Vestigios mudos del pasado
Decenas de s¨ªmbolos franquistas pueblan a¨²n las calles espa?olas
La permanencia de monumentos a los ca¨ªdos del bando franquista, como el enclavado en Madrid en la conclusi¨®n de la calle de Alcal¨¢; las placas en iglesias o catedrales dedicadas en exclusiva a los muertos del bando vencedor, y las estatuas ecuestres de Franco, 11 a?os despu¨¦s de su muerte, son una muestra de los diferentes comportamientos observados en democracia respecto a los de las autoridades del anterior r¨¦gimen. Algunos monumentos han permanecido en los callejeros y otros han sido retirados tras acuerdos de los respectivos ayuntamientos. Los que quedan son hoy vestigios mudos del pasado.
Hace exactamente dos meses, la estatua ecuestre de Francisco Franco que presid¨ªa el patio de armas del castillo de Montju?c, en Barcelona, fue descabalgada en el mayor de los sigilos. Fue preciso seccionar el jinete del caballo para poder introducir el monumento por la puerta del Museo Militar del propio castillo, donde ahora puede ser contemplada. No se avis¨® a la Prensa, e incluso las puertas del recinto se cerraron mientras el director del museo, el arquitecto y un grupo de obreros efectuaban el trabajo. Desaparec¨ªa as¨ª el ¨²ltimo monumento franquista de la ciudad de Barcelona, cuya retirada fue objeto de una campa?a en los ¨²ltimos a?os y en la que participaron entidades, asociaciones y partidos.Buena parte de los municipios del Pa¨ªs Valenciano cuenta todav¨ªa con s¨ªmbolos del franquismo. El ejemplo m¨¢s numeroso lo constituyen nombres de calles dedicadas a la fecha de la rebeli¨®n, a los generales que participaron en ella, a falangistas hist¨®ricos o incluso a m¨¢rtires del bando vencedor. La mayor parte de los pueblos donde el PSOE y el PCE obtuvieron la mayor¨ªa en las primeras elecciones municipales democr¨¢ticas devolvieron la denominaci¨®n original a las principales calles y plazas que hab¨ªan sido rebautizadas tras la contienda.
La estatua de Franco fue retirada de la plaza del Pa¨ªs Valenciano por un acuerdo del Ayuntamiento de Valencia cuya ejecuci¨®n se retras¨® repetidas veces. El 9 de septiembre de 1983, el monumento se hizo a?icos mientras se trabajaba en su desmontaje, en medio de una violenta jornada merced a la actuaci¨®n de grupos ultraderechistas -que intentaban evitar la retirada de la escultura- y la pasividad de la polic¨ªa. La estatua fue restaurada e instalada en un patio interior de la Capitan¨ªa General de la Regi¨®n de Levante, con sede en Valencia, donde permanece.
La ciudad de Alicante, con alcalde y mayor¨ªa socialistas en el consistorio, mantiene vigente buena parte de los nombres de calles dedicados a generales, falangistas y destacados protagonistas de la rebeli¨®n de 1936, informa Joaquim Gen¨ªs.
Pocos restos en Andaluc¨ªa
En Andaluc¨ªa son, en general, escasos los s¨ªmbolos del franquismo que quedan en lugares p¨²blicos. Entre los que restan destacan las placas conmemorativas en edificios oficiales o viviendas construidas por el Estado o la antigua Obra Sindical del Hogar. Quedan pocos monumentos, pero destaca la estatua ecuestre dedicada en Ja¨¦n al general Franco, que posiblemente fue la ¨²ltima en ser levantada, en 1975. En ninguna de las dependencias de la Junta de Andaluc¨ªa existe simbolog¨ªa de este tipo; igual ocurre con los locales de la Diputaci¨®n de Sevilla, de cuya sede fue retirada una l¨¢pida de m¨¢rmol de 2.000 kilos de peso.Una gigantesca c¨²pula que corona el monumento a los ca¨ªdos navarros del bando franquista, en el que reposan los restos del general Mola, y un peque?o pedestal con el busto del general Sanjurjo, volado por un artefacto explosivo a?os atr¨¢s, repuesto posteriormente y objeto habitual del vertido de pinturas, son los dos exponentes externos que quedan del r¨¦gimen del general Franco en las calles de Pamplona, seg¨²n informa Mikel Muez.
Castilla y Le¨®n sigue conservando abundantes vestigios que recuerdan el 18 de julio de 1936 y el r¨¦gimen que sobrevino al alzamiento militar. En el pueblo palentino de Carri¨®n de los Condes, en el sal¨®n de actos del Ayuntamiento, se conservan a¨²n las fotos de Franco y Jos¨¦ Antonio. El alcalde, Francisco Molina, ha pertenecido a Fuerza Nueva, al Partido Liberal Democr¨¢tico y a AP, consecutivamente, y mantiene que, "si quieren, que pongan un retrato de Pablo Iglesias o de Marx, pero ¨¦stos no se van a quitar porque hay que tener presente la historia", informa Juan Antonio Tirado desde Valladolid.
Probablemente sea C¨¢ceres la ciudad extreme?a que m¨¢s generosa se muestra con los recuerdos franquistas, amonton¨¢ndose calles y plazas que refrescan diariamente la memoria con nombres que participaron en el bando franquista: plazas del General Mola y de los Alf¨¦reces Provisionales, calles de Jos¨¦ Antonio, del General¨ªsimo Franco, del General Yag¨¹e, de los Defensores del Alc¨¢zar, de los H¨¦roes de la Legi¨®n..., informa Pedro Jara desde C¨¢ceres.
Quiz¨¢ el s¨ªmbolo m¨¢s representativo del franquismo, en Galicia siga siendo la enorme estatua ecuestre del anterior jefe del Estado que preside la plaza de Espa?a de El Ferrol. En La Coru?a todav¨ªa permanece la placa, rota e ilegible, que recuerda el bombardeo efectuado el 20 de julio de 1936 sobre el gobierno civil desde el puerto, informa Xos¨¦ Manuel Pedreiro desde La Coru?a.
En Oviedo, un monumento a Franco inaugurado despu¨¦s de su fallecimiento preside la plaza de Espa?a, y en la calle de San Vicente a¨²n puede visitarse la reconstrucci¨®n detallada de un bunker de la Divisi¨®n Azul, con armamento de la ¨¦poca, insignias y banderas nazis, y retratos de Hitler, entre otros, informa Javier Cuartas.
De las tres grandes e id¨¦nticas estatuas ecuestres del anterior jefe del Estado erigidas en su d¨ªa en Valencia, Madrid y Santander, la ¨²nica que permanece en pie es la situada en la llamada plaza del General¨ªsimo, frente al Ayuntamiento, en la capital c¨¢ntabra, informa Jes¨²s Delgado.
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