La inhibici¨®n ante Pretoria
Quiero aprovechar este muro de las lamentaciones para hacer constar mi indignaci¨®n (que quiero suponer que no es exclusiva, ah¨ª est¨¢n los actos testimoniales de algunos pacifistas) ante la indiferencia y pasividad con que en Espa?a estamos asistiendo a la acci¨®n genocida de la minor¨ªa blanca en Sur¨¢frica, situaci¨®n que contrasta con la ola de movilizaciones solidarias que se est¨¢n dando en todo el mundo.No cab¨ªa esperar mucho (m¨¢s bien todo lo contrario) de una derecha que se siente identificada con el modelo de sociedad all¨ª imperante, para quienes los rascacielos de aquel pa¨ªs reflejan la obra civilizadora de los blancos frente a unos negros dignos de las pel¨ªculas de Tarz¨¢n. Lamentablemente, tampoco parece que quepa esperarse mucho del partido gubernamental, actualmente situado en la extrema derecha de la socialdemocracia, pues nadie deb¨ªa ignorar que la OTAN tiene en el Gobierno de Pretoria al mejor aliado en ese continente. Un representante socialista estuvo, en septiembre pasado, en Barcelona, en la constituci¨®n de un comit¨¦ anti apartheid que todav¨ªa sigue funcionando, y se neg¨® a firmar el acta constituyente porque se ped¨ªa la ruptura de las relaciones diplom¨¢ticas con la Rep¨²blica Surafricana.
Pero quiz¨¢ sea m¨¢s grave el caso de la izquierda, unida o dividida, que ni siquiera ha tenido un gesto. Habr¨¢ que crear un nuevo africanismo, porque en ?frica nos jugamos tambi¨¦n la posibilidad de un nuevo horizonte para la humanidad, el renacimiento de las ilusiones revolucionarias que algunos entierran tan alegremente.-
Jos¨¦ Guti¨¦rrez ?lvarez.
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