La I¨ªnea conservadora se impuso en el Congreso de la Uni¨®n de Escritores de la URSS, que agrupa a 10.000 profesionales
La l¨ªnea conservadora se impuso finalmente en el Congreso de la Uni¨®n de Escritores de la URSS, con el ascenso de Giorgi Markov, de 75 a?os, del puesto de primer secretario al de presidente, y la elecci¨®n del novelista especializado en temas b¨¦licos VIadimir Karpov, de 64 a?os, actual director de la revista literaria Novi Mir, como primer secretario de la Uni¨®n, que agrupa a m¨¢s de 10.000 profesionales de la pluma.
El resultado de las elecciones efectuadas por los 600 delegados reunidos en Mosc¨² esta semana fue dado a conocer ayer por la agencia Tass en forma sucinta. Una idea exacta de la correlaci¨®n de fuerzas que existir¨¢ a partir de ahora en la asociaci¨®n s¨®lo puede darla la lista completa -no facilitada- de los ¨®rganos de direcci¨®n, formados por m¨¢s de 100 personas.Markov, que pas¨® el congreso en el hospital, tras el colapso sufrido durante la sesi¨®n inaugural, el pasado martes, es considerado un representante de una l¨ªnea acomodaticia y burocr¨¢tica. Primer secretario de la Uni¨®n desde 1971, Markov, entre cuyos numerosos premios est¨¢ el de Stalin, comenz¨® a publicar en los treinta y es autor de novelas como La sal de la tierra o Siberia. Sus libros se imprimen en tiradas numeros¨ªsimas y no faltan en las librer¨ªas, donde escasean otras producciones preferidas por el p¨²blico.
La presidencia de la Uni¨®n de Escritores, que estaba vacante en los ¨²ltimos tiempos, es un puesto ceremonial, pero Markov, cuya jubilaci¨®n deseaban los representantes del ala m¨¢s renovadora de la Uni¨®n, mantiene con ello una influencia sobre el mundo editorial, controlado en parte por la Uni¨®n de Escritores. Aparte de los beneficios de sus propias publicaciones (un centenar de revistas), recibe un porcentaje de todo lo que se vende en el g¨¦nero de literatura art¨ªstica en la URSS.
VIadimir Karpov particip¨® en la II Guerra Mundial -tema casi exclusivo de su obra, seg¨²n la agencia Tass- como miembro de un batall¨®n disciplinario en el que hab¨ªa ingresado siendo cadete por haber hablado mal de Stalin. Es ganador de numerosos premios, y desde 1981 dirige Novi Mir, la gran revista literaria sovi¨¦tica de la liberalizaci¨®n de los a?os sesenta, bajo la direcci¨®n de Alexander Tvardovski. Novi Mir, que public¨® Un d¨ªa en la vida de Iv¨¢n Denisovich, de Solyenitsin, en 1962, no es, sin embargo, hoy el instrumento de lucha de una generaci¨®n de escritores que en parte acabaron en el exilio. Karpov, se?alan fuentes sovi¨¦ticas, procede con cierto temor a la hora de aceptar manuscritos cuya publicaci¨®n podr¨ªa elevar eltecho de la permisividad oficial y, por eso mismo, entrar en conflicto con la tolerancia aceptada.
El congreso se desarroll¨® en un ambiente de enfrentamiento entre distintos sectores de la intelligentsia literaria, pero sin llegar al extremo del congreso de los cineastas, donde se renov¨® mayoritariamente la direcci¨®n, con Elem Klimov a la cabeza. Medios sovi¨¦ticos se?alaron que Gorbachov no ten¨ªa objeciones ante la forma en que transcurri¨® el congreso de los cineastas, pero otros sectores de las altas esferas del partido estaban dispuestos a evitar que el "descontrol" de los cineastas se repitiera con los escritores. Por lo visto, este fin puede haberse logrado pese a algunos intentos de ¨²ltima hora para ganar posiciones por parte de los m¨¢s deseosos de un cambio y la ampliaci¨®n de la lista ¨²nica de candidatos.
'Autores de aldea'
La preocupaci¨®n por la ecolog¨ªa, el medio ambiente y la destrucci¨®n de los valores culturales del pasado se repitieron en varias de las intervenciones de los escritores denominados "de aldea". Chernobil figur¨® en este contexto, pero las menciones a la central nuclear accidentada no figuran en los res¨²menes de los discursos efectuados por la Prensa sovi¨¦tica hasta ahora. En la l¨ªnea de denuncia contra la destrucci¨®n ecol¨®gica estaba Sergei Zaligin, un combativo oponente del proyecto de desviaci¨®n de los r¨ªos siberianos que enfrenta a escritores y miembros de la Academia de Ciencias, que dirige Anatoli Alexandrov. Zaligin era, al parecer, el candidato favorito de la oposici¨®n para el puesto de primer secretario de la Uni¨®n. Valent¨ªn Rasputin, Vasili Belov y P. Proskurin hicieron intervenciones muy cr¨ªticas. Belov y Rasputin mencionaron Chernobil, seg¨²n medios bien informados, y el primero atac¨® directamente a Anatoli Alexandrov. Rasputin conden¨® el proyecto de desv¨ªo de los r¨ªos siberianos y lament¨® el concepto de progreso t¨¦cnico cient¨ªfico que produce sucesos como el de Chernobil y la contaminaci¨®n del lago Baikal. Aludiendo al autor de novelas policiacas Juli¨¢n Semionov, que se jactaba de sus muchos viajes, incluido Afganist¨¢n, Rasputin manifest¨® que defender los intereses de su propio pa¨ªs no es menos importante que defender los de Afganist¨¢n. Proscurin consider¨® la destrucci¨®n del medio ambiente como el inicio de la degradaci¨®n del ser humano, y lament¨® el empobrecimiento del idioma ruso, v¨ªctima de un lenguaje oficial lleno de clich¨¦s. Alexander Chakovski, de 73 a?os, director de Literaturnaia Gazeta, la publicaci¨®n oficial de la Uni¨®n de Escritores, fue boicoteado por el publico, que le interrump¨ªa con grandes aplausos para no dejarle hablar.
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