Los mexicanos prepararon al detalle su asistencia al estadio
El taxista, estudiante de antropolog¨ªa por la tarde y transportador de pasajeros por la ma?ana, llevaba su peque?o televisor en el asiento de al lado. "Esto no me lo pierdo", comentaba como si se tratase del segundo aterrizaje en la Luna. Alguien llam¨® al programa de Guillermo Ochoa en el canal 2 de Televisa para preguntar, a las 7.30 horas de la ma?ana, si deb¨ªa arrancar el boleto de la inauguraci¨®n del paquete que hab¨ªa comprado. "Pues claro que lo debe arrancar, no vaya a perder la entrada del M¨¦xico-B¨¦lgica en el estadio". Pedro Ferris, otra de las estrellas de la televisi¨®n, esta vez en el canal 13 de Imevisi¨®n, el ente estatal, tambi¨¦n contestaba pregunta tras pregunta. "Oigame, don Pedro, ?de qu¨¦ color hay que ir vestido hoy al estadio?". Y don Pedro, un veterano todo amabilidad, respondi¨®: "Del que usted quiera, se?ora, del que usted quiera, pero ?por qu¨¦ no ir de verde, no le parece?".La jornada y horas previas a la gran inauguraci¨®n estuvo ¨ªntimamente ligada con la idiosincracia de este pa¨ªs, es m¨¢s, de esta ciudad. Una ciudad con 18 millones de habitantes, con calles de 43 kil¨®metros, con gr¨²as municipales que por 250 pesetas te acompa?an al taller si se te estropea el coche.
Un anuncio del comit¨¦ organizador, publicado en todos los peri¨®dicos del distrito federal, ped¨ªa a los espectadores que llegaran pronto al estadio, que se trasladaran en grupos, que no llevaran bultos, ni paquetes, ni botellas, ni objetos que puedan causar molestias, ni banderas con astas, "ni animales, aunque los considere mascotas". Eran, simplemente, unas recomendaciones b¨¢sicas. Hab¨ªa m¨¢s. Gabriel Hern¨¢ndez Chaves, subdirector de Planificaci¨®n de M¨¦xico, sali¨® el otro d¨ªa por la tele para contarle a los aficionados que tampoco pod¨ªan llevar al estadio "pilas grandes, brochas, pintura..." "Y tortas, ?puedo lle-var esas tortas tan ricas que hace mi abuelita para desayunar en la cancha del Azteca,?", pregunt¨® un habitante del barrio de Polanco. "Pues claro que puede llevar sus tortas", le dijo el polic¨ªa, "pero nos permitir¨¢ que las examinemos, ?no?, para estar seguro de que son tortas".
La gente entraba con las c¨¢maras fotogr¨¢ficas abiertas y los rollos en la otra mano, con los prism¨¢ticos colgados del cuello, sin funda, con las c¨¢maras de v¨ªdeo casi desmontadas. Hab¨ªa quien transportaba mejor material que los propios, profesionales, que, l¨®gicamente, entraron por otra puerta.
Ni?os Identificados
Muchos espectadores hab¨ªan hecho caso a una de las recomendaciones m¨¢s curiosas de la jornada anterior, cuando un miembro del comit¨¦ organizador apunt¨®, en el programa del canal 13 Los protagonistas del Mundial, que "ser¨ªa recomendable que los ni?os llevaran una tarjeta colgada del cuello en la que figuraran sus datos personales y, principalmente, ad¨®nde, poder dirigirse en caso de que el muchacho se pierda en el recinto, pues muchas veces no es suficiente con anunciar que el ni?o se encuentra bien y en el palco principal del recinto". Es decir, muchos ni?os acudieron al Azteca como si fueran a coger el avi¨®n hacia una ciudad donde les espera el pap¨¢ o la mam¨¢ separada o divorciada para pasar unos d¨ªas de vacaciones.
Algo hab¨ªa quedado claro en los d¨ªas previos a la inauguraci¨®n. Pese a que esta es una ciudad donde se hacen muchas trampas, donde el portero de tu finca es capaz de cogerte el coche del garaje para ir a pasar el fin de semana fuera con toda la familia mientras tu te trasladas al otro lado de la ciudad para pasar unos d¨ªas con un amigo, lo cierto es que cada persona deb¨ªa acudir al estadio con su boleto. Es decir, una persona, un boleto. "No se trata de un partido cualquiera, de un encuentro del campeonato mexicano, donde el padre puede coger al chico con su boleto", explic¨® Sergio Pel¨¢ez, director de Prensa del campeonato, "no, no, se trata de un Mundial,de la inauguraci¨®n de la Copa del Mundo, y, por tanto, por flavor, si no tienen m¨¢s tickets, dejen al ni?o en casa".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.