Pata Negra, por buler¨ªas y 'blues'
A Pata Negra hay que verles y escucharles en directo porque representan lo ins¨®lito. Desde el punto de vista del espect¨¢culo, donde la perfecci¨®n es la meta de casi todos, el d¨²o formado por Raimundo y Rafael Amador personifica el polo opuesto. Son dos guitarristas viscerales, con el coraz¨®n por encima de la cabeza, por lo que a pesar de que sus conciertos atraviesan algunos baches, cada vez que suena la guitarra o canta Raimundo aquello va a misa.Conocen el lenguaje del flamenco desde antes de nacer, y con el dominio t¨¦cnico y swing que da tener dentro este bagaje, Pata Negra se adentran en el blues y el rock. Sus canciones se basan en buler¨ªas y rumbas, toques en los que son maestros, y cuando quieren meterse en interioridades prefieren la ortodoxia del blues a las soleares o seguiriyas, con magn¨ªficas improvisaciones de Rafael.
Hambre y Moral y Pata Negra
Sala Universal. Madrid, 12 de junio.
Alternan falsetas flamencas con riffs rockeros, sin olvidar el cante jondo, que atacan sin concesiones y dentro del m¨¢s puro clasicismo, tanto en los textos como en el toque y cante.
Excelentes versiones de temas de su ¨¦poca Veneno, Pata Palo y Ratitas Divinas, rock por derecho como el del Cayetano, alguna ranchera, ausencia total de prejuicios y esquemas previos y anarqu¨ªa en escena, que no hay m¨¢s remedio que aguantar porque en cualquier momento pueden llegar al fondo.
Los sevillanos de Hambre y Moral, que actuaban por primera vez en Madrid, hacen una especie de rock-cabar¨¦ peculiar, con textos cr¨ªticos y, m¨²sica compleja, y al final todos improvisaron una ca¨®tica jam que termin¨® con un solo a la bater¨ªa de Raimundo Amador por buler¨ªas.
Babelia
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