Su¨¢rez: "Saldr¨¦ al paso de cualquier barbaridad que se diga en la campa?a"
"Mientras yo fui presidente no hubo desgobierno en Espa?a" - "He demostrado ser dialogante y razonable" - "El PSOE ha ejercitado la fuerza con los d¨¦biles y discrepantes, pero no con los poderosos"
Adolfo Su¨¢rez, 53 a?os, abogado, es el presidente del Centro Democr¨¢tico y Social, partido que construy¨® desde la nada despu¨¦s de abandonar UCD. Condujo a Espa?a de la dictadura a la democracia, bajo la direcci¨®n del Rey y con la colaboraci¨®n de un amplio espectro de fuerzas pol¨ªticas, desde Alianza Popular a los comunistas, pasando, por los partidos nacionalistas. Fue nombrado presidente el 29 de enero de 1976 y dimiti¨® el 29 de enero de 1981, tras ganar las elecciones generales de 1977 y 1979.
Pregunta. La prepotencia socialista se ha convertido en una de sus obsesiones. ?D¨®nde ve usted esa prepotencia?
Respuesta. No ha sido mi obsesi¨®n, sino la de ellos. He visto prepotencia en la forma de ejercer el poder. El Gobierno socialista ha mandado, pero no ha gobernado. Ha impuesto la fuerza de su poder, leg¨ªtimamente obtenido, pero en muy pocas ocasiones ha convencido. Por otro lado, esa fuerza la ha ejercitado con frecuencia contra los discrepantes y los m¨¢s d¨¦biles, pero no ante los grupos de presi¨®n m¨¢s poderosos.
P. ?No le hubiera gustado un partido unido y una mayor¨ªa holgada como la del PSOE? En ese caso, ?no hubiera incurrido en los mismos errores de que acusa al PSOE?
R. Rotundamente, no. Siempre es deseable terier un partido unido y eso es lo que hemos realizado en el CDS. Es distinto el asunto de las mayor¨ªas. Yo hubiera podido gobernar respaldado por una mayor¨ªa absoluta parlamentaria, basada en pactos con alguna otra fuerza pol¨ªtica, pero hubiera conducido a la marginaci¨®n de otras fuerzas representativas en momentos trascendentales.
Desgobierno
P. Al menos, reconocer¨¢ que no es deseable una situaci¨®n de casi desgobierno, como se dio despu¨¦s de 1979: ministros f¨®rzados a dimitir, leyes frenadas, indisciplina parlamentaria...
R. Discrepo de las afirmaciones que se hacen en su pregunta. Mientras yo fui presidente, no hubo desgobierno en Espa?a. En 1979 se aprobaron los estatutos de Sau y Guernica, se desarroll¨® la Constituci¨®n y se democratiz¨® la vida municipal, entre otras muchas medidas. Otra cosa son las im¨¢genes que se trasmit¨ªan como consecuencia de los comportamientos de algunas fuentes de opini¨®n, incluido el Partido Socialista. Hubo manifestaciones encabezadas por significados dirigentes del PSOE que portaban el lema el paro es el terrorismo de UCD. Se instrumentaban debates parlamentarios de acoso al Gobierno con ocasi¨®n de acciones terroristas.
Estos comportamientos no se dan hoy en el Parlamento y, por tanto, no se transmite ese clima de angustia a la opini¨®n p¨²blica. En cuanto a dimisiones y leyes retiradas, son pr¨¢cticas habituales en democracia y se han dado tambi¨¦n, en menor medida, en estos a?os de gobierno socialista.
P. ?D¨®nde ve usted el miedo de los espa?oles del que habla en su programa y en la campa?a?
R. En mis conversaciones con miles de espa?oles. Hay miedo en los funcionarios a la instrumentaci¨®n pol¨ªtica en la provisi¨®n de puestos de trabajo. Hay miedo, en quienes dependen de la Administraci¨®n por subvenciones o contrataciones, como muchas peque?as y medianas empresas. Se est¨¢ imponiendo la discrecionalidad en funci¨®n de las simpat¨ªas, se temen posibles represalias si uno se atreve a discrepar. No se trata de un recorte jur¨ªdico de las libertades, sino del clima de ahogo que produce la creciente influencia del poder en la sociedad.
P. ?Tiene la sensaci¨®n de que el PSOE viene a por usted antes que a por ning¨²n otro candidato?
R. Yo creo que esa sensaci¨®n la comparten hoy todos los espa?oles que siguen la campa?a. Parece molestarles nuestra cr¨ªtica razonada desde posiciones progresistas y el apoyo creciente que estamos recibiendo entre los espa?oles.
P. ?Se han cortado definitivamente los puentes hacia Roca y los reformistas? ?Volver¨ªa a aliarse con Alzaga para ensanchar el grupo centrista?
R. Somos un partido claramente distinto de los dos que cita. Hemos hecho una alternativa de poder seria y no vamos a comprometer su futuro.
P. Roca le acusa de haber estado ausente del Parlamento y Alzaga en alguna ocasi¨®n le ha criticado por dedicarse a los negocios. ?Encuentra justificadas estas cr¨ªticas?
R. Sin comentarios. Yo me he dedicado en estos a?os a construir un gran partido de centro progresista desde la calle. En todos los debates importantes he manifestado mi opini¨®n en el Parlamento, y en las actas constan las innumerables enmiendas presentadas en nombre de CDS por Agust¨ªn Rodr¨ªguez Sahag¨²n.
Medidas concretas
P. ?Qu¨¦ medidas concretas adoptar¨ªa para paliar el paro, reducir el gasto p¨²blico, aumentar la inversi¨®n y mejorar las prestaciones sociales sin aumentar la presi¨®n fiscal?
R. El paro es la primera prioridad de nuestro programa. Para combatirlo definimos doce grupos de medidas, entre las que resaltan las de apoyo a las peque?as y medianas empresas, que son las m¨¢ximas generadoras de empleo; un plan de inversiones en obras p¨²blicas de infraestructura por 500.000 millones de pesetas y el abaratamiento del coste del dinero. Para financiar estas medidas y mejorar las prestaciones sociales, proponemos, por un lado, la fijaci¨®n de prioridades presupuestarias y, por otro, una disciplina severa en el control del gasto p¨²blico corriente desde la Presidencia del Gobierno, que se ha disparado en los ¨²ltimos a?os, principalmente por las contrataciones de funcionarios, y las duplicaciones de gasto entre Administraci¨®n central y auton¨®micas. Proponemos un pacto pol¨ªtico para fijar las prioridades y controlar el d¨¦ficit, y la financiaci¨®n complementaria, si es necesaria, mediante deuda a largo plazo.
P. ?Cerrar¨ªa o privatizar¨ªa parte del sector p¨²blico?
R. Consideramos imprescindible la mejora de la gesti¨®n en el sector p¨²blico. Debe orientar su actividad hacia los sectores estrat¨¦gicos, que no deben quedar en manos de las multinacionales, y hacia los sectores de tecnolog¨ªas modernas cuyas necesidades de inversi¨®n o riesgo no puedan ser afrontadas por el sector privado.
P. ?Mantendr¨ªa la regulaci¨®n del aborto en los t¨¦rminos actuales?
R. El Tribunal Constitucional ya delimit¨® las circunstancias en que el conflicto de intereses entre la madre y el nasciturus hac¨ªan constitucional el aborto y las garant¨ªas necesarias.
P. ?Cerrar¨ªa las centrales nucleares?
R. Hay que exigir que se dediquen muchos m¨¢s recursos a las medidas de seguridad. No se puede, hoy por hoy, descartar su necesidad, pero hay que dedicar los mayores esfuerzos a la b¨²squeda de energ¨ªas alternativas.
P. ?Reintegrar¨ªa a los militares de la UMD en el Ej¨¦rcito? ?Por qu¨¦ no lo hizo en su d¨ªa?
R. Debe resolverse en la pr¨®xima legislatura. Nosotros hab¨ªamos respaldado con otros grupos pol¨ªticos una proposici¨®n en este sentido, que no lleg¨® a debatirse por la disoluci¨®n anticipada de las Cortes.
P. ?Cerrar¨ªa las bases norteamericanas en Espa?a,
R. Proponemos la denuncia del Tratado bilateral y la negociaci¨®n consiguiente de la desaparici¨®n de las bases norteamericanas. Es una consecuencia l¨®gica del planteamiento del presidente Gonz¨¢lez, cuando invit¨® en el refer¨¦ndum a escoger entre el Tratado multilalteral y el Tratado bilateral.
Armas
P. ?Mantendr¨ªa a Espa?a en la actual situaci¨®n dentro de la OTAN? ?Usted, que capitaliz¨® con tanto ¨¦xito su condici¨®n de ex presidente, por qu¨¦ no hizo uso de su autoridad moral durante la campa?a del refer¨¦ndum y opt¨® por el silencio?R. Mantendr¨ªa a Espa?a en la situaci¨®n aprobada por los espa?oles, esto es, sin integraci¨®n en la estractura militar ni de derecho ni de hecho. Espa?a debe contribuir a reequilibrar las relaciones en el seno de la OTAN entre Europa y los Estados Unidos, para que no sean relaciones de subordinaci¨®n. Expuse mi posici¨®n sobre el refer¨¦ndum en el debate parlamentario.
P. ?Seguir¨ªa exportanto armas sin consideraciones ideol¨®gicas?
R. No. En nuestro programa preconizamos impulsar la industria nacional de la Defensa, para disminuir nuestra dependencia del exterior, pero reclamamos la puesta en pr¨¢ctica de la cl¨¢usula de Derechos Humanos en la legislaci¨®n reguladora del comercio exterior de armas.
P. ?Qu¨¦ razones le llevan a reducir la mili a tres meses?
R. Es una medida congruente con nuestra pol¨ªtica de capacitaci¨®n de la juventud y profesionalizaci¨®n de nuestras fuerzas armadas. Tres meses de educaci¨®n militar intensiva son suficientes si se implantan m¨¦todos eficaces de formaci¨®n.
P. Petr¨®leo barato, grandes cosechas, reactivaci¨®n de la econom¨ªa internacional. ?Cree usted que Dios es socialista?
R. Creo que el Gobierno socialista ha desaprovechado unas circunstancias econ¨®micas, ex¨®genas a su gesti¨®n, muy favorables para la creaci¨®n de empleo y para redistribuir con mayor justicia el coste de la crisis.
"El dinero no basta para lograr la adhesi¨®n popular"
Pregunta. Las referencias al 23-F que introdujo el PSOE indican que aqu¨ª, llegado un momento, puede valer todo. ?Teme usted un bajonazo de Felipe Gonz¨¢lez en el tramo final de la campa?a?Respuesta. Estoy dispuesto a salir al paso de cualquier barbaridad que se cometa o diga. Espero y deseo que en Espa?a nunca se recurra a bajonazos. En todo caso, creo que lo que puede suceder es que recurran una vez m¨¢s a la simplificaci¨®n del debate entre Fraga y Gonz¨¢lez.
P. ?Sigue creyendo a esta altura de la campa?a que los bancos influyen decisivamente en el reparto de esca?os? Las perspectivas de Roca y Coalici¨®n parecen decir todo lo contrario.
R. Juega un papel importante en una campala tener o no dinero. Limita gravemente la posibilidad de comunicaci¨®n con los ciudadanos y eso ha pretendido la banca con nosotros. Otra cosa es que baste el dinero para conseguir la adhesi¨®n popular.
P. Duro con los bancos, firme con los militares, nacionalista con los norteamericanos, desconectado de las fuerzas sindicales y no bien visto por la gran empresa... ?No cree que le van a poner muy dif¨ªcil la tarea de gobernar?
R. Me remito a las grandes transformaciones realizadas en mi etapa de presidente. He de mostrado ser dialogante y razonable como nunca se fue en nuestra historia, pero nunca he sido ni ser¨¦ sumiso en la defensa de los intereses de Espa?a.
P. ?A qu¨¦ se debe su silencio respecto a un grupo social tan influyente como es la Iglesia?
R. Supongo que se refiere a la Iglesia Cat¨®lica. Con ella y con otras confesiones religiosas he dialogado, y discrepado a veces, siempre que ha sido necesario.
P. ?Adem¨¢s de los bancos, le abandonaron al inicio de la campa?a algunas personas con las que usted contaba?
R. En mi larga vida pol¨ªtica jam¨¢s me he sentido tan respaldado como ahora por los hombres y mujeres que forman el CDS.
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