R¨¦plica a Manuel V¨¢zquez Montalb¨¢n
Los abajo firmantes, militantes y simpatizantes de Unidad Comunista de Madrid, ante los contenidos de la columna de V¨¢zquez Montalb¨¢n publicada en EL PA?S el 4 de julio, y bajo el t¨ªtulo Carta, queremos hacer p¨²blicas las siguientes consideraciones.1. Lamentamos que el se?or V¨¢zquez Montalb¨¢n utilice el privilegio de disponer de una columna peri¨®dica en ese diario -suponemos que bien pagada- para arremeter sin tino y de modo premeditadamente indirecto contra Santiago Carrillo, presidente de la Mesa para la Unidad de los Comunistas. En la in¨²til pretensi¨®n de aparecer "por encima del mal y del bien", la susodicha Carta es un amasijo de insultos inadmisibles que hablan por s¨ª mismos del escaso talante democr¨¢tico de tan conocido y autocalificado leninista.
2. Nos permitimos recordarle al columnista que durante bastantes a?os ha sido miembro de la direcci¨®n del PSUC -?lo es todav¨ªa?-, y que desde hace cuatro a?os ni Carrillo ni los carrillistas hemos tenido nada que ver con lo que viene ocurriendo en ese partido. Y, como todo el mundo sabe, en esos cuatro a?os la unidad no s¨®lo no es la norma en sus filas, sino que su l¨²cida aportaci¨®n no ha servido para levantar ese partido, sino todo lo contrario: para hundirlo a¨²n m¨¢s.
3. Sus inconscientes demonios anticomunistas le traicionan. Las referencias a "ocultas maniobras" entre el PSOE y Unidad Comunista no son otra cosa que la muestra de la incapacidad y la impotencia pol¨ªtica ante el desastre electoral de la difusa amalgama de la que ha sido portavoz en esa columna en los ¨²ltimos meses: la IU. Id¨¦nticos argumentos, se?or Montalb¨¢n, los hemos le¨ªdo en Abc, en Ya y en Diario 16. Nos parece penoso comprobar las curiosas coincidencias entre peri¨®dicos no precisamente de izquierdas y tan afamado mentor leninista. S¨®lo le ha faltado referirse a Paracuellos.
4. Resulta cuando menos curioso su af¨¢n de abogado defensor de cuantas causas anticomunistas han anidado en estos a?os en el PCE. Defendi¨® a los renovadores en nombre del comunismo, y ahora est¨¢n en el PSOE; ha defendido a los actuales l¨ªderes del PCE oficial y no podr¨¢n hablar en el Parlamento en nombre de los comunistas, sino de la izquierda. Y en poco tiempo veremos su evoluci¨®n. Sin embargo, su talante democr¨¢tico ha olvidado el ejercicio de abogado para otra causa: la de los miles de comunistas -de los que los firmantes somos una min¨²scula parte- que, encabezados por Santiago Carrillo, hemos sido, lisa y llanamente, expulsados del PCE y del PSUC.
5. La unidad de los comunistas es un objetivo irrenuciable de la Mesa para la Unidad. Y una necesidad objetiva de los trabajadores espa?oles, aunque ahora sea dif¨ªcil. Usted, sin embargo, opta por otra unidad: con carlistas, humanistas, mon¨¢rquicos liberales y progresistas. Unidad que fue necesaria contra la dictadura pero no -recuerde a Lenin- para reconstruir una opci¨®n comunista y moderna, una opci¨®n de clase.
6. A usted s¨ª le ha abandonado el sentido del rid¨ªculo, se?or V¨¢zquez Montalb¨¢n. No entendemos c¨®mo no ilumina con su sabidur¨ªa a sus partidos -PCE y PSUC-, que despu¨¦s de aliarse con Dios y el diablo, y tras cuatro a?os de gobierno del PSOE, se han quedado con los mismos votos que en 1982. Todo un ¨¦xito.
7. Y para terminar, insigne leninista, nos parece preocupante que tras tantos a?os ejerciendo de escritor tenga que recurrir a su cotemplaci¨®n en el espejo para buscar s¨ªmiles del jaez del que sigue: "Me recuerdas aquellas madres gordas, bigotudas y tr¨¢gicas..." Una traici¨®n del inconsciente que lamentamos.-
diputado de la Asamblea de Madrid, y , redactor jefe de la revista Ahora. Y 100 firmas m¨¢s.
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