Algo mas que una ayuda

No hay duda de que el presidente Reagan consigui¨® ayer un triunfo personal cuando la C¨¢mara de Representantes aprobaba los 100 millones de d¨®lares destinados a la contra.Lo que se ventila con este triunfo personal del presidente no es ¨²nicamente una ayuda destinada a un ej¨¦rcito que combate a un Gobierno constituido de un pa¨ªs centroamericano. Es la confirmaci¨®n de una filosof¨ªa de pol¨ªtica exterior que ha estado en la mente de Reagan desde los primeros meses de 1981 y que cobr¨® mayor ¨¦nfasis con el bombardeo sobre Tr¨ªpoli y Bengasi en el mes de abril. Estados Unidos, aseguran los que con tanto ¨ªmpetu han llevado al presidente a jugarse su prestigio personal en este complejo asunto, no puede permitirse que las semillas de una nueva Cuba vayan germinando al sur de r¨ªo Grande. Reagan ha escogido como argumento b¨¢sico la existencia de consejeros militares sovi¨¦ticos y del bloque del Este en Nicaragua, adem¨¢s de un r¨¦gimen con tendencias y realidades declaradamente marxistas.

( ... ) Si la Junta presidida por Ortega ha sido durante a?os la bandera de la izquierda internacional, la ayuda norteamericana la levantar¨¢ todav¨ªa mucho m¨¢s alto. . Es evidente que el sandinismo sufre tambi¨¦n un duro golpe. Entre otras razones, porque tendr¨¢ que prepararse, y no s¨®lo ret¨®ricamente, para la eventualidad de nuevos y m¨¢s vigorosos ataques de los contras. Este esfuerzo para librar una guerra civil que est¨¢ destrozando la econom¨ªa y las esperanzas de un futuro pr¨®spero para Nicaragua debilitan a la Junta ante una poblaci¨®n que observa cada vez con mayor divisi¨®n y preocupaci¨®n la realidad de un pa¨ªs azotado por una contienda fraterna.

La opci¨®n de Reagan, eufemismos aparte, va a fomentar esta guerra civil, en la que se trata ni m¨¢s ni menos de derrocar al r¨¦gimen revolucionario de Managua, de la misma manera que los sandinistas pretender¨¢n defender con las armas, sovi¨¦ticas, por supuesto, la legitimidad de su sistema.

No somos partidarios de la falta de libertades que se registra en Nicaragua. Pensamos que la revoluci¨®n que naci¨® con la ca¨ªda de Somoza ten¨ªa que haber producido un sistema m¨¢s pluralista y m¨¢s abierto. Pero creemos tambi¨¦n que el fomentar la lucha armada de la contra no conduce a ninguna parte. Y aunque sea sacar a la luz referencias hist¨®ricas de este siglo, podr¨ªamos pensar qu¨¦ ocurri¨® con la ayuda que Washington ofreci¨® al general Chiang Kai-chek y al r¨¦gimen de Van Thieu en Vietnam. Los efectos de aquellas monumentales ayudas sirvieron para fomentar la victoria de Mao en China y del Vietcong en Hanoi. Es muy posible que los 100 millones de d¨®lares no lleguen nunca a los destinatarios que ha escogido Reagan. Y el prestigio de Estados Unidos puede verse una vez m¨¢s comprometido.

27 de junio