Espa?a se neg¨® a anunciar la disminuci¨®n del 10% de los efectivos de EE UU en Torrej¨®n
Las conversaciones hispano-norteamericanas del pasado jueves estuvieron a punto de naufragar y de que no se obtuviera ning¨²n compromiso al negarse Espa?a a que se incluyera en el comunicado final el anuncio estadounidense de disminuir en un 10% el n¨²mero de sus militares en la base de utilizaci¨®n conjunta de Torrej¨®n de Ardoz (Madrid), seg¨²n anunciaron ayer fuentes diplom¨¢ticas espa?olas. Un portavoz norteamericano inform¨® al final de la sesi¨®n de la disminuci¨®n del 10%, que finalmente no fue incluida en el comunicado.
Seg¨²n una cualificada fuente diplom¨¢tica, Espa?a se neg¨® a inclu¨ªr en el comunicado el anuncio de la reducci¨®n del 10% de efectivos en Torrej¨®n para evitar crear confusi¨®n sobre sus intenciones, m¨¢s ambiciosas, y porque consideraba que, si daba su acuerdo, deb¨ªa antes negociar qu¨¦ militares norteamericanos se ver¨ªan afectados.El anuncio hecho por Estados Unidos de que iba a disminuir en un 10% su presencia m¨ªlitar en Torrej¨®n llen¨® de sorpresa en principio a los negociadores espa?oles, seg¨²n han reconocido diplom¨¢ticos espa?oles y estadounidenses. Uno de los espa?oles asistentes a la reuni¨®n dijo que el anuncio norteamericano era interpretado por parte de Espa?a o como un deseo de dar un avance inicial para luego remolonear en posteriores sesiones negociadoras, o como un intento de Washington de convertir el proceso de reducci¨®n en una simple operaci¨®n cosm¨¦tica.
Esta fuente afirm¨® que los negociadores estadounidenses insistieron en sus buenas intenciones que, seg¨²n ellos, no s¨®lo quedaban claras por el hecho de que se ofrec¨ªan a reducir desde el primer momento, sino porque adem¨¢s pon¨ªan a disposici¨®n de espa?oles parte de los puestos de trabajo que dejaran libres los militares de Torrej¨®n que tendr¨ªan que marcharse dentro del primer cupo fijado de un 10%.
Dureza negociadora
Los tira y afloja alargaron la negociaci¨®n cuatro horas m¨¢s de lo previsto. Uno de los espa?oles asistentes lleg¨® a contar hasta seis sus salidas del lugar en el que se desarrollaba el encuentro, el sal¨®n de embajadores del palacio de Santa Cruz -sede del Ministerio de Asuntos Exteriores-, para informar al ministro Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, atento a las noticias desde su vecino despacho.
Todos los negociadores consultados por este peri¨®dico coinciden en afirmar que la del jueves fue la conversaci¨®n m¨¢s dura que se ha mantenido con Estados Unidos desde que, en octubre de 1984, el presidente del Gobierno espa?ol, Felipe Gonz¨¢lez, hizo p¨²blica su disposici¨®n a disminuir la presencia militar norteamericana en Espa?a.
Uno de los negociadores espa?oles confesaba ayer que en dos ocasiones a lo largo de la reuni¨®n pens¨® que iba a ser imposible ponerse de acuerdo en el comunicado, lo que habr¨ªa significado el naufragio de esta primera ronda formal negociadora hispano-estadounidense. Este negociador piensa que la t¨¢ctica estadounidense consiste principalmente en ganar tiempo y en tratar de diluir la idea de la reducci¨®n de su presencia militar en Espa?a ali?¨¢ndola con la idea de que se trata s¨®lo de renegociar un nuevo convenio.
Seg¨²n la misma fuente, la Administraci¨®n estadounidense trata de evitar un precedente que podr¨ªa resultar peligroso en otros pa¨ªses mediterr¨¢neos, como Grecia y Turqu¨ªa, intentando dejar claro que lo de Espa?a no obedece directamente a la decisi¨®n espa?ola de reducir la presencia militar estadounidense, sino a la simple necesidad de renegociar el convenio.
Recelos
A Espa?a le preocupaba tambi¨¦n la insistencia norteamencana de incluir en el comunicado el principio de la sustituci¨®n del personal norteamericano que se decidiera sacar de Torrej¨®n.
Los recelos espa?oles ven¨ªan motivados por los opuestos puntos de vista que ambos pa¨ªses mantienen sobre el tema: mientras Washington tiende a sentar la idea de que todos los soldados, material e instalaciones norteamericanos que se vayan tienen que ser sustituidos por espa?oles, Espa?a mantiene que no hay que sustituirlos a todos, sino s¨®lo a los que desempe?an "determinadas misiones", ya que cree que algunas de las misiones que los norteamericanos cumplen desde Espa?a o son prescindibles o pueden llevarse a cabo desde fuera de Espa?a.
Seg¨²n uno de los negociadores espa?oles, la consigna que ten¨ªa la delegaci¨®n de Espa?a en las conversaciones del jueves; era la de actuar con dureza para evitar que los norteamericanos; se fueran con la impresi¨®n de que el proceso de reducci¨®n se puede dilatar a lo largo de a?os. Seg¨²n coinciden fuentes espa?olas y norteamericanas, la delegaci¨®n estadounidense qued¨® sorprendida por los detalles existentes en el documento de la delegaci¨®n espa?ola, en el que se inclu¨ªan de forma prolija qu¨¦ efectivos militares norteamericanos pensaba Espa?a que pod¨ªan formar parte de la reducci¨®n.
El portavoz de la Casa Blanca, Larry Speakes, dijo ayer en Washington que era "prematuro" intentar valorar estas conversaciones del jueves, que calific¨® de "preliminares". Seg¨²n Speakes, ambos pa¨ªses est¨¢n de acuerdo en que "cualquier reducci¨®n de las fuerzas norteamericanas tiene que ser compensada por un aumento de la participaci¨®n espa?ola".
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