Buques de guerra peruanos reprimieron el mot¨ªn de Front¨®n
El Ej¨¦rcito peruano ha exterminado a la poblaci¨®n reclusa de tres penales de Lima en el suceso m¨¢s sangriento registrado en el pa¨ªs desde el surgimiento del terrorismo, en 1980. A las 35 horas de su ocupaci¨®n por parte de los reclusos de Sendero Luminoso, los soldados redujeron a escombros la c¨¢rcel de El Front¨®n y recuperaron, tambi¨¦n a sangre y fuego, las de Lurigancho y Santa B¨¢rbara, con un n¨²mero de muertos todav¨ªa desconocido, pero que se calcula en torno a los 300. En la operaci¨®n para hacerse con El Front¨®n intervinieron helic¨®pteros y buques de guerra, desde los que se bombarde¨® la isla en la que se encuentra el penal.
El presidente de la Rep¨²blica, Alan Garc¨ªa, al que la tragedia ha colocado ante el peor momento de sus 11 meses de gesti¨®n, ha encontrado hasta ahora el respaldo de los principales partidos pol¨ªticos y de otros sectores de la opini¨®n-p¨²blica, que ponen el ¨¦nfasis en la necesidad de consolidar el proceso democr¨¢tico, amenazado por la actividad creciente de los grupos terroristas.En sus primeras declaraciones, Alfonso Barrantes, alcalde de Lima y dirigente de la coalici¨®n Izquierda Unida -la principal fuerza de oposici¨®n-, afirm¨® que "cuando la ley se quebranta se debe proceder a restaurarla", pero advirti¨®, al mismo tiempo, que "la autoridad no se ejerce violando las normas legales, sirio aplic¨¢ndolas". El ex presidente Fernando Bela¨²nde declar¨® que ha llegado la hora en que el Gobierno debe llamar a una acci¨®n concertada con las dem¨¢s fuerzas pol¨ªticas para combatir el terrorismo y defender la democracia. La Iglesia cat¨®lica ha hecho un llamamiento en favor de un acuerdo nacional por la pacificaci¨®n y ha afirmado que la violencia no debe combatirse coloc¨¢ndose al mismo nivel que los terroristas.
Una decisi¨®n valiente
El ministro de la Guerra, general Jorge Flores, atribuy¨® al presidente Garc¨ªa la decisi¨®n de sofocar los motines surgidos simult¨¢neamente en las tres prisiones y calific¨® ¨¦sta de "valiente". Altos oficiales de las Fuerzas Armadas, cuyo poder civil ha aumentado en las condiciones de estado de emergencia que vive el departamento de Lima desde el pasado mes de marzo, hab¨ªan pedido en las pasadas semanas una intervenci¨®n contundente en las prisiones de El Front¨®n y Lurigancho, donde los senderistas gozaban de una gran libertad de movimientos. La Prensa peruana y algunos partidos pol¨ªticos hab¨ªan denunciado incluso que en ambos centros se formaba a los militantes de la organizaci¨®n y se planificaban acciones terroristas. En el sangriento asalto militar se descubrieron cuevas, galer¨ªas y muros que los reclusos hab¨ªan ido construyendo a lo largo de estos a?os.
La coincidencia de este suceso con la celebraci¨®n en Lima del congreso de la Internacional Socialista ha hecho multiplicar sus efectos, y ayer era palpable el nerviosismo y la tensi¨®n, tanto en el hotel donde se re¨²ne la conferencia como en las calles, fuertemente vigiladas por unidades especiales de la polic¨ªa.
La toma de los tres penales se realiz¨® de forma simult¨¢nea a las seis en punto de la ma?ana del mi¨¦rcoles. En pocos minutos, los reclusos redujeron a los funcionarios y polic¨ªas, colocar¨®n francotiradores en los tejados y se atrincheraron con rehenes en algunas galer¨ªas de los centros. Los amotinados presentaron un pliego de 30 reclamaciones, entre las que se inclu¨ªa el regreso de los reclusos trasladados a otras prisiones del pa¨ªs y la revocaci¨®n de la orden que limita las visitas de familiares a los penales.
De acuerdo con la versi¨®n oficial, antes de iniciarse las acciones militares se presentaron en las c¨¢rceles los miembros de la comisi¨®n de paz creada por Alan Garc¨ªa para buscar una negociacion con los alzados en armas. Por medio de un altavoz, el presidente de dicha comisi¨®n, Fernando Cabieses, intent¨® convencer a los reclusos para que depusiesen su actitud a cambio de garantizarles que no se tomar¨ªan represalias contra ellos, lo que fue rechazado por los amotinados. Cabieses anunci¨® al conocer el resultado de la tragedia posterior que probablemente dejar¨¢ la comisi¨®n de paz, ante la evidencia, dijo, de que no existen condiciones para que pueda seguir adelante con su trabajo.
En la noche del mi¨¦rcoles, un contingente formado por fuerzas combinadas del Ej¨¦rcito, la Guardia Civil y la Guardia Republicana penetr¨® en Lurigancho y, seg¨²n la versi¨®n de un peri¨®dico local, derrib¨® con cargas de dinamita la pared del Pabell¨®n Industrial, donde se hab¨ªan hecho fuertes 180 reclusos.
Durante tres horas y media se escucharon permanentemente disparos y explosiones. El comunicado oficial del comando conjunto de las Fuerzas Armadas emitido posteriormente, informaba de la muerte de 124 "subversivos".
A la ma?ana siguiente se efectuaron las autopsias de los cad¨¢veres en la misma prisi¨®n, para evitar, seg¨²n la explicaci¨®n oficial, "acciones propagand¨ªsticas" con los cad¨¢veres por parte de "grupos subversivos que act¨²an a trav¨¦s de organismos de fachada legal".
Reclusas heridas
Hasta el momento no se ha informado sobre la suerte corrida por Antonio D¨ªaz Mart¨ªnez, al que se considera ide¨®logo de Sendero Luminoso, que se encontraba preso en Lurigancho. Tampoco se sabe nada sobre la. senderista Laura Zambrano Padilla, conocida como camarada Merche, a la que el Ej¨¦rcito atribuye la direcci¨®n del levantamiento en la prisi¨®n de mujeres de Santa B¨¢rbara, que aparentemente fue sofocado sin muertos, aunque varias reclusas resultaron heridas, entre ellas, Mabel Chavarry Alva, a la que tambi¨¦n se considera una alta dirigente de Sendero.
En la c¨¢rcel de Santa B¨¢rbara se pudieron ver, seg¨²n algunos diarios peruanos, reclusas que, asomadas a las ventanas, gritaban "la sangre derramada jam¨¢s ser¨¢ olvidada" y loas al camarada Gonzalo, m¨¢ximo dirigente de Sendero Luminoso, que vive en el m¨¢s absoluto anonimato desde hace a?os.
La acci¨®n m¨¢s espectacular y secreta se dio en el penal de El Front¨®n, situado en una isla frente al puerto del Callao a la que nadie tuvo acceso, ni siquiera visual, debido a la bruma que en esta ¨¦poca del a?o afecta a Lima.
Seg¨²n distintas versiones, el penal fue bombardeado desde hefic¨®pteros en vuelo a baja altura 37 desde buques de guerra que rodearon la isla. La televisi¨®n peruana ofreci¨® ayer im¨¢genes espeluznantes, con un fondo musical de la Sinfon¨ªa del Nuevo Mundo de Dvorak, sobre el solar en que qued¨® convertido el centro penitenciario. Unos pocos supervivientes tumbados boca abajo y con las manos en la nuca eran los ¨²nicos signos de vida despu¨¦s de casi 20 horas de combate en el que murieron tres oficiales de la Marina. Cuidadosamente pintado en un muro pod¨ªa todav¨ªa leerse un enorme grafitti con un mensaje t¨ªpicamente senderista: "Rematar el gran salto con sello de oro".
Tras un primer ataque contra los muros de la prisi¨®n, los oficiales de la Marina que estuvieron a cargo de la operaci¨®n, intentaron, seg¨²n la versi¨®n oficial, una negociaci¨®n con los reclusos, como resultado de la cual lograron que fueran liberados cinco miembros de la guardia republicana que hab¨ªan sido tomados como rehenes por los amotinados. Los polic¨ªas salieron del penal completamente ensangrentados, heridos por numerosos cortes hechos con cuchillos.
Cuevas inexpugnables
Los reclusos se hab¨ªan atrincherado en cuevas inexpugnables, construidas por ellos mismos en el terreno de la prisi¨®n. Despu¨¦s de vanas horas en las que resulta dif¨ªcil fijar lo que ocurri¨®, porque la informaci¨®n oficial al respecto es todav¨ªa muy escasa, los marinos decidieron volar las instalaciones, lo que cumplieron comandos de demoliciones y unidades anfibias. Decenas de presos -se dice que en el mot¨ªn participaron 200- quedaron sepultados bajo los escombros.
Las autoridades militares s¨®lo han infonnado hasta ahora de la muerte de 30 "subversivos" en los tiroteos registrados antes de dinamitar el penal de El Front¨®n, pero admiten que el n¨²mero de cad¨¢veres todav¨ªa no recogidos es "incontable". Abogados de los presos afirman que la cifra real de muertos en los sucesos de las tres c¨¢rceles es superior a 500.
El fiscal de la naci¨®n, C¨¦sar Ejalde, se traslad¨® al penal de El Front¨®n en la ma?ana del jueves para intentar un di¨¢logo con los reclusos, pero, posteriormente, dijo con voz excitada: "No me quisieron escuchar".
El ¨²ltimo mot¨ªn registrado en las c¨¢rceles peruanas ocurri¨® el a?o pasado en Lurigancho y caus¨® 30 muertos.
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