La crisis llam¨® a las puertas de algunos de los grandes bancos
Plan de saneamiento de las cajas rurales para evitar las quiebras
La crisis bancaria llam¨® a las puertas de algunos de los grandes bancos que hasta entonces se hab¨ªan logrado mantener alejados. La Administraci¨®n encontr¨® compradores para el grupo de Banca Catalana, eliminando en el camino una oferta para que estos bancos pasaran a manos de una caja de ahorro, y para los bancos de Rumasa, que se repartieron entre los grandes bancos. Pero, en medio, se produjo la crisis del Banco Urquijo Uni¨®n, filial del Hispano, que acab¨® afectando a ¨¦ste. Los dos grandes bancos -Central y Banesto- tuvieron problemas importantes con algunas de sus filiales, lo que repercuti¨® en sus propios resultados.
Algunos de los grandes bancos nacionales que, durante la crisis de las entidades de tama?o peque?o y mediano, se hab¨ªan limitado a adquirir bancos en crisis para aumentar su cuota de mercado, sintieron muy cerca los efectos de la crisis. La crisis industrial, la ca¨ªda de los valores burs¨¢tiles, la importante cartera de inmuebles y solares que manten¨ªan en inversiones pr¨¢cticamente ruinosas, hicieron tambalear varios balances y cuentas de resultados.El caso m¨¢s llamativo fue el del Banco Hispano Americano que, a su propia lentitud para generar recursos, a?adi¨® la crisis de su filial el Urquijo Uni¨®n. No reparti¨® dividendo con cargo al ejercicio de 1984 , necesit¨® ayudas por valor y de 45.000 millones de pesetas, procedentes del Fondo de Garant¨ªa de Dep¨®sitos y del resto de los grandes bancos, para reflotar a su filial. Un a?o despu¨¦s, y tras una profunda "cura de adelgazamiento" el Hispano se siente m¨¢s fuerte. En medio quedaba una crisis interna que forz¨® a la sustituci¨®n del presidente de la entidad y del consejero delegado.
Cambios en el Central y Banesto
El Banco Central, y Banesto tambi¨¦n han pasado por diversas dificultades, que afloraron a finales de 1985. Cambios en las personas que llevan la gesti¨®n en estos bancos y el reconocimiento de que la situaci¨®n en algunas de sus filiales era mala, e incluso muy mala, caminaban de la mano de una falta de rentabilidad propia y de una generaci¨®n escasa de resultados. Estos dos bancos han repetido, en 1985, el volumen de recursos destinado a dividendos para los accionistas y tambi¨¦n han iniciado un proceso de desinversi¨®n para encontrar una nueva dimensi¨®n m¨¢s peque?a.El Banco Garriga Nogu¨¦s, filial de Banesto, con unas inversiones desastrosas; en Tierras de Almer¨ªa y unos cr¨¦ditos muy cuantiosos concedidos a sociedades inmobiliarias de nula rentabilidad, ha transferido a su matriz un agujero no cuantificado todav¨ªa pero que no ser¨¢ inferior a los 40.000 millones de pesetas. El Banco de Granada y el Internacional de Comercio, filiales del Central, provocaron tambi¨¦n, aunque en menor proporci¨®n, problemas a su propietario. El Banco de Valencia, en el que el Central tiene una participaci¨®n del 20%, empezar¨¢ a hacerlo en este a?o.
El sector de cajas rurales se vi¨® afectado por la crisis de tal forma que, durante un tiempo, se pens¨® en la posibilidad de su desaparici¨®n como tal. Estas cooperativas, con una capacidad muy limitada para la concesi¨®n de cr¨¦ditos, ten¨ªan muy concentrados sus riesgos con una rentabilidad muy peque?a, unas plantillas sobredimensionadas y algunas operaciones claramente especulativas que no deber¨ªan haberse llevado a cabo.
La soluci¨®n buscada fue su asociaci¨®n con el Banco de Cr¨¦dito Agr¨ªcola, aunque a?o y medio despu¨¦s este plan se revel¨® inviable para algunas cajas rurales que han empezado a ser absorbidas por cajas de ahorro.
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