Mzali cay¨® por negarse a anunciar una subida de precios
El ex primer ministro tunecino Mohamed Mzali fue destituido fulminantemente de sus funciones el martes por negarse a anunciar personalmente, a trav¨¦s de las c¨¢maras de televisi¨®n, una inminente subida de los productos alimenticios b¨¢sicos, entre ellos el pan y el az¨²car, informaron fuentes oficiosas. Expertos gubernamentales consideran que dicha subida es necesaria para iniciar el saneamiento de una econom¨ªa cada vez m¨¢s en declive. Mzali, sustituido por el ministro de Econom¨ªa, Rachid Sfar, ha desaparecido de la escena pol¨ªtica.
El presidente Habib Burguiba, de 83 a?os, no s¨®lo ha despose¨ªdo a Mzali, de 50 a?os, de sus funciones de primer ministro, sino que le ha apartado definitivamente de la direcci¨®n del Partlido Socialista Desturiano (PSD), en el poder, en la cual ejerc¨ªa funciones de secretario general. Mzali, natural de Monastir, como el presidente Burguiba, ha sido v¨ªctima, seg¨²n fuentes de su entorno, de "una encerrona pol¨ªtica", supuestamente proyectada y ejecutada por el denominado clan de Cartago, que componen Mansur Sjiri, ministro-director del gabinete presidencial; el general Zine el Abinne Ben Al¨ª, ministro del Interior; Amor Chedli, ex ministro y m¨¦dico personal de Burguiba, y el ahora primer ministro Sfar, un economista de 52 a?os que entr¨® recientemente en el c¨ªrculo ¨ªntimo de la presidencia.La salida de Mzali, considerado hasta ahora el delf¨ªn de Burguiba, quien precisamente le ratific¨® recientemente como su sucesor en el futuro se ha llevado a cabo de una forma muy poco elegante. La radio tunecina, en su emisi¨®n de las siete de la tarde del martes, utiliz¨® el verbo ihala (desplazar o echar) en vez de akala (dimitir) al anunciar su relevo al frente de la Kashba, sede del primer ministro. La Prensa tunecina de ayer no informaba en sus titulares de la salida de Mzali, que desde 1980 se encontraba al frente del Ejecutivo, sino del nombramiento de Sfar. El ¨²nico comentario lo aportaba el rotativo oficial en lengua francesa L'Action, que editoirializaba sobre llegada de Sfar, a quien colma de elogios, y no sobre Mzali, a quien no cita en ning¨²n momento.
"Es la vida"
Todo el mundo habla aqu¨ª de la muerte pol¨ªtica de Mzali, al menos dentro del burguibismo. El comentario en la calle es: "Mzali, c'est fini. C'est la vie" ("Mzali se acab¨®. Es la vida"), y todos los observadores lamentan lo cruel y desproporcionada que ha sido su ca¨ªda, que calculan seg¨²n el tiempo que tardaron los locutores de televisi¨®n en leer en la tarde del martes el breve comunicado de cinco l¨ªneas de la agencia de noticias Tap anunciando su relevo. Con Mzali, que ayer se recluy¨® en su residencia familiar sin querer hablar con nadie, no s¨®lo ha ca¨ªdo un primer ministro, sino todo un proyecto de futuro animado y alimentado hasta el martes, desde hace m¨¢s de cinco a?os, por el propio Burguiba con vistas a su sucesi¨®n.De esta forma, Mzali se une a una larga lista de desheredados de Burguiba, llena de ex ministros y de personas muy pr¨®ximas a su entorno, como son los casos del propio Habib Burguiba, hijo, apartado forzosamente de cualquier actividad pol¨ªtica; su esposa, Wasilla, a quien se sit¨²a en un destierro dorado en Nueva York y Par¨ªs, y la mujer de Mzali, Fathia Mojtar, despose¨ªda hace escasas semanas de su cargo como ministra de la Condici¨®n Femenina.
Las fuentes consultadas indicaron que es muy probable que con este relevo en la Kashba se lleve a cabo un nuevo reajuste ministerial, y anunciaron para antes de que termine el verano, probablemente en agosto, la subida de los productos b¨¢sicos previstos, en una fecha en que su repercusi¨®n (la Universidad est¨¢ cerrada, y gran parte del pa¨ªs, en vacaciones) no sea la misma que en enero de 1984, a consecuencia de la cual se produjo un levantamiento popular que produjo 94 muertos.
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