Tedio en Austria al final de la campa?a para las presidenciales

Cuatro d¨ªas antes de las elecciones presidenciales domina en Austria el tedio. Si no fuera ¨¦ste uno de los pueblos de mayor participaci¨®n electoral del mundo democr¨¢tico, la abstenci¨®n podr¨ªa ser un baremo del agobio que reina en el pa¨ªs despu¨¦s de tres meses de una campa?a electoral marcada por los insultos personales, por una crispaci¨®n desconocida aqu¨ª desde el final de la guerra y sobre todo por la pol¨¦mica en torno al pasado de uno de los candidatos, el favorito, Kurt Waldheim.

Waldheim ha sido acusado de haber ocultado su pertenencia a asociaciones nacionalsocialistas tras la anexi¨®n de Austria al III Reich y de haber participado en acciones de represalia del Ej¨¦rcito alem¨¢n en los Balcanes.En Yugoslavia, Grecia y Alban¨ªa, las fuerzas armadas hitlerianas, en cuyo mando en la regi¨®n estaba integrado Waldlieim, cometieron atrocidades que forman parte de las p¨¢ginas m¨¢s negras de la II Guerra Mundial. La quema de poblados; la ejecuci¨®n de civiles, incluidos mujeres, ancianos y ni?os, y la deportaci¨®n organizada de jud¨ªos a los campos de exterminio en Polonia, sobre todo a Auschwitz, fueron pr¨¢ctica com¨²n del ej¨¦rcito alem¨¢n invasor. Por estos hechos fue ejecutado como criminal de guerra, tras la derrota alemana, el general Alexander L¨®hr, a cuyo mando estaba Waldheim.

?ste ha negado su implicaci¨®n en estos hechos y ha calificado su papel en el Ej¨¦rcito entre 1943 y 1945 como el de un "peque?o bur¨®crata". S¨ª ha tenido que reconocer, sin embargo, a la vista de documentos con su firma, que estaba al tanto de estos cr¨ªmenes que anteriormente hab¨ªa asegurado ignorar.

Waldheim, favorito

Debido a este esc¨¢ndalo, el ex secretario general de la ONU ha copado toda la atenci¨®n nacional e internacional durante la campa?a. Su rival, el socialista Kurt Steyrer, reconoc¨ªa el martes que la pol¨¦mica sobre Waldhem le hab¨ªa convertido en un personaje marginal en esta campa?a electoral. Todas las encuestas indican que Waldheim sacar¨¢ provecho de esta situaci¨®n y se convertir¨¢ en el m¨¢ximo representante del Estado austriaco.Una gran parte de la poblaci¨®n ha reaccionado con indignaci¨®n a los ataques contra Waldheim procedentes del exterior, especialmente de Estados Unidos e Israel, que consideran ir¨ªjerencias en los asuntos internos del pa¨ªs. La solidaridad de muchos austriacos con Waldlheim y el sentimiento antisemita presente en amplios sectores de la poblaci¨®n, especialmente en los rurales, han hecho que las cr¨ªticas al candidato conservador por parte de personalidades israel¨ªes y del Congreso Mundial Jud¨ªo, con sede en Nueva York, le sean claramente beneficiosas.

Pocos en Austria se plantean hoy si los ataques son o no justificados en s¨ª. Aquellos austriacos que pudieran cambiar de opini¨®n en el ¨²ltimo momento y negar su voto a Waldheim no lo har¨ªan por convencimiento del peso de las acusaciones, sino por temor a los efectos que ¨¦stas puedan tener sobre el futuro de Austria.

El ex canciller Bruno Kreisky manifest¨® ayer que "Austria se enfrenta a tiempos dificiles si gana Waldlieim". Un grupo de 277 intelectuales volvi¨® ayer a denunciar los peligros a los que se enfrentar¨ªa el pa¨ªs de ser dirigido por una persona tan controvertida como Waldhem, del que los m¨¢s ben¨¦volos entre sus cr¨ªticos dicen quecarece de car¨¢cter y los menos aseguran que por pura ambici¨®n ha sido capaz de provocar un enorme deterioro a la imagen del pa¨ªs.

[En Estados Unidos, el Depart¨¢mento de Justicia acept¨® reunirse con los representantes de Waldhem para escuchar su defensa ante las acusaciones, informa Efe. EE UU podr¨ªa prohibir la entrada al pa¨ªs de Waldhem si considera suficientes las pruebas presentadas en su contra. El encuentro servir¨¢ para que el ministro de Justicia, Edwin Meese, decida si incluye a Waldheim en las listas de los que no pueden entrar al pa¨ªs.]

Todos cuentan hoy, sin embargo, con la victoria de este pol¨¦mico candidato, y el partido que le apoya, el Popular Austriaco, cree que haci¨¦ndose con la jefatura del Estado da el primer paso hacia la conquista del Gobierno, del que se halla alejado desde hace casi dos d¨¦cadas.

El propio canciller federal, Fred Sinowatz, se vio obligado a principios de esta semana a desmentir su dimisi¨®n en el caso m¨¢s que probable de que gane Waldhem. Hay, sin embargo, presiones en el Partido Socialista para que se cambie la c¨²pula del partido si el fracaso de su candidato, el dermat¨®logo y ex ministro de Sanidad Kurt Steyrer, resultara escandaloso. Este t¨¦rmino se aplicar¨ªa, seg¨²n fuentes socialistas, a una derrota por m¨¢s de tres puntos de diferencia, que parece posible.