El Estado abon¨® 1.588 millones de al Opus Dei despu¨¦s de la expropiaci¨®n de Rumasa
El Estado, a trav¨¦s de Rumasa, SA, expropiada a Ruiz-Mateos el 23 de febrero de 1983, pag¨® al Instituto de Educaci¨®n e Investigaci¨®n, SA (IEISA), entidad vinculada al Opus Dei, la cifra de 1.588 millones de pesetas despu¨¦s de la expropiaci¨®n. El ¨²ltimo abono, en forma de letra de cambio por importe de 300 millones de pesetas, fue cobrado el 9 de diciembre de 1985 por Enrique de Sendagorta Aramburu, presidente de Induban y presidente honorario de Petronor, ex consejero delegado del Banco de Vizcaya y actual consejero de dicha entidad bancaria, y a su vez d estacado miembro de la Obra de Dios.
Los 1.588 millones pagados por la Administraci¨®n se desglosan en tres letras de 300 millones cada una; otra de 90 millones en concepto de intereses, y el reintegro de un dep¨®sito de 598 millones efectuado por el Instituto de Educaci¨®n e Investigaci¨®n en la llamada cuenta de ejecutivos de Rumasa.El 9 de diciembre de 1980 y el 16 de febrero de 1982 Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz-Mateos y Gregorio L¨®pez Bravo, este ¨²ltimo en representaci¨®n del Instituto de Educaci¨®n e Investigaci¨®n, Sociedad An¨®nima, suscribieron contratos privados de pr¨¦stamo mediante los cuales Ruiz-Mateos, actuando en su nombre y el de su esposa, Teresa Rivero, prestaban al instituto del Opus Dei diversas cantidades sin inter¨¦s y por un plazo de 75 a?os.
La operaci¨®n se instrument¨® mediante el libramiento de distintas letras de cambio. Para reembolso de estos pr¨¦stamos, el Instituto de Educaci¨®n e Investigaci¨®n acept¨® efectos convencimiento en los a?os 2.055 y 2.075.
El contrato privado de diciembre de 1980 se suscribi¨® por importe de 450 millones de pesetas, mientras que en febrero de 1982 se suscribieron cinco contratos por importe de 120 millones de pesetas el primero y 300 millones los cuatro restantes.
En total 1.320 millones, con lo que la operaci¨®n global ascend¨ªa a 1.770 millones de pesetas. En la contabilidad de Rumasa la operaci¨®n se registr¨® bajo la r¨²brica Operaci¨®n Presidencia, desglosando su importe en 15,00 millones de principal y 270 de intereses.
Cinco letras sin referencia
Estos ¨²ltimos cinco contratos se formalizan mediante el endoso a trav¨¦s de notario de cinco letras de cambio de Ruiz-Mateos al Instituto de Educaci¨®n, letras, que fueron libradas por Hispano Alemana de Construcciones y aceptadas por Rumasa. En la contabilidad de Hispano Alemana no figura la menor referencia a esta operaci¨®n. Tras producirse la expropiaci¨®n de Rumasa quedaban por vencer 3 letras de 300 millones cada una, que tras los preceptivos informes de la abogac¨ªa del Estado, la Administraci¨®n abon¨® a Gregorio L¨®pez Bravo, las dos primeras letras, y a Enrique de Sendagorta, la ¨²ltima, hace apenas seis meses.
Y quedaba un importante pellizco m¨¢s, derivado del primer contrato de diciembre de 1980 de la Operaci¨®n Presidencia. Dicho contrato se resolvi¨® con el cobro por Gregorio L¨®pez Bravo de un cheque de 22,5 millones y una letra de cambio de 15 millones.
La diferencia hasta los 450 millones, es decir, 412,5 millones, fue ingresada por el ex ministro como un dep¨®sito a favor del Instituto en la llamada cuenta de ejecutivos de Rumasa. Esta era una cuenta privilegiada accesible solo a ejecutivos y inversores especialmente vinculados al holding, que retribu¨ªa los dep¨®sitos con un excelente 20% de inter¨¦s anual. El saldo de esta cuenta a la expropiaci¨®n era de 1.239,8 millones de pesetas.
Adem¨¢s, en la contabilidad de Rumasa apareci¨® otra letra a favor del Instituto de Educaci¨®n e Investigaci¨®n por importe de 90 millones de pesetas, por abono al Instituto de intereses al 10% sobre los 900 millones que quedaban por pagar.
Al acercarse la fecha de vencimiento del dep¨®sito (15 de noviembre de 1983) efectuado en la cuenta de clientes, Gregorio L¨®pez Bravo dirigi¨® una carta a los administradores de Rumasa solicitando la devoluci¨®n de la imposici¨®n m¨¢s sus intereses. El saldo de esa cuenta era ya de 598 millones de pesetas, con un importante salto sobre los 412,5 millones depositados en un principio.
La complejidad de la operaci¨®n montada oblig¨® al Patrimonio del Estado a poner el asunto en manos de la abogac¨ªa del Estado. Se trataba de saber si hab¨ªa que atender el pago de dichas letras y la devoluci¨®n del dep¨®sito, con fecha de vencimiento de 15 de noviembre de 1983, efectuado en la cuenta de ejecutivos.
Los donativos
Los aspectos at¨ªpicos eran numerosos. No se trataba de que Rumasa hubiera recibido fondos ajenos que tuviera que devolver, con sus intereses, transcurridos ciertos plazos, sino que el acuerdo Ruiz-Mateos-L¨®pez Bravo impon¨ªa a Rumasa, da?ando gravemente su patrimonio, la entrega de unas cantidades sin contrapartida alguna, y as¨ª se contabiliza en Rumasa como "donativo" y "donativo diferido".
?Se trataba de un pr¨¦stamo o de una donaci¨®n, como opinan los inspectores de Hacienda? Tanto Ruiz-Mateos como L¨®pez Bravo insisten en hablar de pr¨¦stamo, pero en el que no se pactan intereses y su devoluci¨®n se acuerda a los 75 a?os, algo completamente heterodoxo desde un punto de vista mercantil. M¨¢s a¨²n, se pacta la entrega de intereses pero no por el prestatario, el Instituto de Educaci¨®n, como es norma desde que el mundo es mundo, sino por el prestamista, la propia Rumasa.
La Direcci¨®n General de lo Contencioso del Estado, en dictamen de fecha 14 de noviembre de 1983, aconsej¨® estudiar la posibilidad de impugnaci¨®n de los contratos entre Ruiz-Mateos y el Instituto de Educaci¨®n e Investigaci¨®n. Igualmente aconsej¨® remitir el asunto al juez especial que instru¨ªa el sumario del caso Rumasa, Luis Lerga. Los administradores de Rumasa remitieron pues el mismo 14 de noviembre un escrito al juez Lerga, solicitando ese dictamen, pero Lerga se lav¨® las manos, afirmando en resoluci¨®n del d¨ªa 21 del mismo mes "no haber lugar a entrar a resolver sobre el fondo de la consulta solicitada, respecto a la conducta a seguir en orden a la devoluci¨®n del dep¨®sito existente en la cuenta ejecutivos de Rumasa".
Atender los pagos
Tras la falta de definici¨®n del fiscal especial del caso Rumasa sobre el camino a seguir, y teniendo en cuenta que la operaci¨®n estaba debidamente documentada en la contabilidad de Rumasa bajo las r¨²bricas "donativo" (450 millones de pesetas); "donativo diferido" (1.200 millones), e intereses difendos (150 millones), el Patrimonio del Estado determin¨® atender el pago de los distintos efectos en la fecha de su vencimiento. Tras la muerte de Gregorio L¨®pez Bravo, en accidente de aviaci¨®n ocurrido en febrero de 1985, la ¨²ltima letra fue cobrada por Enrique de Sendagorta.
Desde el punto de vista fiscal, los contratos firmados entre el fundador de Rumasa y el Instituto de Educaci¨®n e Investigaci¨®n fueron calificados por lo Contencioso del Estado de donaciones onerosas, si¨¦ndoles por tanto aplicable el Impuesto General sobre Sucesiones, Transmisiones Patrimoniales y Actos Jur¨ªdicos Documentados.
La Inspecci¨®n de Hacienda levant¨® expediente sancionador al Instituto por infracci¨®n calificadla por el inspector tributario como de "omisi¨®n", liquidando una deuda tributaria de 1.209 millones de pesetas. Tras el correspondiente recurso del Instituto, quien insiste en presentar la operaci¨®n como un pr¨¦stamo, el tema sigue pendiente.
La cifra de activo del Instituto de Educaci¨®n, seg¨²n fuentes del propio IEISA, se eleva actualmente a 2.800 millones de pesetas (1.770 millones correspondientesa la donaci¨®n de Ruiz-Mateos; 50 millones de capital social, y 500 acumulados ya en forma de provisiones, para hacer frente a la arrienaza del fisco). Este dinero, sobre el que el propio Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz-Mateos ha sugerido que se encuentra invertido en eurobonos, "est¨¢ colocado en t¨ªtulos espa?oles, que gestionan tres sociedades de cartera de primera fila en el pa¨ªs, ligadas a otros tres grandes bancos privados".
Preguntados sobre los lazos clel IEISA con el Opus Dei, los responsables de la sociedad reclaman "libertad absoluta para hacer lo que quieran con el Instituto".
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