El padre de Ochoa afirma que hijo es inocente

Jorge Luis Ochoa pertenece a una antigua familia de terratenientes y ganaderos de Medell¨ªn, poseedora todav¨ªa de una de las mejores cuadras de caballos del mundo.Su padre, Fabio Ochoa, uno de los hombres m¨¢s ricos e influyentes de la capital antioque?a, pide a Espa?a que entregue a su hijo a Colombia, donde, seg¨²n ¨¦l, s¨®lo podr¨ªa ser juzgado por un delito de contrabando de ganado. Fabio Ochoa afirma que su hijo es inocente de los cargos que se le imputan y que as¨ª ha sido reconocido en los ocho procesos que se han seguido contra ¨¦l en Colombia.

Vestido con pantal¨®n, camisa, zapatos y sombrero blanco, Fabio Ochoa, don Fabio, como se le llama, revisa en las cuadras de la Asociaci¨®n de Cabailistas de Antioqu¨ªa las fotos que han hecho en la presentaci¨®n de sus mejores potros. Junto a ¨¦l esta su mujer, y cerca, una docena de hombres j¨®venes, cuidadores de los caballos y de la seguridad de don Fabio, que siguen en la televisi¨®n un partido de f¨²tbol. ?ste es uno de los pocos sitios donde se le puede ver fuera de su finca, situada en una loma pr¨®xima a Medell¨ªn. Est¨¢ deseoso por hablar de su hijo detenido en Espa?a. "Con nuestro querido hijo Jorge se han cometido las injusticias m¨¢s inhumanas que haya sufrido una persona. Le han inventado cantidad de chismes, de calumnias".

"Calumnias"

"Han dicho que ha estado cargando aviones en Nicaragua, cuando ¨¦l no conoce Nicaragua. Si es, como dice la mala prensa, un narcotraficante a gran escala, ?c¨®mo ¨¦l mismo se va a ir a cargar los aviones a Nicaragua? Para eso hay trabajadores. Eso son calumnias. Luego, en Espa?a se han ensafiado con ¨¦l. Lo han maltratado, lo han martirizado, lo han humillado. Y ojal¨¢ que no lo manden para Estados Unidos, porque all¨ª lo martirizar¨ªan a¨²n m¨¢s".Fabio Ochoa cree que su hijo es el chivo expiatorio de toda la familia, a la que se atac¨® despu¨¦s del asesinato, en 1983, del ministro de Justicia, Rodrigo Lara Bonilla, del que se le culp¨® como autor intelectual. Don Fabio fue detenido y encarcelado algunos meses por tenencia il¨ªcita de armas. As¨ª recuerda esos d¨ªas: "Fueron a mi casa las fuerzas armadas de la cuarta brigada a irrespetar mi hogar, nos quitaron las armas amparadas y se las robaron. A estas horas todav¨ªa no las han devuelto. Me condenaron a m¨ª a un a?o de c¨¢rcel. Me llevaron junto con un grupo, d¨¦ grandes narcotraficantes; el ¨²nico que no era narcotraficante era yo, que nunca he negociado con eso. Luego esos se?ores (el ej¨¦rcito) recibieron grandes cantidades de los narcotraficantes y los soltaron. Del ¨²nico que no quisieron recibir fue de mi persona". Los tres hijos de don Fabio fueron tambi¨¦n procesados y absueltos por este caso.

El padre de Jorge Luis Ochoa dice que "el ¨²nico que ha podido hablar mal" de su hijo ha sido "un gringo que era un bandido, un pr¨®fugo, un narcotraficante de verdad, con los antecedentes m¨¢s b¨¢rbaros. En Estados Unidos le dijeron que le pondr¨ªan en libertad para que hablara contra mi hijo".

La familia Ochoa apareci¨® por primera vez en las p¨¢ginas de los peri¨®dicos en 1982, cuando el grupo guerrillero Movimiento Diecinueve de Abril (M-19) secuestr¨® a una de las hijas de don Fabio, Blanca Nieves, que entonces era estudiante en la Universidad. Se asegura en Medell¨ªn que Fabio Ochoa lanz¨® entonces una guerra a muerte contra el M-19. Cre¨® un grupo paramilitar del que despu¨¦s surgir¨ªa el temible Movimiento Anti Secuestros (MAS); presion¨® por todos los medios sobre familiares y personas relacionadas con el M-19 hasta que obtuvo la libertad de su hija.

Ola de violencia

En esos d¨ªas hubo en Medell¨ªn m¨¢s de 20 secuestros de dirigentes sindicales o personajes considerados pr¨®ximos al M-19. "Anduvimos por toda Colombia busc¨¢ndolo", dice Fablo Ochoa. En las ¨²ltimas semanas se ha registrado una nueva ola de violencia en Medell¨ªn durante la que han muerto un yerno de Fabio Ochoa y varias personas a las que supone conectadas con el narcotr¨¢fico. Un especialista en el tema de las drogas cree que estos ¨²ltimos asesinatos son parte de la guerra entre narcotraficantes grandes y medianos que se desat¨® en Colombia tras la muerte de Lara Bonilla. Desde entonces, los mafiosos m¨¢s peque?os ocuparon el espacio dejado vacante por los grandes al huir. En los ¨²ltimos meses, sin embargo, muchos de los narcotraficantes m¨¢s conocidos vuelven a ocuparse de sus negocios en Colombia e intentan recuperar el espacio perdido. Fabio Ochoa cree que la ¨²ltima ola de asesinatos se debe atribuir a "Ia delincuencia com¨²n".Como medida precautoria, los Ochoa se han refugiado en su casa de la loma y han enviado a las mujeres a Espa?a, donde adem¨¢s han abierto una oficina de seguimiento del caso de Jorge Luis. Fabio Ochoa cree que Espa?a deber¨ªa poner a su hijo en libertad y dejarlo vivir en Espa?a "para que haga inversiones all¨¢, para que d¨¦ trabajo a mucha gente". Y en el caso de que conceda la extradici¨®n, lo haga "para Colombia, para su tierra".