Picaresca f¨²nebre

Soy enfermera y he trabajado durante ocho a?os en uno de los grandes hospitales de la Seguridad Social. En ellos, frecuentemente, ingresan enfermos cuyo diagn¨®stico es casi fatal, quiero decir: que tienen muy pocas posibilidades de curarse.Durante los ¨²ltimos a?os, el Insalud ha puesto en marcha un programa de asistencia integral que no s¨®lo procura el pronto restablecimiento de los pacientes, sino que adem¨¢s incluye cierta ayuda para los familiares, aunque ¨¦sta no sea, por desgracia, en muchos casos suficiente.

No todas las enfermedades pueden atenderse en los lugares de origen, debido a que se precisa de tecnolog¨ªa sofisticada y ¨¦sta se concentra s¨®lo en algunos centros. Los familiares y los enfermos acuden a nuestros hosp?tales con la esperanza de recuperarse, pero, al mismo tiempo, dejan atr¨¢s sus casas, sus familias y sus trabajos. Un hospital no es Lourdes ni es F¨¢tima, y muchos pacientes fallecen a centenares de kil¨®metros de sus hogares.

Por desgracia, la legislaci¨®n vigente sobre traslado de cad¨¢veres exige que sean las empresas de pompas f¨²nebres las que lo realicen, y esto se considera pomo un art¨ªculo de lujo, vale decir que cuesta mucho dinero... Dinero que en muchos casos sangra sus exiguas econom¨ªas. As¨ª pues, para poder enterrar a su deudo junto a sus padres y abuelos -nada m¨¢s natural- gastan todos sus ahorros o se empe?an para poder conseguirlo.

Para resolver esta situaci¨®n, los servicios de ambulancias de los hospitales, haciendo un favor, trasladan los cad¨¢veres ilegalmente... Pero, claro, a los familiares les cobran por ese servicio un precio m¨®dico, algo inferior al de las funerarias. Todas estas operaciones se realizan en nuestros hospitales porque, dadas las circunstancias, as¨ª los m¨¦dicos como las enfermeras hacemos la vista gorda por compasi¨®n humana.

Me resulta incomprensible que, si el Insalud se preocupa de trasladar a un paciente que sufre una enfermedad incurable a un centro hospitalario en alguna de las grandes capitales, al mismo tiempo no se preocupe de devolverlo, si es que ha fallecido, a su lugar de origen. En primer lugar, porque es inhumano, y, en segundo lugar, porque se presta a mil formas de la m¨¢s triste picaresca. Ese traslado deber¨ªa ser gratuito.

Yo creo que este tema deber¨ªa ser debatido e, incluso, el propio Defensor del Pueblo, don Joaqu¨ªn Ruiz Gim¨¦nez, deber¨ªa tomar cartas en el asunto.- Enfermera.