Roca o la frialdad en el mensaje
El l¨ªder del PRD trata de ganar votos sin populismo y rehuyendo el 'cuerpo a cuerpo' con los electores
Roca, el segundo de Pujol en Catalu?a y aspirante a acaudillar la tercera fuerza pol¨ªtica espa?ola, el PRD, hab¨ªa echado sus cuentas e intuido que exist¨ªa un espacio en las circunscripciones con cinco o mas diputados, donde los ¨²ltimos esca?os se atribuyen entre opciones que han obtenido una votaci¨®n no muy holgada pero suficiente. Esa tercera posici¨®n s¨ª existe, al parecer, pero si las encuestas no enga?an se la va a llevar el de Cebreros.La primera encuesta -la que public¨® EL PA?S al iniciarse la campa?a- le cay¨® como una bomba, y reaccion¨® con visceralidad: "Hay encuestas que son actos de beligerancia", declar¨® cuando tuvo conocimiento del avance que public¨® este diario. Acusaci¨®n que ha mantenido con posterioridad. El segundo sondeo le cogi¨® m¨¢s prevenido. El candidato reformista puede argumentar que las encuestas se equivocaron con anterioridad cuando le vaticinaron un fracaso en Galicia o cuando aseguraron el triunfo del no en el refer¨¦ndum sobre la OTAN. Sus asesores mantienen la apuesta de que superar¨¢ los 20 esca?os.
Roca, en contra de lo que afirmaban sus oponentes, no ha variado un ¨¢pice, o casi, su mensaje electoral, ni se ha refugiado en su feudo de Catalu?a. Tampoco ha introducido en su campa?a esos elementos broncos que le pod¨ªan garantizar el entusiasmo de las masas o la atenci¨®n de la opini¨®n p¨²blica y que incluso sus colaboradores le instan a que utilice.
Su modelo son los pa¨ªses europeos del Norte, pero hace tambi¨¦n concesiones a un pasado espa?ol no tan homologable, como es el centrista, cuando, ante un p¨²blico que hace siete a?os aplaud¨ªa a los candidatos de la UCD, admite la acusaci¨®n de "regresivo" que lanzan contra ¨¦l los socialistas: "S¨ª, no me importa ser regresivo, si eso supone volver a una ¨¦poca en que hab¨ªa 800.000 parados menos o que la renta per c¨¢pita era m¨¢s alta", afirm¨® en Canarias el s¨¢bado pasado.
Demasiado fr¨ªo o t¨ªmido para hacer una campa?a populista, Roca ha rehuido el contacto directo con los electores siempre que ha podido. En un paseo por el centro de Alicante apenas salud¨® a una docena de personas. Muchas m¨¢s rehusaron acerc¨¢rsele porque les infund¨ªa respeto. Cuando no tiene m¨¢s remedio que repartir abrazos o estrechar manos se le nota inc¨®modo, su modelo son las campa?as americanas, donde los medios de comunicaci¨®n tienen un papel primordial.
Recintos peque?os
La campa?a de Roca no est¨¢ resultando espectacular. El aforo de los locales escogidos para sus m¨ªtines no ha sido superior, en la gran mayor¨ªa de los casos, a las 1.100 personas, con la excepci¨®n de Baleares y Murcia o los actos previstos para cerrar la campa?a. Roca ha preferido generalmente las cenas-mitin o el verm¨² en hoteles y restaurantes rodeado por sus incondicionales, con la intenci¨®n declarada de animar a sus seguidores antes que ganar votos de forma, inmediata, convencido de que es m¨¢s fruct¨ªfera la labor propagand¨ªstica del partido que la del l¨ªder.
Roca se ha negado a admitir que su condici¨®n de catal¨¢n -o de nacionalista catal¨¢n, para ser m¨¢s precisos- condicione sus posibilidades en Castilla o en Andaluc¨ªa, pese a que esto ha sido un lugar com¨²n en las conferencias de prensa celebradas a lo largo y a lo ancho de Espa?a. El secretario general de su partido y presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, sin embargo, ha tomado el r¨¢bano por las hojas y ha insinuado en Catalu?a que un fracaso del PRD podr¨ªa cuestionar el "encaje" del nacionalismo catal¨¢n en la pol¨ªtica espa?ola. Preocupante insinuaci¨®n de que Converg¨¦ncia podr¨ªa sentirse agraviada si Roca fracasa estrepitosamente.
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