Un serm¨®n mal entendido
Josep-Vicent Marqu¨¦s es un articulista de El Pa¨ªs Semanal que cada siete d¨ªas, a tres columnas, indaga con sentido cr¨ªtico e ir¨®nico nada menos que sobre las Relaciones personales, t¨ªtulo general de su comentario. Para desmitificar, bucea en la pareja y a veces fustiga a la sociedad por sus desmanes o contradicciones. El art¨ªculo del pasado d¨ªa 6 de julio, Serm¨®n sobre los desgraciaditos, dedicado a los minusv¨¢lidos., destilaba ingenio y humor en un tema de dif¨ªcil tratamiento y acusaba al orden establecido, que margina a este grupo social. Sin embargo, no todos los lectores lo han entendido as¨ª.Encarnaci¨®n Casado Mier, madre de un joven minusv¨¢lido, mostraba su profundo desacuerdo el mismo domingo al jefe de Redacci¨®n y a primeras horas del lunes expon¨ªa al defensor de los lectores: "Es un sainete. Insultador y humillante. Un art¨ªculo muy desagradable. No,estoy de acuerdo con nada e lo que dice ni beneficia a nadie. Hay otras personas que piensan como yo, 3, esperamos que este se?or nos d¨¦ una explicaci¨®n. En caso contrar¨ªo, iremos al juzgado en nombre de todos los minusv¨¢lidos, y aunque no tengo un duro, para estas gestiones pedir¨¦ dinero donde sea. Ya tengo preparadas unas circulares para reparar este agravio. Mi hijo no es lisiado, le dio la polio, pero tan normal como el que m¨¢s. Es publicista, y cuando se present¨® a unas oposiciones a una emisora de radio sac¨® un n¨²mero muy bueno, pero prefirieron a otro".
Tenemos la respuesta a estos lectores del autor, Josep-Vicent Marqu¨¦s, quien lamenta que algunas personas no hayan captado la intencionalidad de su art¨ªculo. "Escrib¨ª sobre los minusv¨¢lidos a petici¨®n de algunos amigos de la Coordinadora Estatal de Minusv¨¢lidos F¨ªsicos que me hab¨ªan invitado recientemente a una mesa redonda para acompa?arles en la discusi¨®n de sus problemas. Al plantearme el art¨ªculo, pens¨¦ que ser¨ªa m¨¢s eficaz en la defensa de sus derechos si utilizaba la iron¨ªa come, recurso literario. Por el contrario, pens¨¦ que si ridiculizaba al m¨¢ximo a los llamados normales, a la sociedad, la modesta eficacia del art¨ªculo pod¨ªa ser algo mayor. Por lo dem¨¢s, ya desde hace a?os, cuando estuve trabajando con la Coordinadora de Minusv¨¢lidos F¨ªsicos de Valencia en un proyecto de estudio de su situaci¨®n, he comentado con amigos minusv¨¢lidos la conveniencia. de estimular entre los propios afectados el sentido del humor".Por ¨²ltimo, Josep-Vicent Marqu¨¦s ofrece as¨ª la satisfacci¨®n que nos solicit¨® Encarnaci¨®n Casado: "Lamento que la se?ora lectora, quiz¨¢ angustiada por el problema. de su hijo, no pudiera captar que mi art¨ªculo era precisamente un en¨¦rgico panfleto contra el. escaso inter¨¦s social por resolver los problemas de los minusv¨¢lidos. Conf¨ªo en que si lo vuelve a leer se d¨¦ cuenta de que quien, en todo caso, podr¨ªa sentirse ofendida es la sociedad y en particular la Administraci¨®n".
Un rapto complicado y anmesia
En el Museo del Prado se expone actualmente, en una sala especial, el cuadro de Vel¨¢zquez Las hilanderas, rodeado de la documentaci¨®n que muestra c¨®mo se realiz¨® su restauraci¨®n. Esta noticia se publicaba en el peri¨®dico del d¨ªa 1 de junio, firmada por EL PA?S y datada en Madrid. En el ¨²ltimo p¨¢rrafo de la informaci¨®n se dec¨ªa: "Vel¨¢zquez reprodujo en Las hilanderas, como si fuera un tapiz, el cuadro de Rubens El rapto de Europa". "Era", seg¨²n opini¨®n de Manuela Mena, subdirectora del Museo del Prado, "un homenaje que Vel¨¢zquez quiso ofrecerle". Por tal motivo, la exposici¨®n inaugurada la semana pasada incluye el lienzo de Tiziano El rapto de Europa, un ejercicio realizado por el pintor italiano sobre el cuadro de Rubens y que, seg¨²n Manuela Mena, "pint¨® Tiziano seguramente por indicaci¨®n del propio Vel¨¢zquez". Los errores en la transcripci¨®n de los datos son claros. Tiziano muri¨® en 1576 y Vel¨¢zquez naci¨® en 1599, por loque dif¨ªcilmente este ¨²ltimo pudo orientar al pintor veneciano, aunque s¨ª lo hizo con Rubens, que viaj¨® a Madrid y Londres en los a?os 1628 a 1630 y copi¨® numerosas obras de Tiziano.
La subdirectora del Museo del Prado, Manuela Mena, escribe sobre estas inexactitudes y califica la cr¨®nica y al redactor de "prodigio de desinformaci¨®n cultural, que no deja en muy buen lugar el prestigio y seriedad del peri¨®dico". Y a?ade: "He cre¨ªdo que le interesar¨ªa conocer la alegr¨ªa con que sus redactores escriben sobre algo que no han visto ni o¨ªdo, pues nadie de EL PA?S ha venido por aqu¨ª con motivo de la citada exposici¨®n ni ha hablado conmigo, aunque creo que s¨ª deben de haber recibido el dossier preparado por nuestro gabinete de Prensa, en donde, como es l¨®gico, la informaci¨®n es correcta. No entiendo c¨®mo se citan entre comillas palabras que se me atribuyen cuando mi nombre no aparece m¨¢s que como directora de la exposici¨®n, lo que no implica la redacci¨®n de los textos, aunque s¨ª su supervisi¨®n".
Aclarado el error de la informaci¨®n, conviene subrayar que la autora de dicha cr¨®nica, Gabriela Ca?as, s¨ª estuvo en el Museo del Prado. Era el 21 de junio y fue recibida por el jefe de Prensa del museo, D¨¢maso Santos Amestoy, que a pesar de no ir los s¨¢bados a la pinacoteca ese d¨ªa acudi¨® para acompa?ar, junto a la subdirectora del museo, a la redactora, que estaba interesada en comprobar la noticia sobre posibles da?os sufridos por El jard¨ªn de las delicias, de El Bosco. Despu¨¦s de informarse y recorrer los tres las salas de los pintores flamencos, Manuela Mena le habl¨® a Gabriela Ca?as de la exposici¨®n sobre la restauraci¨®n de Las hilanderas, que estaba en pleno montaje, y de la conveniencia de dar la noticia, y visitaron asimismo la exposici¨®n. La periodista insiste: "Reproduje con fidelidad lo que Manuela Mena me cont¨®, sin comprobar si hab¨ªa alg¨²n error hist¨®rico o pict¨®rico, ya que su autoridad en esa materia me hab¨ªa parecido hasta el momento indiscutible".
Manuela Mena, que se?alaba en su carta que "el redactor pone en boca m¨ªa afirmaciones delirantes, como la petici¨®n de Vel¨¢zquez a Tiziano de que copiara un lienzo de Rubens" y que "la cosa en s¨ª es tan absurda que no merece comentario", en posterior conversaci¨®n telef¨®nica reconoce que tanto ella como D¨¢maso Santos estuvieron con la autora de la cr¨®nica y que bajaron a la exposici¨®n, si bien comenta: "Fue una visita r¨¢pida y no recuerdo haber explicado nada". Por su parte, D¨¢maso Santos no niega que estuvo ese d¨ªa con Gabriela Ca?as, "aunque no recuerdo si baj¨¦ con ella y con Manuela a la exposici¨®n de Las hilanderas, aunque por l¨®gica deb¨ª de hacerlo".
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