La conferencia sobre la pesca de la ballena finaliza sin ning¨²n acuerdo
La conferencia de la comisi¨®n internacional sobre pesca de la ballena, en la que participaron alrededor de 40 pa¨ªses, finaliz¨® en Malm?, al sur de Suecia, sin suscribir ning¨²n documento final por la imposibilidad de ponerse de acuerdo. Se considera que esta reuni¨®n ha sido preparatoria de la gran conferencia que se realizar¨¢ en 1990.
El delegado sueco a la conferencia y observador de la organizaci¨®n Greenpeace, dijo que ¨¦sta hab¨ªa sido "la peor reuni¨®n de la historia de la comisi¨®n, puesto que, entre otras cosas, ni siquiera se hab¨ªa hecho votaci¨®n sobre las mociones propuestas dej¨¢ndose al arbitrio de cada pa¨ªs las decisiones a adoptar.Hubo, sin embargo, exhortaciones a los pa¨ªses que siguen violando la convenciones internacionales al respecto para que se abstengan de proseguir una caza que amenaza con la extinci¨®n de la especie. Las mayores cr¨ªticas estuvieron dirigidas a Noruega e Islandia, que se han negado de plano a cumplir las recomendaciones sobre una suspensi¨®n de la captura hasta 1990 resuelta anteriormente.
El delegado de Islandia argument¨® que la caza realizada por su pa¨ªs se hac¨ªa con finalidades cient¨ªficas, que vend¨ªan la carne a Jap¨®n y de esa manera financiaban la investigaci¨®n en el plano cient¨ªfico. El caso de Islandia fue objeto de algunas consideraciones en virtud de la importancia econ¨®mica que para este pa¨ªs tiene la pesca de la ballena.
La conferencia decidi¨® que la carne de las ballenas capturadas con fines cient¨ªficos deb¨ªa ser consumida en el pa¨ªs que la realizaba y no pod¨ªa ser comercializada, pero como en Islandia no se consume dicha carne, proseguir¨¢n vendi¨¦ndola a Jap¨®n.
Miembros de Greenpeace, por su parte, manifestaron el temor de que se intensifique el inter¨¦s "cient¨ªfico" de otros pa¨ªses y mencionaron concretamente que Corea del Sur, Brasil y Espa?a podr¨ªan seguir el ejemplo. Las razones cient¨ªficas esgrim¨ªdas por algunos pa¨ªses fueron objeto de controversias. El delegado sueco manifest¨® ir¨®nicamente que no era necesario matar las ballenas para cortarlas.
Mientras tanto, el barco de Greenpeace Moby Dick sigue de tenido en el puerto noruego de Vardo a la espera de que pague las 10.000 coronas noruegas de multa que le fueron impuestas o su responsable cumpla una prisi¨®n equivalente a 25 d¨ªas. El Moby Dick fue abordado el mi¨¦rcoles pasado por un guardacostas noruego sin que la tripulaci¨®n de aquel hiciera resistencia, pero reiterando su derecho a navegar en las aguas noruegas para evitar que se violen acuerdos internacionales. Al Moby Dick se le acusa de haber incursionado sin permiso en aguas territoriales noruegas. Los miembros de Greenpeace estudiaban con sus abogados los recursos a interponer frente a la sanci¨®n y al tiempo que anunciaban que proseguir¨¢n sus acciones para impedir la caza de la ballena. El jefe de polic¨ªa de Vardo anunci¨® que en caso de reiterarse la actitud, las penas pueden llegar hasta tres meses de prisi¨®n.
Noruega, por su parte, ridiculiz¨® las cifras manejadas por los partidarios de la moratoria sobre la extinci¨®n de la ballena. La Uni¨®n Sovi¨¦tica, que junto con Noruega y Jap¨®n han sido acusados de violar la convenci¨®n, anunci¨® que suspender¨¢ la caza dentro de dos a?os, lo que rito significa que reconozca a la comisi¨®n internacional.
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