El presidente peruano suaviza su ret¨®rica antinorteamericana
Lima y Washington parecen condenadas al enfrentamiento, pese al pragmatismo de Alan Garc¨ªa
ENVIADO ESPECIALEl presidente peruano, Alan Garc¨ªa, ha suavizado en los ¨²ltimos meses esa ret¨®rica antinorteamericana que hab¨ªa empezado a preocupar seriamente en Washington. Se trata, simplemente, de aplicar la pol¨ªtica de dos pasos adelante y uno atr¨¢s, seg¨²n consideran dirigentes de su propio partido, la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA). Algunos de los adversarios pol¨ªticos de Garc¨ªa creen que ¨¦ste ha comprendido que hab¨ªa ido demasiado lejos y ha rectificado.
Sea como fuere, parece muy tarde para dar marcha atr¨¢s, s¨ªes que el presidente peruano. quiere hacerlo. Aunque el embajador de Estados Unidos en Lima, David Jordan, se esfuerce por convencer a. su Gobierno, de que Alan Garc¨ªa es esencialmente un pragm¨¢tico, el joven dirigente de la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA) parece condenado al enfrentamiento con el Gobierno de Estados Unidos. Y no s¨®lo porque Garc¨ªa se haya atrevido a tocar verdaderos puntos sensibles para la Administraci¨®n norteamericana, como Centroam¨¦rica y el Fondo Monetario Internacional, sino porque ha asumido compromisos internos con su pueblo, que, acostumbrado como est¨¢ a o¨ªr decir que el Per¨² de hoy es distinto porque es un Per¨² antiimperialista, dif¨ªcilmente entender¨ªa una rectificaci¨®n en este sentido.Incluso personalmente, el presidente Garc¨ªa se siente poco ligado a EE UU. Visit¨®, por segunda vez, ese pa¨ªs cuando en septiembre pasado acudi¨® a las Naciones Unidas para pronunciar un discurso incendiario ante la asamblea general, no habla ingl¨¦s y, educado en Europa, no tiene una visi¨®n norteamericana de las cosas.
"Las relaciones con Estados Unidos", explica el ministro de Relaciones Exteriores, Allan Wagner, "son las propias de un pa¨ªs que desea llevar a cabo un proceso profundo de transformaciones internas, que tiene una dimensi¨®n externa en la medida en que el sistema pol¨ªtico-econ¨®mico al que pertenece le impide llevar a cabo un proceso aut¨®nomo de transformaci¨®n". Wagner a?ade: "No tenemos con Estados Unidos una confrontaci¨®n global, ni tampoco la buscamos, lo que ocurre es que este: proceso aut¨®nomo que Per¨² busca en el marco latinoamericano encuentra puntos de confrontaci¨®n con el sistema del cual Estados Unidos es la potencia dominante, que naturalmente se resiste a que vaya por ah¨ª un pa¨ªs peque?o ?alborot¨¢ndoles el cotarro".
Probablemente m¨¢s grave a¨²n que la posici¨®n peruana sobre el Fondo Monetario Internacional es, para Washington, su intervenci¨®n en el conflicto centroamericano. Estados Unidos, que nunca ha demostrado gran entusiasmo por el Grupo de Contadora, se encontr¨® en la toma de posesi¨®n de Alan Garc¨ªa con que el nuevo presidente anunciaba la formaci¨®n de un grupo de apoyo al de Contadora del que forman parte, adem¨¢s de Per¨², Argentina, Uruguay y Brasil. De hecho, ese grupo, cuya creaci¨®n fue un revulsivo importante para Contadora, es en un 80% la canciller¨ªa peruana.
Como agente de primer orden en el proceso negociador centroamericano, Per¨² se ha convertido adem¨¢s en el principal valedor de Nicaragua. En la reciente toma de posesi¨®n del presidente electo de Costa Rica, ?scar Arias, Alan Garc¨ªa rehus¨® acudir a una cumbre improvisada para discutir sobre Centroam¨¦rica porque estaba ausente Nicaragua. El de Lima es el Gobierno que con m¨¢s contundencia ha condenado el apoyo norteamericano a la guerrilla antisandinista y el ¨²nico que ha advertido que romper¨¢ relaciones con la potencia que agreda a Nicaragua.
El problema es que si alguna vez Alan Garc¨ªa quisiese romper relaciones con Washington, su ministro de Econom¨ªa le tendr¨ªa que aconsejar correctamente que no lo hiciese, puesto que el 50% de las exportaciones de este pa¨ªs est¨¢n dirigidas a Estados Unidos.
El papel peruano es tambi¨¦n importante en el caso de El Salvador. La casa de Alan Garc¨ªa fue escenario, a finales del pasado mes de abril, de una toma de contacto importante entre la guerrilla y el Gobierno salvadore?o.
Tal vez el giro m¨¢s grave que para Per¨² ha tomado la situaci¨®n internacional en los ¨²ltimos meses sea el progresivo aislamiento del Gobierno aprista dentro del mis-mo continente latinoamericano. Es obvio que la pol¨ªtica peruana de relacionar el pago de la deuda externa con el volumen de las exportaciones no ha encontrado el eco esperado por Garc¨ªa, y la mayor¨ªa de los pa¨ªses del llamado Consenso de Cartagena han negociado directamente con el FMI.
Solo ante el FMI
Per¨² se queda, pues, solo ante el Fondo, mucho m¨¢s preocupado por los ataques de Garc¨ªa al papel de la instituci¨®n econ¨®mica que por el incumplimiento, por parte peruana, de las obligaciones de pago de una deuda rid¨ªcula en comparaci¨®n con las de los grandes. pa¨ªses de la, regi¨®n.
La inc¨®gnita en estos momentos es si Alan Garc¨ªa, que lleg¨® a la Presidencia de Per¨² resuelto a convertirse en un l¨ªder continental, se rendir¨¢ ante: estas dificultades. Aqu¨ª se piensa que el l¨ªder aprista puede buscar otras v¨ªas de actuaci¨®n en el plano internacional, ,orno, por ejemplo, el Movimiento le Pa¨ªses no Alineados. Quien le conoce bien asegura que Garc¨ªa est¨¢ dispuesto a hacer cualquier cosa para convertirse en 1999 -cuando la jefatura del movimiento le corresponde a un pa¨ªs latinoamericano- en el presidente le esa organizaci¨®n; para ello parece contar ya incluso con el respaldo del m¨¢¨²mo dirigente cubano, Fidel Castro, con el que parecen completamente zanjadas las diferencias aparecidas en los prineros meses del Gobierno aprista.
Si en un momento se pens¨® que el Gobierno peruano intentaba una posici¨®n equidistante entre Washington y La "Habana, ¨¦sa no es hoy la situaci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.