifras han aumentado, aunque se sabe que la gestor¨ªa ha negociado con algunos perjudicados para que fueran retiradas las querellas, a cambio de saldar la deuda.
Ana P¨¦rez, de, 49 a?os de edad, de quien extra?aba su nivel de vida y que mantiene abierto a¨²n su negocio, adopta el papel de v¨ªctima. "Se trata de un compl¨® para hundirme", ha dicho varias veces, llorando ante sus acreedores, aunque se ha negado a hacer declaraciones a los medios de comunicaci¨®n.
Se muestra confiada, seg¨²n dicen sus acreedores, y ha prometido pagar a todos. Su especial carisma ha hecho que algunos afectados sigan teniendo esperanza. Como Victoriano, un peluquero pr¨®ximo a jubilarse a quien la Seguridad Social reciama medio mill¨®n por su seguro de aut¨®nomo no pagado desde 1981. No sabe de d¨®nde sacar dinero para tener derecho a. su pensi¨®n. Su esperanza es ser uno de los pocos que pueda cobrar: "Me he pasado muchas noches en vela, llorando y pensando. La gestora me ha dicho que por las malas no sacar¨¦ nada. No quiero hablar mal de ella, por si acaso".
Los empleados, conscientes de haber sido testigos de las actividades de su patrona, han abandonado su trabajo "al ver que ella no se enmendaba". Una de las administrativas de la gestor¨ªa se ha querellado contra su antigua patrona, a quien acusa de falsificar su firma para que su finiquito constara como pagado. Tan escandalosa lleg¨® a ser la situaci¨®n que los mismos empleados intentaban convencer a los clientes para que se fueran.
Algunos vecinos del barrio aseguran que "s¨®lo fueron abonados los pagos cuyos recibos eran exigidos. La mayor¨ªa se desentend¨ªa,y cre¨ªa que era mejor, para que no se perdieran, que los justificantes los guardaran en la gestor¨ªa.
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