Nicaragua firmar¨¢ el Acta de Paz s¨®lo si se aprueba su plan de desmilitarizaci¨®n
Sergio Ram¨ªrez, escritor y abogado de 44 a?os, ex luchador antisomocista e integrante de la primera Junta de Gobierno tras la ca¨ªda de] dictador Anastasio Somoza, en 1979, se presenta ahora como un infatigable defensor del proceso de paz en la regi¨®n encabezado por el Grupo de Contadora. Afirma, sin embargo, que aprendi¨® de la experiencia chilena de Salvador Allende la "gran lecci¨®n hist¨®rica" de que no se puede hacer la revoluci¨®n sin armas. En Madrid, adonde lleg¨® el martes, se entrevist¨® ayer con el presidente Felipe Gonz¨¢lez, con el vicepresidente, Alfonso Guerra, y con el subsecretario de Asuntos Exteriores, Fernando Perpi?a.Pregunta. ?Cu¨¢l es el objetivo pol¨ªtico de la propuesta de reducci¨®n de armamento ofensivo presentada por Nicaragua en la reciente cumbre de presidentes centroamericanos de Esquipulas?
Respuesta. Creemos que hoy estamos m¨¢s cerca que nunca de alcanzar un acuerdo de paz en Centroam¨¦rica. Hay acuerdo en los aspectos pol¨ªticos, sociales y econ¨®micos. Resta tan s¨®lo el aspecto militar. Por eso nosotros hemos presentado una propuesta concreta, que est¨¢ siendo discutida ahora por el Comit¨¦ T¨¦cnico del Grupo de Contadora en Panam¨¢. Lo que proponemos es, b¨¢sicamente, la prohibici¨®n absoluta de las bases extranjeras, de los asesores militares y de las maniobras militares extranjeras en Centroam¨¦rica. Junto con eso, una limitaci¨®n, una reducci¨®n o una prohibici¨®n de todas las armas ofensivas en la regi¨®n. Esto quiere decir que estamos proponiendo desmilitarizar el ¨¢rea. La ¨²nica condici¨®n que hemos impuesto es que no se proh¨ªba a cada pa¨ªs tener su propio sistema defensivo, porque eso significar¨ªa perder nuestra capacidad militar de rechazar una agresi¨®n extranjera.
P. ?Y piensa que Estados Unidos aceptar¨¢ retirar sus bases y sus asesores militares de la zona?
IR',. Creemos que Estados Un?-dos no puede aceptar una cosa as¨ª, porque va contra sus intereses en la zona. Sabemos que, sin la- voluntad norteamericana, aplicada a sus aliados-en la regi¨®n, es muy diflicil llevar adelante este, proceso. Cuando la Administraci¨®n norteamericana ve que existe una posibilidad concreta de que los pa¨ªses centroamericanos firmen un acta conjunta el 6 de junio, entonces su respuesta es el documento preparado por el Pent¨¢gono que dice que, si se firma el acta, a Estados Unidos no le quedar¨¢ otra alternativa que invadir Nicaragua. ?se es el l¨ªmite a las negociaciones. Pero, aun as¨ª, nosotros estamos dispuestos a firmar.
P. ?Qu¨¦ antecedentes concretos tienen ustedes para insistir en que Estados, Unidos est¨¢, dispuesto a invadir Nicaragua?
R. Despu¨¦s de que se conociera el documento preparado por el Pent¨¢gono, el viceministro de Asuntos Exteriores de la Rep¨²blica Federal de Alemania, J¨¹rgen Molleman, hizo una declaraci¨®n muy dram¨¢tica, en la que afirmaba que se estaba preparando una invasi¨®n de Nicaragua. Esto fue para nosotros una confirmaci¨®n muy importante y una llamada de atenci¨®n, porque proviene de un Gobierno que no es aliado pol¨ªtico nuestro, sino m¨¢s bien de EE UU. Este tipo de advertencias revela el dramatismo que tiene la situaci¨®n. Creemos que EE UU no est¨¢ dispuesto a salir, en t¨¦rminos milita res, de la regi¨®n centroamericana, y si se firma el Acta, a la Administraci¨®n de Reagan no le quedar¨¢ otra alternativa que recomponer el
Nicaragua firmar¨¢ el acta de paz s¨®lo si se aprueba su plan de desmilitarizaci¨®n
balance de fuerzas en la regi¨®n, intentando derrocar al r¨¦gimen sandinista.P. ?Tiene Nicaragua alg¨²n pacto de ayuda militar con otros pa¨ªses, en caso de que Estados Unidos decidiera invadir su pa¨ªs?
R. No tenemos ning¨²n pacto de este tipo, ni p¨²blico ni secreto, con ning¨²n pa¨ªs socialista. La URSS nos suministra material b¨¦lico y Cuba nos ha proporcionado asesores militares. Pero si nos invaden, seremos los propios nicarag¨¹enses los que nos defenderernos con lo que tengamos a mano... y le aseguro que triunfaremos. No hay ning¨²n ej¨¦rcito extranjero capaz de defender Nicaragua como lo podr¨ªamos hacer nosotros.
La derrota de la 'contra'
P. ?C¨®mo ve el r¨¦gimen sandinista los intentos de unificaci¨®n de la contra y las posibilidades de que el Congreso norteamericano otorgue fondos para un mejor equipamiento militar de los antisandinistas?
R. En primer lugar, tenemos que decir que hemos llevado ala contra a una situaci¨®n de derrota militar estrat¨¦gica. Ellos, no tienen posibilidades militares en Nicaragua, por mucho que reciban abastecimientos desde Estados Unidos. La contra ya no tiene posibilidades de triunfo corno fuerza pol¨ªtica o militar en Nicaragua. Sus acciones ahora se limitan. al puro terrorismo, como es el minado de un camino rural en el que muri¨® esta semana un cooperante espa?ol. Es este proceso de derrota militar el que obliga a la CIA [Agencia Central de Inteligencia norteamericana] a presionar a los diferentes l¨ªderes de la contra a solucionar sus diferencias. Ahora m¨¢s que nunca se pued6confirmar que la contrarrevoluci¨®n es un ap¨¦ndice org¨¢nico de la CIA y que, por tanto, no es para nosotros una contrapartida pol¨ªtica.
P. Si algunos dirigentes de la contra, como Ed¨¦n Pastora o Arturo Cruz, decidiera regresar a Nicaragua e integrarse a la oposici¨®n pol¨ªtica, ?podr¨ªa hacerlo?
R. En Nicaragua existe una amnist¨ªa amplia para cualquier persona que quiera reintegrarse, aunque haya participado en acciones armadas contra el r¨¦gimen sandinista. Esto vale para Pastora, para Cruz, para cualquiera. No hay excepciones. Respecto a Ed¨¦n Pastora, creo que su principal problema fue que no logr¨® congeniar con la CIA y no se pudo integrar en sus planes. Despu¨¦s reconoci¨® que no hab¨ªa opci¨®n militar contra el r¨¦gimen sandinista y eso le llev¨® a entregar las armas.
P. ?Cu¨¢les ser¨ªan las consecuencias internas para Nicaragua de una paz en Centroam¨¦rica?
R. A nosotros nos urge la paz para recuperar nuestra econom¨ªa. Hay que recordar que Nicaragua es un pa¨ªs pobre,, que adem¨¢s ha sido saqueado durante d¨¦cadas por una injusta estructura econ¨®mica y por depredadores extranjeros. Adem¨¢s, en los ¨²ltimos a?os de la lucha contra Somoza, el pa¨ªs se empobreci¨® a¨²n m¨¢s, porque la estructura productiva se paraliz¨®. Finalmente, apenas tomamos el poder, debimos enfrentar los costes de una agresi¨®n extranjera a trav¨¦s de la contrarrevoluci¨®n financiada por EE UU, el bloqueo econ¨®mico y comercial promovido por Estados Unidos, el minado de puertos y la casi absoluta: falta de cr¨¦ditos de organismos financieros internacionales. De todos los organismos crediticios intemacionales Nicaragua recibir¨¢ este a?o apenas cinco millones de d¨®lares (unos 730 millones de pesetas), por presi¨®n directa de EE UU. El t¨¦rmino de la situaci¨®n de guerra nos permitir¨ªa por fin una recuperaci¨®n econ¨®mica. Y tambi¨¦n nos permitir¨ªa reducir algunas de las restricciones a la libertad, como la censura de prensa o el estado de emergencia, que estamos obligados a mantener mientras exista el peligro de invasi¨®n.
El apoyo espa?ol
P. ?Qu¨¦ papel ha jugado Espa?a. en el proceso de Contadora?
R. El apoyo moral y pol¨ªtico de: Espa?a al Grupo de Contadora ha, sido fundamental en la consolidaci¨®n de este grupo en la pol¨ªtica internacional. Estados Unidos no estuvo nunca interesado en la consolidaci¨®n del Grupo de Contadora, pero tuvo que aceptarlo como una realidad legitimada ante el mundo y apoyada en Am¨¦rica Latina y Europa. El respaldo del Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez ha tra¨ªdo como consecuencia el apoyo de los dem¨¢s pa¨ªses europeos, que reconocen en Gonz¨¢lez un interIocutor para Am¨¦rica Latina.
P. La Embajada espa?ola en Managua propici¨® hace algunos meses un di¨¢logo entre su Gobierno y la oposici¨®n pol¨ªtica. ?C¨®mo recibi¨® el r¨¦gimen sandinista este intento de mediaci¨®n?
R. Fue una experiencia positiva. El embajador Cuervo, que propici¨® esta iniciativa, se ha retirado ahora de Managua. Pero si el nuevo embajador reactiva esta operaci¨®n, nosotros la apoyar¨ªamos.
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