Roca, a la presidencia

La pretensi¨®n de Miquel Roca de medirse en los debates electorales ¨²nicamente con Felipe Gonz¨¢lez, y no con los dem¨¢s cabezas de lista de la circunscripci¨®n de Barcelona, me parece significativa de la artificialidad de todo su planteamiento. Roca se escuda, para ello, en que ¨¦l es "un candidato a la presidencia del Gobierno" y sus contrincantes no.En realidad, diga lo que diga el se?or.Roca tiene m¨¢s probabilidades de acabar siendo presidente del Gobierno espa?ol su contrincante Narc¨ªs Serra, en el caso de que se produjeran determinados acontecimientos, que no ¨¦l mismo.

Y eso sin descuidar el posible papel de compa?ero temporal de viaje de Roca respecto a la propia operaci¨®n reformista, porque a m¨ª me parece cada vez m¨¢s cre¨ªble la, tesis de quienes sostienen que, una. vez lanzado el PRD con estas elecciones, ser¨¢ cuando emerger¨¢ su verdadero l¨ªder espa?ol, que en estos momentos la banca guarda. tapado o que todav¨ªa es simplemente una de las figuras secundar¨ªas del PRD.

Porque si en alg¨²n momento del futuro el reformismo se convierte en la alternativa de la derecha, Roca, a pesar de su buena. voluntad y del largo viaje ideol¨®gico que ha hecho desde sus inicios, carece de pedigr¨ª y fiabilidad para los poderes f¨¢cticos que la controlan.

Independientemente de eso, el esfuerzo de Roca de abrir el catalanismo hacia el conjunto de Espa?a me parece positivo, porque: supone el primer intento real que se hace desde la derecha de Catalu?a para recuperar cierto sentido de Estado, despu¨¦i de que la izquierda ya cruzara ese Rubic¨®n, en los primeros a?os de la transici¨®n-

Barcelona.