El director de una sucursal de Banesto muere en un atraco
Antonio Candel G¨®mez, de 39 a?os, casado y con un hijo, director de la sucursal del Banco Espa?ol de Cr¨¦dito (Banesto) situada en el n¨²mero 78 de la calle del Coraz¨®n de Mar¨ªa, result¨® muerto ayer al ser apu?alado durante un atraco. El ayudante de caja, Carmelo Rom¨¢n M¨¦ndez, qued¨® herido de gravedad, y ayer se encontraba internado en la ciudad sanitaria La Paz. Los dos empleados, que eran las ¨²nicas personas que se encontraban en la oficina en el momento del asalto, trataron de reducir al atracador, que portaba una pistola de juguete. El asaltante, al vez se atacado, utiliz¨® un arma blanca que llevaba escondida.
"Fue como un flash"', asegtir¨® el vigil ante jurado de otra entidad bancar¨ªa situada justo enfrente del ba.nco atracado. "El director me diJo que algo pasaba en el banco de enfrente y sal¨ª a la calle. Pude ver a un joven que ten¨ªa manchas de sangre en el pantal¨®n. Le di el alto y empez¨® a correr como un loco sin mirar atr¨¢s. Creo que le persiguieron hasta el metro algunas personas, pero no lograron detenerle", dijo el vigilante.Los hechos se produjeron alrededor de las 11.30, cuando penetr¨® en la sucursal de Banesto un hombre que intimid¨® con una pis tola de juguete a los dos empleados que se encontrabandentro de la entidad bancaria (el terce miembro de la plantilla hab¨ªa salido a desayunar). Al percatarse los erapleados de que la pistola era falsa, se abalanzaron sobre ¨¦l para tratar de reducirle, pero el asaltante sac¨® un arma blanca, los apu?al¨®, seg¨²n manifestaron ayer en el lugar de los hechos miembros del comit¨¦ de empresa.
Un ba?o de sangre
Instantes despu¨¦s llegaban a la entidad bancaria el empleado que hab¨ªa salido y un cliente. "Vimos al director tirado en medio de un charco de sangre al laido de la puerta", explic¨® el cliente, y a?adi¨®: "La v¨ªctima consigui¨® con grandes esfuerzos abrirnos la puerta y pudimos entrar.. Al intentar levantarlo corriprolpamos que estaba herido de muerte. En mi vida hab¨ªa visto tanta sangre. Fue horrible. Le subimos a un taxi y se le llevaron a La Paz. El otro empIleado herido ya no estaba dentro del banco; creo que lo hab¨ªan trasladado tambi¨¦n al hospital. Casi al iristante lleg¨® tambi¨¦n la polic¨ªa. Es todo lo que s¨¦".
El director del banco fue alcanzado por dos pu?aladas en el. coraz¨®n e ingres¨® cad¨¢ver en La Paz. El otro empleado herido recibi¨® una pu?alada en la zona precordial y fue internado en el mismo centro hospitalario en estado grave. La polic¨ªa logr¨® recuperar el arma simulada, pero no la navaja, seg¨²n inform¨® la Jefatura Superior de Madrid.
El atracador, un hombre joven que vest¨ªa camisa blanca de manga corta y pantal¨®n vaquero de color claro, no consigui¨® ning¨²n bot¨ªn.
Poco despu¨¦s del atraco, dos polic¨ªas nacionales custodiaban la entidad, mientras varios agentes de la brigada antiatracos realizaban diversas pruebas periciales. A trav¨¦s de los cristales de las puertas se pod¨ªa ver una gran mancha de sangre junto a uno de los mostradores, que debi¨® de ser el lugar donde se inici¨® el enfrentamiento; el reguero continuaba hasta la puerta. En la entrada del banco estaba colocado un cartel en el que se le¨ªa: "Cerrado por atraco". Numerosas amas de casa se concentraron en la puerta.
Un portavoz del comit¨¦ de em presa de las entidades urbanas del Banesto denunci¨® la presi¨®n psicol¨®gica que sufren los trabajadores no s¨®lo de los asaltantes, sino tambi¨¦n de los propios empresa rios. "Se prima el hero¨ªsmo de los empleados, que muchas veces ponen en peligro su vida para conseguir evitar el robo. Si este hecho hubiera salido bien los empleados podr¨ªan haber logrado unas vacaciones" asegur¨® el citado portavoz. "Los empresarios, por su parte, no ponen las medidas de seguridad m¨ªnimas para evitar que se produzcan estos hechos, y los atracadores se vuelven cada vez m¨¢s violentos para tratar de conseguir m¨¢s dinero del que se encuentra en la caja y que suponen est¨¢, escondido". Esta entidad bancaria hab¨ªa sido asaltada media docena de veces. Muy cerca de esta oficina hay otros dos bancos, pero con vigilantes jurados.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.