Carrillo intenta capitalizar el voto comunista 'de siempre'

Santiago Carrillo, tras su marginaci¨®n del Comit¨¦ Ejecutivo y del Comit¨¦ Central del PCE, como consecuencia de no rectificar su descalificaci¨®n de la "convergencia pol¨ªtica y social" propuesta por Gerardo Iglesias, inscribi¨® en octubre de 1985 en el Ministerio del Interior el Partido Comunista de Espa?a (marxista-revolucionario), denominaci¨®n con la que un mes despu¨¦s comparecieron sus seguidores gallegos, encabezados por Julio P¨¦rez de la Fuente, en las elecciones auton¨®micas.

Pocos d¨ªas despu¨¦s de acudir al registro de asociaciones pol¨ªticas y de tener garantizado el requisito m¨ªnimo para estar presente en la primera cita electoral, el veterano dirigente comunista promovi¨® y presidi¨® en Madrid la I Asamblea Nacional para la Unidad de los Comunistas.Frente al derrotero emprendido por el PCE, Santiago Carrillo levantaba la bandera de un comunismo sin maquillar, un comunismo de siempre y decidido a rentabilizar todas las connotaciones de su propia denominaci¨®n.

Al principio los dirigentes de la Mesa para la Unidad de los Comunistas (MUC) insistieron en sus declaraciones en aparecer corno un grupo equidistante del "dogmatismo" del partido de Ignacio Gallego y de "la derechizaci¨®n" del Partido Comunista de Espa?a.

Pero su competencia con ¨¦ste por el exiguo electorado comunista en los comicios gallegos y la reiterada negativa de Gerardo Iglesias a contestar siquiera a sus cartas, con repetidas invitaciones a negociar, decantaron a la MUC hacia el Partido Comunista de los Pueblos de Espa?a.

Actitud cauta

El PCPE, por su parte, adopt¨® una actitud m¨¢s cauta de lo que cab¨ªa imaginar, dado que ten¨ªa la oportunidad de ca?onear a sus adversarios eurocomunistas, y condicion¨® cualquier acuerdo electoral con el grupo de Santiago Carrillo a que el pacto incluyese tambi¨¦n "a otros grupos".

Carrillo interpret¨® los resultados de las elecciones auton¨®micas gallegas -en las que el PCE perdi¨® el ¨²nico diputado que ten¨ªa, tras obtener unos 10.000 votos y el PCE (marxista-revolucionario) unos 8.000- como la confirmaci¨®n de sus tesis, porque "plantean casi angustiosamente", dijo, "la necesidad de una plataforma electoral comunista a partir de un pro-grama com¨²n". Gerardo Iglesias opin¨® que el ¨²nico proyecto de su predecesor era "hacer cenizas al PCE".

Pocos meses despu¨¦s, Carrillo abog¨® de nuevo por la colaboraci¨®n entre las tres familias comunistas con motivo de la campa?a del refer¨¦ndum. Pero de hecho el PCE promovi¨® la Plataforma C¨ªvica para la Salida de Espa?a de la OTAN -continuaci¨®n de las Mesas Pro-refer¨¦ndum y germen de la coalici¨®n electoral Izquierda Unida-.

La Mesa para la Unidad de los Comunistas y el PCPE acusaron entonces a Gerardo Iglesias de perseguir objetivos electoralistas al negarse a coordinar las campa?as de los tres grupos.

Actos conjuntos anti-OTAN

A principios de febrero, los hombres de confianza de, Carrillo y Gallego firmaron un acuerdo para organizar conjuntamente actos p¨²blicos contra la permanencia de Espa?a en la Alianza Atl¨¢ntica, lo que gener¨® la impresi¨®n de que pod¨ªa fraguar entre ellos un pacto electoral. Incluso tuvo lugar un mitin de sindicalistas de ambos partidos para "impulsar" la unidad de los comunistas.

A mediados del pasado mes de marzo, Santiago Carrillo reiteir¨® su prop¨®sito de mantener unas se?as de identidad -n¨ªtidamente comunistas, defendi¨® la prioridad de la reunificaci¨®n de las tres familias en un solo partido y anunci¨® su apartamiento de la plataforma electoral que pretend¨ªa constituir el PCE. Este partido hab¨ªa defendido una tesis semejante durante varios meses, pero ante el empuje de los resultados del refer¨¦ndum y las perspectivas de marginar definitivamente a Carrillo, renunci¨® a forzar la reintegraci¨®n de los prosovi¨¦ticos y admiti¨® llegar con, ellos a un acuerdo electoral.

Carrillo, por su parte, dijo sobre su autoexclusi¨®n: "No nos hemos emborrachado con los siete millones de noes" y a la sospecha de que una coalici¨®n con Ram¨®n Tamames, Alonso Puerta e independientes "se puede descomponer en cuanto sus representantes lleguen a las Cortes".